El Socio de mi padre romance Capítulo 36

Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

–Lo siento Lore, pero eso no lo sabía en absoluto. Axel y yo, nunca hablamos de ella porque como comprenderás, no es un tema que a mí me gusté tocar – Reconocí con ella – De por sí, que me muero de celos, solo de pensar lo que Axel y ella hacen en las noches que, se me revuelve totalmente el estómago.

–Dudo que ellos hagan algo en las noches, ella vino hace rato al hospital y estuvo hablando con mi mamá. Yo estaba con ella, cuando se estuvo quejando, que Axel apenas si la toca, pero lo que me preocupa es que ella, está necia sosteniendo que Axel tiene algo con Ale y no sé eso hasta qué punto, los pueda meter a ambos en problemas.

–No te preocupes Lore, gracias por avisarme, pero lo que no entiendo es ¿Por qué Cecilia piensa que Axel y Ale tienen algo?

–Porque la relación entre ellos, está más mal que nunca y quiso hacerse por eso la víctima con mi mamá, sin importarle nada ni que Elisa esté enferma y vino a dar problemas a mis padres, siempre ha sido una desconsiderada, por eso nadie la quiere en mi familia.

Eso lo pude ver el día de ayer, pues no eran las palabras que querían escuchar los familiares de alguien que estaba internado de gravedad, pues la señora había sido bastante insensible con respecto a eso. Era como si le estuviera deseando la muerte a su cuñada o que ya no hicieran nada porque ya se iba a morir, se veía que no tenía temor, pues ella podía caer en ese estado también.

–No lo entiendo, de hecho, me saca mucho de onda que a mí me acepten todas ustedes, Elisa y tú y además también tus padres, yo sea como sea solo soy la amante de Axel y la que debería de pesar más aquí es Cecilia.

No es que me estuviera quejando por el trato de los señores, hacia mí, que era de lo mejor, solo que ella era la esposa, no yo, aunque ellos tengan una mala relación con Cecilia, su hijo estaba casado con Cecilia, no conmigo.

–No, Amaia, ella no pesa nada, porque Axel no la quiere, no sé por qué sigue honestamente con este matrimonio, es algo que yo, encuentro hasta cierto punto demasiado absurdo.

–Yo no opino Lore, no sé cómo estén las cosas con él y con Cecilia, pero el día de la fiesta del aniversario del despacho, se estaban besando como si se quisieran, así que solo ellos saben, pero me preocupa, lo que has dicho que ella sospecha de Ale, Axel tendrá que tener cuidado porque, hasta en una de esas, Cecilia, puede meter en un problema a mi hermana.

Pues mi hermana estaba casada y aunque ya había notado que en cierto modo estaba interesada en Axel, de ahí no había pasado, pues he estado presente en varios de sus acercamientos hacía él. También estaban mis sobrinas y no tenían que enterarse de algo que no era cierto y que se hablara así nomás de su madre.

–A pesar de las locuras de Cecilia y de todo, lo único bueno que pasa con todo esto es que, Axel y tú están juntos y que pronto, si todo sale bien, él estará divorciándose de la bruja para casarse contigo Amaia.

Lo que dijo Lore, me revolvió el estómago por completo, a tal grado que, comencé a toser mucho y fuera de control, sentí que me ahogaba y que no podía respirar y conocía perfectamente esa sensación, nos sentamos en unas bancas cercanas al establecimiento y después de vaciar mi mochila y de sentir que me asfixiaba, me pude poner una dosis de mi medicamento para el asma. Lore me miraba asustada y cuando me iba a decir algo, Axel llegó ahí con nosotras.

–Lore, Amaia, ¿Qué está pasando? – Nos cuestionaba Axel – Mis papás me dijeron que se habían salido, por eso vine a buscarlas.

–Sí, Axel, es que yo quería un café y le pedí a Amaia que me acompañara – Respondió Lore – Pero, cuando nos lo estábamos tomando a ella le dio una especie de tos y tuvo que echarse un atomizador.

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