El Socio de mi padre romance Capítulo 77

Axel Vega Lazcano

Puerto Vallarta, Jalisco, México

Llegué a la clausura del curso y ahí me encontré con Bin Laden, quién estaba platicando con otros de los asistentes del curso, pero al verme llegar, se acercó directamente a mí, para saludarme.

–Hola Axel, te ves más relajado ahora que ya no está aquí Cecilia, me topé con Celia cuando se llevó sus cosas – Bin Laden era un chismoso – Supongo que, tendrás una nochecita de puro amor.

–Hola colega. Pues sí, has acertado – Respondí encantado – La he invitado a que venga esta noche al evento conmigo.

–Muy bien, me parece excelente Axel. Pero tengan mucho cuidado y si quieres un consejo, mejor no se queden esta noche en el hotel.

Yo sabía porque lo decía, pues su amante era igual de chismosa que él, fue la que le dijo a Ale, que había salido de la suite de la güera y las cosas se me podían complicar si se empezaba a regar el chisme.

–Te agradezco amigo, pero ya tengo todo bajo control. Vamos por una copa, en lo que llegan las mujeres.

–Mi amante ya está aquí, mira salúdala – Bin Laden señaló con la vista a su acompañante – La verdad, esta noche, nos irá bien a ambos.

Saludé con la mano desde lejos a la amante de Bin Laden, mientras caminábamos en busca de una copa. Cuando entraron, la güera, Luis Miguel y mi hermosa Amaia al evento. Bin Laden, se quedó con la boca abierta al ver a mi amiga y de inmediato se puso colorado.

–Axel, Ivanna está bellísima e impresionante – Se le caía la baba por la güera – Yo que tú, hubiera andado con ella y no con Amaia.

–Eso ni lo digas. A mí la güera no me gusta, es mi mejor amiga y sólo eso es para mí.

Los vi saludar a Mauricio y él los sentó en nuestra mesa. Amaia se veía preciosa y yo, no podía dejar de mirarla, tanto que en ese momento hubiera deseado irme de ese lugar y llevármela a dónde iríamos más tarde para amarnos y pasar una hermosa noche juntos, pero tenía que estar en el evento.

Me quedé parado con una sonrisa en los labios, como un tonto mirando a mi hermosa mujer, tanto que no supe ni cuando fue que Bin Laden, se fue de mi lado y en su lugar se encontraba, Ale.

–Axel, eres tan obvio que me das pena – Dijo enojada – Puedo notar a simple vista, cómo estás mirando a la güera y ya, no me mientas más. Sé de sobra que en lo único que Cecilia tiene razón es en que andas con ella.

–Ale, con todo respeto. Aunque seas mi colega, mi socia y mi amiga. No te voy a dar información sobre mi vida privada, porque eso es justamente privada – Le aclaré – Sólo te digo que, no ando con la güera y te pido que no causes más problemas con ella que bastante tuve con lo de Cecilia, para que ahora tú, me metas en otro problema con tu padre.