Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 23

Esa noche tenía una reunión con el encargado del club para organizar el aniversario. Ese fue uno de los motivos por el cual citó a Nicholas, allí. El otro era porque de seguro necesitaría algo de valor y una copa no sonaba tan mal como lo hizo en estos días que tan solo mencionar algo con alcohol era motivo de arcadas.

Dejó el restaurante casi una hora antes de su horario de salida, no consiguió poder volver a sonreír y su ánimo era cada vez más oscuro. Así que fue a su reunión intentando prolongarla todo lo posible. Pero el momento había llegado. Guardó sus cosas en su bolso y se lo cruzó. Tomó asiento en la barra y ordenó una copa, ya había visto a Nicholas, entrar desde las cámaras de seguridad de la oficina del encargado, así que solo esperaba a que la encontrara. Apareció justo después que ella bebiera el primer sorbo de su copa. Le hizo una señal al chico del bar y este le sirvió un coñac.

-¿Hay algo que quieras decirme? Porque esto tiene mis nervios de punta, tu expresión lúgubre me envía señales retorcidas y confusas, estoy imaginando lo peor

Y tenía razón en pensar eso. Una profunda respiración salió de Danielle, estremeciéndola, él, estaba en lo cierto y nunca antes se sintió tan expuesta. Acabó con su vaso de una sola vez, comenzó a llorar sin ser consciente de ello, las lágrimas simplemente cayeron por su rostro que se negaba a voltearse para mirarlo a los ojos, no se atrevía, así que armándose de valor inspiró y lo dijo

-Sabes…, tú y yo íbamos a tener un bebé –su voz era apenas un susurro asustado

-¿Qué? –se ahogó con su trago y comenzó a toser

-Iba a ser una niña, mi niña…

Levantó una mano y le hizo señas al chico del bar, pidió otra copa, ignoró las lágrimas, necesitaba pasar el amargo sabor que esa confesión le provocó. Era primera vez que lo decía en voz alta y se sintió incapaz de decir algo más hasta haber dado otro trago, pero entonces estaba la expresión que se leía en el rostro de Nicholas, debía continuar hablando

-Solo supe que era niña por unas horas pero ya la quería…, era parte de mí y yo en cambio solo pude ser una idiota egoísta -suspiró con tristeza ante el recuerdo-. Discutí con mi tía porque ella me estaba presionando para que te lo dijera y yo no quería, no quería a mi niñita cerca de tu drama, de tu familia, de Frida con su veneno y de tus, tus mentiras

-Estabas embarazada…

Susurró conmocionado procesando la información y todo lo que eso implicaba. Pero su mirada cargada con un brillo que Danielle, nunca había visto, hizo que un escalofrío la sacudiera, era como si Nicholas, estuviese concentrándose solo en la idea de ella esperando un hijo suyo y no en la tragedia

-Sí, yo… -inconscientemente se llevó una mano al vientre plano-. Yo nunca le había gritado a mi tía como lo hice ese día y, y si…, si no hubiera estado tan alterada, si hubiera estado alerta no habríamos acabado debajo de un montón de autos, ella no habría…, mi niña no habría… -no podía parar de tartamudear

-Dani… -tragó con dificultad-. ¿Íbamos a ser padres? –aun no lo creía

-…sí y por mi culpa ellas ya no están

-Oh…

-Perdóname, por favor Nic…, yo no quería hacerles daño…, yo solo

Ya no lo soportaba, no tocarla le dolía de un modo que no conseguía comparar con algún otro dolor…, así que no le importaron los intentos de Danielle, por mantener la distancia para evitar que la abrazara por lástima, pero se trataba de Nicholas, no le importaba que no quisiera, lo haría igual. La apretó con fuerza dejando que se quebrara sobre su pecho, estaba conteniendo los sollozos, la responsabilidad que cargaba sobre sus hombros era demasiado pesada para cargarla ella sola y no podía permitirlo. Tras varios minutos sosteniéndola en sus brazos el dolor se adhirió a su pecho, sus ojos ardían, su sangre se helaba y su corazón se encogía, no sabía qué hacer para reconfortarla

-¿Te lo dijo?

La sorpresiva aparición de Wes, impidió que Nicholas, se quebrara con ella justo allí en medio de un maldito club nocturno con la música demasiado alta para notar a los mirones a su alrededor

-Wes –suspiró controlando sus emociones

-Amigo, vamos a otro lugar

-De acuerdo

Preocupado y conmovido por la escena de ambos abrazados hablando de esto tan importante era la culpa que no la dejaba dormir por las noches. Wes, los guio hasta el auto que lo esperaba fuera del club. Nic, intentó no perder el contacto en ningún momento, no soltó su mano ni siquiera cuando se instalaron en el sofá de la sala de Wes.

-Tiene que tomarse estas

Wes, estaba de pie junto a ellos con un par de píldoras que había buscado de la cocina. Le ofreció un vaso de agua. Danielle, las tomó sin dudarlo, sabía que solo la cuidaba, pero esta parte era nueva para Nicholas

-¿Qué es eso?

-Algo que necesita para estar bien, tranquilo –le enseña el frasco

-¡¿Antidepresivos?! –sus ojos se abrieron por la sorpresa mirando a Danielle, con una extraña sensación de preocupación y temor por lo grave que debió ser todo para que necesitara esas píldoras

-Una versión más suave y natural, o algo así, son nuevas y también una aspirina cuando llora siempre le duele la cabeza

-Esto es… -intentó encontrar la palabra que describiera correctamente a lo que estaba sintiendo, pero no tuvo suerte

-¿Jodido? –sugirió Wes, tomando asiento junto a ellos en el sofá

-Puede ser

-Nic, yo lamento haber tardado tanto en decírtelo… -comenzó a decir Danielle, con ese nudo en la garganta

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