Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 43

LILLIE

Llevo casi tres semanas sin lograr comunicarme con Dante, no hay respuesta alguna, ni señales de él o de sus mastodontes. Ni tampoco el tal Iván responde.

¿Será que ya me olvidó?, o quizás nunca signifique nada para él, solo sexo. Hasta que logró lo que quiso y desapareció.

Tal vez se dio cuenta de que ya había llegado el momento de alejarse, después de obtener lo que quería. El no responder me hace creer en eso.

Y como no he recibido ni un mensaje desde aquella noche, todo eso me hace darme cuenta de la realidad. Creía que en verdad sentía algo por mí, mínimo le gustará, pero ni eso parecía haber sucedido. Fui una ilusa, no sé como pude creer en ese hombre, confiar en él, sabiendo que es un mafioso y asesino. Si mi madre supiera de mi estupidez, y haberme entregado a un tipo así, se decepcionaría por completo de mí.

Hoy quedé de ir haberla, pero le dije que pasaría después de salir de la universidad. Como no me he sentido muy bien, he decidido saltarme las últimas clases, para ir a visitarla antes de lo acordado y así después regresar temprano a casa y poder descansar.

Últimamente me he sentido muy cansada, con ganas de dormir más de lo normal, y también algo mareada, pero nada alarmante. Ya no me desvelaba pues había dejado de trabajar en el club. Tuve que dejarlo porque Dante le prohibió a Julie que no me volviera a contratar, y ahora también está la otra razón porque no debo de regresar, y es porque definitivamente me iré con mi familia a Alemania.

Con relación a lo que está sucediendo con Dante he tomado esta decisión, que pensé mucho en estos días desde que me enteré del viaje. Pensaba no irme y quedarme junto a él, mientras yo seguía estudiando aquí, pero ahora cambié de opinión. Me iré y no volveré..

Salgo de la universidad para dirigirme al hospital. Pero en eso visualizo la figura de mi amiga Mika, esa despampanante morena como no reconocerla, se acerca hasta mí con una sonrisa de felicidad.

— ¿Qué haces aquí? — pregunte, cuando llego hasta mí y me saludo con un beso en la mejilla y un gran abrazo.

— Después de tanto tiempo, creí que te daría gusto verme — dice cuando se aparta de mí para verme.

— Por supuesto que sí, pero se me hace extraño que tú vengas a este lugar de niños ricachones, como solías decirme.

Mika no es muy fan de este sitio, siempre decía que odiaba venir a verme aquí por los chicos mimados y ricos, ya que la primera vez que vino tuvo una mala experiencia con una compañera, cuando su novio se quedó viéndola embobado por su belleza, la chica armó una escena de celos y todo se fue a la borda, muchas la insultaron demostrándole apoyo a la novia, yo fui la única que defendió a mi amiga, y después de eso casi todo mundo dejó de hablarme. Cosa que ni me importaba.

— Sí, pero esta ocasión lo amerita, ya que tengo que darte una grandiosa noticia — dice alegremente.

Frunzo los labios, no entendía su emoción, ¿qué era eso "tan grandioso" que me tenía que decir?

— Y bien.. ¿qué es esa noticia tan grandiosa que me tienes que decir? — pregunte.

Sus ojos brillan de alegría y mientras toma mis manos y se mueve inquieta.

— Iván.. me propuso que me fuera a vivir con él a Italia — todo lo dice corrido y rápido mientras suelta un chillido de emoción al decir "Italia"

Quedo impresionada con lo que dice, no esperaba esto, bueno no tan pronto. Me alegraba por ella, que le fuera bien en lo que más quería, y mientras sea correspondida, no como yo. Yo quedé esperando las llamadas de Dante, y nada. De hecho su amigo tampoco respondía, tenía que saber si me estaban evitado a mí, o era a las dos.

— ¿Cómo?, ¿cuándo sucedió eso? — pregunte intentando sacarle algo.

— Hace casi un mes más o menos, solo que tuvo que irse de emergencia a Italia,  a no se que asunto, que tampoco me lo dijo. Pero que volverá por mí en cuanto se desocupe de sus deberes.

Eso quiere decir que también está desaparecido, no quiero dudar y ni tampoco quiero hacerle creer desconfianza en mi amiga, pero tengo que decirle lo que temo sobre ello.

— ¿Y desde entonces no has vuelto a saber más de él? — cuestiono curiosa, ella niega con la cabeza en respuesta, lo que me temía — Mika, creo que él te mintió. No quería decirte lo que sospecho, pero enterándome de esto, me hace pensar que acerté en ello.

— ¿De qué hablas?, no te entiendo — dice confundida.

— Qué se ha burlado de ti y no volverá como te lo había dicho.

— ¿De dónde demonios sacas eso? — pregunta exasperada.

— Lo sé porque llevo más de tres semanas sin saber nada de Dante, cuando la última vez que hablé con él me dijo que regresaría al siguiente día a Italia para volver en dos días aquí, y desde entonces no se nada de él.

— ¿Y eso que tiene que ver con Iván? — sigue preguntando algo exaltada.

— Qué Dante me dejó su número junto con el de Iván, para que me comunicará ya sea con su amigo, si él no respondía — me mira con cara de incrédula mientras cruza los brazos — Y eso fue lo que hice, pero tampoco a respondido. Por eso mis dudas de que nos hayan dejado como chica de pueblo alborotadas y ilusionadas.

— No seas tonta Lilli, son mafiosos, ¿qué esperabas de ellos? No son príncipes cuentos.

— Pero mínimo un mensaje diciendo que están bien, ¿no te preocupa?

— Sí, pero yo se que él está muy ocupado como para atender a mis caprichos. Son hombres de peligro, viven entre problemas todos los días. Bájate de la nube y no seas tan ingenua — su tono como lo dijo no me agradó.

— ¿Por qué me dices eso? — le pregunte con tristeza, no se porque estaba a la defensiva.

— Es que no sé que esperas del Diablo, es un maldito mafioso, por el amor de Dios, Lilli, abre esa mente y date cuenta, él más que nadie es muy difícil de atar, si eso es lo que quieres hacer — niego con la cabeza, yo no quería hacer eso — Pues entonces deja de ser ingenua y madura de una vez.

— ¿Cómo tú? — pregunte.

— Puede ser. Yo ya caí ante mi peligro mafioso y no pienso dejarle, ni mucho menos dudar de él, por lo que acabas de decir. Debes de entender que ellos tienen una vida muy distinta a la de un hombre normal, no son chicos bobos de universidad como estos — señala la universidad — No siempre va a tener contacto contigo. No seas berrinchuda.

— No estoy haciendo berrinches, solo te comente mis dudas. Pero al parecer ya no estas de humor para escuchar mis inquietudes. Antes ni te caían bien.

— Te recuerdo que a la que no le caían bien, era a ti. Yo solo te dije lo que sabía del Diablo, ya que tú en tu hogar eres una niña de bien y correcta — dice con despreció e irritación.

¿Por qué reaccionaba así? ¿Tanto le molesto mi comentario?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno]