Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 33

LILLIE

Me despierto con el tono de mi celular. Alargó el brazo hacia la mesita y a tientas lo tomo, y respondo a la llamada sin mirar quién era. Aún estaba abriendo los ojos.

— Diga — respondo.

— Buen día, mi bella durmiente — la voz de Dante suena en la bocina. Rápidamente me siento y abro los ojos de golpe — ¿Te desperté? — pregunta.

Qué vergüenza, creerá que soy una floja, miro la hora en el reloj de mi mesita de noche y veo que son las nueve de la mañana.

— No, ya estaba despierta — intento no oírme adormilada por recién despertarme — ¿Pasa algo? — pregunte, quería disimular la emoción por su llamada.

— Solo quería escuchar tu voz — dice — Y saber como estabas, pero no tengo mucho tiempo. Y no debo llamarte a cualquier teléfono.

No entendía porque no debía llamarme a cualquier teléfono o celular, pero como no tenía tiempo, no iba a preguntarle eso en este momento. Mejor aprovecho para escuchar su voz que me hacía poner nerviosa cada vez que hablaba. Escuchándolo decirme cosas bonitas o cosas perversas, como a él le gustaba hacerlo.

— ¿Entonces ni siquiera puedes enviarme un mensaje?

Pregunte para saber si esa era la razón de porque no se había comunicado conmigo.

— Tampoco. Envíe a Franco a que te llevara un nuevo celular, ese aparato solo tendrá mi número y el de Iván, por cualquier emergencia — dice, su tono es muy serio — Sí por cualquier razón no llego a responder, le puedes escribir o llamar a él, siempre estará disponible, él ya está al tanto.— prosigue — También te lleva otras cosas más. Ya debe estar fuera de tu casa. Sal a ver. Finalizare la llamada.

Y con eso cuelga, no me dejo decir ni una sola palabra, hablo tan rápido que ni siquiera un minuto paso.

Tomo mi bata de dormir y la ajusto a mi cuerpo. Voy al baño y lavo mi cara y mis dientes, después de checar si el tal Franco está afuera, regresaré a darme un baño rápido para ir al hospital. Hoy no tengo clases hasta después de medio día, así que tengo tiempo para pasar a ver a mamá y llevarle algo de comer a Alex.

Voy a la entrada y abro la puerta, doy un brinco del susto al ver al tipo malote de Franco, ese hombre que aún traigo atravesado por la primera vez que interfirió en mi camino. Se que no es culpa de él, sino de su jefe, solo obedece órdenes, pero aún seguía molesta por ello.

— Señorita Watson — dice con tanta formalidad y seriedad. — El jefe pidió que se le entregara esto — extiende sus dos manos con dos bolsas grandes de papel negro.

Frunzo los labios, no había dicho que solo era un celular. ¿Para que tanta bolsa?

Tomo las bolsas y le agradezco, en cuanto lo hago, el tipo sale muy rápido de mi vista, había desaparecido como por arte de magia.

Me quedo por unos segundos en la puerta, que rápidos son.

Entro y cierro la puerta. Dejo las bolsas en el sillón y comienzo a escuchar un tono de celular, era muy distinto al mío.

¿Y ese sonido?

Miro las bolsas, el ruido venía de ahí, y recuerdo que me había enviado un celular. Abro una de las bolsas y busco, mientras me guío por el sonido. Doy con un precioso rosa iphone. Lo tomo y contesto.

— ¿Te gustó? — preguntó sin dejar que yo respondiera algo — Te mandé unas cosas más, ¿ya las viste?

— Aún no, a penas estaba por ver lo que contenían.

— Bien.. ahora desde aquí podrás comunicarte conmigo, del otro celular no será posible, ya puedes deshacerte de el.

— Pero.. mi familia tiene aquel número.

— No hay ningún problema con eso, solo dales el número de este y listo. — dijo como si fuera fácil.

— Esta bien..

— Ya esta listo con todo lo que se necesita, mi número y el de Iván también ya están ahí. — dice — No dudes en comunicarte con nosotros si pasa algo.

No entendía porque tanta preocupación o protección, hasta a su amigo ya lo había involucrado.

— No hará falta, todo está bien.

— Lo digo en serio, Lillie — dijo mi nombre en un tono serio, y si que esto era para preocuparse, algo extraño traía, ¿puede ser que algo esté pasando? — Por favor, obedece lo que te digo. No quiero que nada malo te pase.

Resoplo, sentia que estaba exagerando, pero aún así le di una respuesta como el quería, no quería discutir con él, ya que lo había extrañado escuchar.

— Esta bien — digo para tranquilizarlo.

— Bien. Ahora abre las bolsas, no cuelgues y pon el celular en alta voz. — pidió.

Hago caso a sus ordenes, era un mandón, eso ya lo tenía muy claro desde el principio. Pero ahora no lo contradecía.

Abro la primera bolsa donde venía la cajita del celular y veo otra bolsa, pero de plástico. La abro y veo que son varias cajas de medicamentos, ¿qué es esto? Leo los nombres y veo que son las pastillas rosa, esas que se toman al día siguiente. Eso hace que vuelva a recordar que yo debí ir a una farmacia a comprar algo así.

Pero pensando y contando las horas, ya había pasado más de veinticuatro horas, y esta pastilla probablemente ya ni me serviría si me la tomaba. No digo nada, no quiero preocuparlo con una tontería, quizás no cuente para la primera vez, pero para la segunda o tercera sí, no es que a la primera pueda llegar a salir embarazada. Claro que no, son muy pocas las posibilidades, pero se que también pueden ser también posibles.

Ignore todas esos pensamientos y sin esperar más me tome una pastilla. Sabia bien que esas no se debían tomar más de una, que solo era posible a cierto tiempo.

Después de eso, seguí abriendo más cajas y cosas que venían en las bolsas, había un reloj de oro blanco, una muñeca que decía para: "la princesa" me imaginé que era para Sandy.

— Para: "la princesa" — dije en voz alta para que me escuchara. Seguía en la llamada.

— Sí, tu sobrina también debe tener algo de mí. Más que nada ella, por decir que era tu novio. — dice en un tono juguetón.

— Así son los niños, se imaginan cosas.

— Pues que buena imaginación tiene, por eso le obsequió un regalo. Pero también hay para tu mamá y tu hermana, ya que me han aceptado. — me rió al escucharlo.

— ¿Quién ha dicho eso? — cuestione, intentando estar seria.

— Se que me amaron, pero no más que tú.

Suelta eso y me quedo callada, tenía razón, mi familia lo había aceptado con solo verlo una vez ya parecía que lo querían. Y efectivamente yo lo hacía mucho más. Pero no se lo iba a decir, no estaba lista para ello, primero quería saber a donde nos iba llevar esto, no sabía si era una relación o que. Pero no quería estropearlo preguntándole. Se que para él todo esto también podría ser nuevo, él no me había dicho nada de eso, pero en su comportamiento y su forma de tratar a una mujer se notaba. Por el momento lo único que espero es que esto no sea una diversión para él, que no este jugando conmigo como lo hizo al principio.

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