Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 47

LILLIE

"Un mes despues"

Había pasado un mes de cuando me entere que estaba embarazada. Para mí familia fue algo  inesperado, dejándolas muy sorprendidas, pero al final me hicieron sentir su apoyo y diciéndome que nunca estaría sola.

Agradezco su apoyo y todo lo que han hecho por mí, sin ellas yo me sentiría desdichada y desorientada. Este mes me ha servido para pensar mejor las cosas. Y ahora que ya nos encontramos viviendo en Alemania, las cosas van mejorando poco a poco.

Se han hecho un poco más fáciles, a comparación de cuando vivíamos solas las cuatro.

Alex a dejado de trabajas para solo dedicar su tiempo a mi querida sobrina, y a retomando sus estudios de derecho. Estoy muy feliz por ella. Sandy está contenta porque tiene una habitación para ella sola y es color rosa, pero lo que más le gustó es que entro a un colegio privado, es una escuela de las más prestigiosas en el mundo. Pero lo mejor de todo es que ahora sonríe más porque pasa el mayor tiempo con su madre. Es lo que les hacía falta.

Mi madre, sigue en la clínica, en la que Lionel la ingresó desde el primer día que llegamos. Apenas vamos por dos semanas en este lugar. Pero aún así, en tan poco tiempo nuestras vidas han cambiado. Mamá va bien es sus quimioterapias, si sigue así pronto como en unos meses más puedan descartar en tumor. La ventaja que hay es que no es muy grande, y no se ha expandido.

Con Lionel, no he tenido ninguna cercanía, cuando el intenta hablarme, hacer una conversación, lo ignoro y me alejó de él. Me ha pedido que lo escuche pero la verdad sigo sin ánimo de hacerlo. Quizás cuando mi madre esté recuperada, pueda intentar escucharlos, por el momento no estoy segura de hacerlo. El mayor tiempo se la pasa con mamá, eso por una parte habla bien de él, quiere decir que quiere remendar el daño que le hiso y cuidar de ella.

Y respecto a mí, a mi vida. Solo somos este revoltoso y yo. Le he llamado así porque últimamente solo hace que me la pase en el baño devolviendo lo que como.

Es una tortura no disfrutar bien de la comida porque se le ocurre a mi revoltoso hacer de las suyas. Quien sabe cómo me vaya a ir en la vida con un bebé en brazos, y sin su padre. Pero se que no soy la única, ni la última mujer en mundo que pasa por esto. Debo ser fuerte por los dos.

Sobre el padre de mi bebé, ya no volví a saber nada. El teléfono que me había dado lo tiré a la basura, después de que comprobé que esas líneas telefónicas ya no existían. No se si habían cambiado de aparato para que ya no me comunicara o que. Puedo creer muchas cosas malas de él, pero la verdad ya no me interesa pensar en él, ya no quiero hacerlo, solo me hago daño a mi misma. Ya no solo debo pensar en mí, ahora llevo otra vida dentro de mí y a él o ella, le puede afectar mi estado de ánimo.

El médico que me atendió en Nueva York me lo dijo, y por lo de mi anemia más. Tengo que cuidarme el doble, si quiero un embarazo normal y sin complicaciones.

Y como también me recomendó que buscara un ginecólogo, aquí me encuentro hoy. Estoy sentada en la sala de espera del consultorio de una ginecóloga, la que se encargará del proceso y cuidado de mi embarazo. Tengo entendido que es una conocida de Lionel, él concretó la cita. A pesar de que enfureció a causa del abandono del padre de mi hijo, él a estado al pendiente de mí. No sé que pensar al respecto, no se si lo este haciendo para que lo perdone o de verdad lo esté haciendo porque le importe, como lo dijo.

Alexa, se tomó la mañana para acompañarme, le dije que no era necesario, pero ella no quiso dejarme venir sola. Me dijo que es algo muy hermoso ver por primera vez al amor de tu vida, se refiere al bebé, es como una cita, dijo. Es algo inexplicable, ella no quería que yo me sintiera sola, y que quería tomar mi mano, mientras disfrutó de ese momento que será inolvidable.

La verdad me hubiese gustado vivir este momento con Dante, pero por razones obvias no sucederá nunca eso. Tampoco estará en su nacimiento, y pensar en todo eso me duele. Pero no me dejo caer. No seguiré sufriendo por él. Haré como si nunca lo hubiera conocido, y aunque tengo una personita creciendo en mi vientre recordándome que él existió un algún momento de mi vida. Me esforzaré para olvidarle y concentrarme solo en mi vida, en mi hijo.

Una enfermera sale por la puerta del consultorio de la ginecóloga y me llama. Hago a un lado mis pensamientos y me pongo de pie junto con Alexa para seguir a la chica hacia el cuarto.

En cuanto entramos nos recibe la doctora con un cordial saludo.

— Buen día, tomen asiento, por favor — pide.

Y tomamos asiento en frente de su escritorio. Mis manos comienzan a sudar, estoy nerviosa, no sé porque razón.

— Calma, yo estoy contigo — contesta Alexa, cuando ve mis manos inquietas, las toma y me sonríe.

— Ahora te haré unas simples preguntas — dice la doctora — Primero, ¿cuando fue la última fecha de tu período menstrual?

— Hace más de cuarenta días, que viene siendo el mes pasado. — respondo.

Ella asiente mientras escribe algo en su laptop.

— Bien.. la siguiente pregunta es — hace pausa para preguntar — ¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones sexuales?

Me sonrojo por su siguiente pregunta, que vergüenza contarle eso a una desconocida, ni siquiera a Alexa le he dicho.

— Como.. un mes.. eso creo.. — titubeó, me había dado algo de pena.

Ella solo seguía escribiendo. Después de eso me pregunto que si estaba tomando vitaminas y le dije lo que el doctor anterior me recetó.

Después de su interrogatorio, me pidió que fuera detrás de una cortina y me colocará una bata. Hice caso a su pedido dirigiéndome hasta ahí.

Luego de terminar de colocarme la bata, salgo. La ginecóloga me pide que me recueste en una cama que es angosta y larga. Sigo todo lo que pide y después espero.

— Por el tiempo que me dices que tienes tu retraso menstrual y el período de la concepción. En vez de hacerte un ultrasonido normal, te realizaré un trasvaginal. — entendía lo de vaginal, pero como no sabía mucho de eso, no comprendía porque no podía hacer una normal. — Te explico, el porque — parece que me leyó la mente — Verás, el tiempo que llevas de gestación es muy poco, y con una ecografía común no se apreciaría el feto y no podríamos saber si esta bien y de cuántas semanas estas más o menos, el ultrasonido trasvaginal no nos dice el período exacto, solo nos acerca a algo y tampoco nos da la fecha de parto, pero nos ayuda a saber cómo va. Por eso se recomienda que cada mes la madre visite al ginecólogo para seguir su embarazo con ultrasonidos. — dijo después — Ahora solo te pido que te relajes.

Era mucho embrollo todo, yo sé muy bien que la medicina lo era, pero al pareces esto lo era mucho más. Mi especialidad no era esta, pero algo más o menos sabía.

No dije nada y solo asentí para darle entender que comprendía y que prosiguiera con su labor.

Minutos después, sentí como ese aparato entro en mí, se sentía frío e incomodaba sentirlo, pero me concentré y me relaje como lo había dicho la doctora.

Ella señaló una pantalla para que girara la cabeza y la viera, se encontraba casi a lado de la cama. Mi hermana se acercó para colocarse del otro lado contrarío y tomo mi mano.

La doctora comenzó a mover ese frío instrumento en mi interior, en la pantalla no se visualiza nada, solo miraba un tono oscuro en ella. ¿Por qué no se ve?

— Ahí no hay nada — digo angustiada.

— Tranquila, en un momento se verá. — dice — Mira, aquí está — dice por fin mientras señala con su dedo en la pantalla — O más bien ahí están. — concluyó. ¿Cómo? Corrigió diciendo, ahí están. No puede ser eso cierto. — Felicitaciones, serás madre de gemelos.

— Q-que son… dos — balbuceo. Me encontraba sorprendida por la noticia, no me esperaba esto.

— Así es. Esto lo confirma — vuelve apuntar al monitor — Aquí está uno y aquí está el otro. Y lo mejor de esto, es que por el momento todo va bien — finaliza.

No sé aprecian muy bien, son casi unos puntitos, pero aún así me da nostalgia y comienzo a llorar. No sé si de alegría por enterarme que serán dos y al verlos, o porque sienta miedo de no llegar hacer tan buena para ellos, el fallar como madre, el no saber cuidar de ellos. Son muchas cosas. Alexa aprieta mi mano y me regala una sonrisa de tranquilidad. Como diciendo. Todo estará bien.

Definitivamente ellos llegarán para cambiarme toda la vida, serán mi motivo a seguir y lo mejor aún, es que será doble. Tomar la decisión de tenerlos no me tomo mucho tiempo hacerlo, después de verlos y saber que serán gemelos, no me arrepiento de haberlos elegido.

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Puede pasar el tiempo, los días, las semanas y los años. Pero nunca podré olvidarle, por más que me esfuerce como me lo había propuesto hacer. Es duro enfrentar esto sin él, no sé porque razón me sigo atormentando si él en toda está temporada no me ha buscado. Eso quiere decir que nunca le importe como yo quería, mucho menos le importaría estos pequeñines que cada día crecen más.

Los días pasan, y mis náuseas incrementan más, ahora entiendo el porqué, son dos contra mamá. Antes de que nazcan, terminarán por acabar conmigo estos diablillos. Sonrío cuando pienso en ellos. Eran como una cura, un antídoto para mis males, ellos eran mi esperanza y mi futuro, solo ellos.

Mi meta era seguir con mis estudios, terminar y conseguir un buen empleo para darles una vida como se lo merecen. No quiero que nada les falte. Aunque tenga el apoyo de mi familia y ahora el de Lionel, no quiero que carguen con mis responsabilidades, con mis pequeños, ese es solo mi deber. Solo seremos ellos y yo contra el mundo. Así será para siempre.

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