El Socio de mi padre romance Capítulo 17

Axel Vega Lazcano

León, Guanajuato, México

Al llegar a casa de Ale, al ver a Amaia lucir tan hermosa con ese vestido azul marino corto, con su cabello suelto adornado por una tiara de princesa y para completar el cuadro unas zapatillas de tacón alto que hacían lucir más que hermosas sus bien torneadas piernas, sinceramente no hubo fuerza de voluntad que me impidiera besarla del modo en el que lo hice.

–Axel, por favor detente – Ella interrumpió el beso – Estamos en casa de Ale, ella no tarda en salir y…

La silencié de nuevo besándola apasionadamente, como si nunca nos hubiéramos besado. Nos volvíamos locos, mientras subía cada vez más la intensidad del beso y fue cuando ella, comenzó a gemir en mi boca. Yo estaba a punto de meterle la mano debajo del vestido cuando el ruido de unos tacones, me hicieron que la soltara de golpe y nos recompusiéramos de inmediato.

–Hola Axel, que bueno que ya has llegado muy puntual, para ser mi cita de esta noche – Ale me saludaba – Te ves guapísimo.

Me dijo Alejandra, me quedé viendo a Amaia, estaba de verdad hermosa y me hubiera gustado que ella fuera mi pareja esa noche.

–Hola Ale, lo siento. Pero no he venido solo – Admití apenado – Cecilia, un día del año, aceptó a acompañarme al evento y cómo bien sabes que yo, no podía decirle que no.

Vi como Amaia hacía un gesto con la boca, no le habia gustado para nada que mencionara a Cecilia y mucho menos que ella haya aceptado venir conmigo. No era mi culpa y tenía que cumplir mi papel.

–Obvio que no, ella es tu esposa, pero ¿Al menos me puedo ir con ustedes? – Preguntó.

Y era obvio, para eso habia pasado por ella, de lo contrario no estaría aquí. No desprendía mis ojos de la bellísima Amaia, que en ningún momento dejó de mirarme, estaba enojada de verdad.

–Sí claro que sí, Amaia y tú pueden irse con nosotros – Incluí a mi hermosa Amaia en el plan – Sí ya están listas, podemos irnos.

Después de esto ella ya no me dirigió la mirada, estaba celosa, estaba enojada y se veía linda, con sus labios sonrosados por el apasionado beso que le acababa de dar.

–Sí vamos – Dijeron Ale y Amaia.

Salimos de su casa y caminamos rumbo al auto, cuando otro auto se detuvo ahí y de él bajó un apuesto chico al que reconocí de inmediato, era Luis Miguel el “novio” de Amaia, quién se bajó de su lujoso auto para bajar por Amaia.

–Hola buenas noches – Nos saludó a todos – Amaia mi amor, estás preciosa.

Llegó y le planto un beso en la mejilla, mis ojos se abrieron del puro coraje. Estaba que echaba chispas, esto iba a ser un suplicio, toda la noche para mí.

–Hola Micky – Amaia lo abrazó haciendo que me diera un dolor de estómago – Ya podemos irnos.

–Buenas noches – Dije más por educación que por gusto.

–Luis Miguel, Amaia, no tan rápido – Los detuvo Ale – Pónganse juntos y dense un beso, quiero inmortalizar este momento. Es su primera noche formal, en un evento como novios.

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