El Socio de mi padre romance Capítulo 11

Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

Axel y yo nos acomodamos la ropa después de ese faje tan intenso que habíamos tenido en la casa de Elisa. Estuvimos con ella en su casa el resto del día, yo me fui sintiendo mucho mejor con el analgésico que me dieron y unos tés de hierbas. Por la noche cuando Axel me llevó a casa de Ale, se detuvo en la calle de atrás para que nos despidiéramos como siempre.

–Amaia, cariño. Necesito que le digas a Ale que harás algo el fin de semana, preciosa – Axel me tomó de la mano – Te tengo una sorpresa y nos iremos mañana cuando salgas del Tec.

–Sí mi amor, está bien. Yo veo que le digo a Ale, pero por favor sólo me dejas y te vas – Le pedí – No se te vaya a ocurrir decirle que me desmayé o no me dejará salir todo el fin de semana.

–Tenemos que ir a que te hagan esos análisis que pidió la doctora el lunes temprano, ¿Me lo prometes, cariño?

–Sí mi rey, te lo prometo.

Axel me tomó entre sus brazos lo mejor que se pudo, pues estábamos dentro del auto y me besó con mucha pasión, desesperación y desenfreno, tanto así que nos vimos obligados a detenernos, como siempre que estábamos juntos antes de que las cosas pasaran a más. El arrancó el auto y me dejó en la entrada de la casa de Ale, que le decía adiós desde la ventana de la cocina, al verlo alejarse.

–Hola Ale – La saludé al entrar a la casa - ¿Cómo estás?, ¿Qué pasó con el caso del delincuente?

–Hola Amaia, estoy bien gracias. Pensé que Axel se iba a pasar un rato ¿A dónde los mandó mi papá?

–A resolver asuntos de otro cliente, pero no te preocupes que ya todo bien y tendrás una buena comisión – Ale sonrió llena de felicidad – Oye Ale, mañana me iré saliendo del Tec con alguien y quería avisarte que llegaré hasta el domingo en la noche.

Ale destapó unas bebidas y nos pusimos a tomar en la sala de su casa, como siempre que estábamos solas, aprovechábamos para hablar un poco de nosotras.

–Interesante, dime ¿Lo conozco? Al chico con el que te iras todo el fin – Ale me miraba queriendo sacarme todo.

–Sí Ale, si lo conoces, pero de momento te dejaré con la duda. Solo te diré que es uno de mis amigos del Tec.

Aquí iba a comenzar a desviar la atención hacia un posible novio, ella no tenía por qué pensar que no era cierto, tenía varios pretendientes, a los cuales nunca les había hecho caso, no eran mi tipo. Y por más que lo intentaran era en vano.

– ¿Luis Miguel? – Preguntó Ale – Lo sabía, que ustedes se gustaban. Vamos a ir a comprar un vestido, ahorita mismo. Tienes que verte hermosa para él, estoy feliz por ti Amaia, nunca pensé que después de lo de David te iba a ver feliz de nuevo.

Ella había vivido conmigo lo que me había ocasionado esa relación y ahora me estaba ofreciendo ir de compras para impresionar a mi supuesto novio, a Luis Miguel.

–Gracias Ale, sí es él, pero no digas nada todavía. Estamos viendo si funciona o no y del vestido, ya he comprado unos, vamos a mi recámara y te los muestro.

–Vamos Amaia. – Dijo animada.

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