Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 162

4 meses más tarde

— ¡Ya vamos Danielle Allen! Vas a volver a verlo en menos de 48 horas, no seas dramática —gritó Mika, con enfado a través de la puerta

— ¡No me fastidies Mika! Nunca he estado tantas horas lejos de Nic

— ¡Son Las Vegas! Haz un esfuerzo y mueve tu culo al auto, Maru y Kristall, ya están esperando

— Bien, solo ve al auto, dame cinco minutos para despedirme

En cuanto Mika, dejó de golpear la puerta del despacho Danielle, pudo respirar con tranquilidad, y gemir. Estaba siendo penetrada por su perverso esposo sobre el escritorio y ya no aguantaba más, así que en cuanto tuvieron la suficiente privacidad se dejaron llevar y tuvieron un ruidoso orgasmo compartido.

— Te voy a extrañar nena —susurró Nic, besándola en los labios

— Yo también bebé

Lo besó una vez más antes de permitir que se apartara para bajarse del escritorio y poder limpiarse.

— Dile a mis monstruitos que tienen prohibido dar su primer paso mientras no estoy o no las perdonaré nunca

— Lo saben, pero se los recordaré —ríe divertido y encantado

— No puedo creer que ya tengan 9 meses, siento que solo ha pasado una semana desde que las expulsé de mi vientre

— No puedo creer que haya accedido a que te vayas por el fin de semana a Las Vegas —protestó haciendo un puchero nada propio de él

— Es el cumpleaños de Maru y toca Bruno Mars, esta noche, no pude negarme a eso, aunque yo me habría regresado en cuanto acabara solo para no dormir en otra cama y sola

— Yo tampoco quiero dormir solo, tendrás que recompensarme cuando regreses. Escríbeme si necesitan algo

— Te voy a necesitar a ti y ya has hecho más que suficiente

— Dani, solo es dinero, acostúmbrate a que tenemos y puedes gastarlo en lo que quieras

— Como este viaje a Las Vegas —suspira algo incómoda, aun no se acostumbraba a su nuevo estilo de vida

— Si, como este viaje así que olvídate de esos detalles y diviértete

— De acuerdo mi amor, ya me voy antes que Mika, venga y me arrastre al auto

— Estoy seguro que lo haría —sonríe rodeándole la cintura

— Y yo

Despidiéndose de su esposo con un apasionado beso tomó su bolso, se lo cruzó y salió del despacho solo para encontrarse a su amiga con una sonrisa perversa en el rostro saltaba a la vista que los había escuchado teniendo sexo de despedida.

— Si necesitabas un polvo antes de salir me lo tendrías que haber dicho

— Ya cierra la boca y vámonos, no quiero llegar tarde al concierto

Muy animadas las cuatro chicas tomaron el avión a Las Vegas, y en cuanto aterrizaron corrieron a su habitación a dejar sus maletas y de una vez se fueron a cenar y al concierto. Las entradas VIP, que les consiguió Nicholas, realmente eran tan buenas como presumía, la chica del cumpleaños fue feliz, lloró, gritó, saltó, se olvidó del infeliz que la dejó por “regalar” el dinero. Sus nuevas amigas eran geniales y alocadas como ella misma.

La mañana siguiente les pasó un poco la cuenta, tanto Maru como Danielle, amanecieron con la voz ronca, pero eso no les impidió salir de compras y a almorzar en un lujoso restaurante otra vez cortesía de Nicholas, claro que no era solo por placer, Danielle, tenía la tarea de probar los platos del chef, ya que estaban en negociaciones con varios candidatos para liderar la cocina del pronto a abrir restaurante del Garden.

— ¿Cuántos platos más debemos probar? —suspiró Mika, llevándose una cucharada a la boca

— Un par ¿ya tuviste suficiente?

— Claro que no, aun puedo un poco más —sonrió—. Aunque debo decir que mi estado físico aun no es el mejor, en cambio tú, ya estas como nueva, siento un poco de envidia

— Si, Dani, cuéntanos tu secreto —Maru, estuvo de acuerdo

— Bueno, Nic, me hace correr por las mañanas, odio ir al gimnasio que tenemos en la casa, no me gusta

— ¿Solo corres? —Maru, arqueó una ceja, no se lo creía

— Bueno entre otras cosas —insinuó Danielle—. No creo que Kristall, quiera oírlas

— ¡Ay vamos! Está claro que tú y Nic, tienen mucho sexo, es cosa de ver la estúpida sonrisa en su rostro todas las mañanas

— Tu hermano aún no sabe cómo controlar sus expresiones, su cara lo dice todo y nada. Cuando está molesto tooodos se enteran

— Y cuando han echado un buen polvo también —intervino Mika, riendo

El plan de esa noche era emborracharse al estilo Las Vegas, así que lo hicieron, luego de descansar por la tarde se fueron a cenar y después a un club solo para chicas, compraron una banda que decía “Novia” con una tiara y se la pusieron a Maru, fingieron estar en una despedida de solteras en un club de strippers

— ¡Ya me harté de ver penes tan bonitos! ¿Podemos irnos?

Gritó Danielle, sobre la música y los gritos de mujeres hambrientas por estos hombres hechos con Photoshop. Las chicas rieron y estuvieron de acuerdo en que ya había sido suficiente. Se trasladaron a un club y fueron directo a la barra.

— ¡Vamos Dani, bebe algo, no lo has hecho en toda la noche!

— No puedo Kristall —sonrió hacia su cuñada

— ¿Por qué no? Si es por mi hermano tranquila que lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas

— Tengo que alimentar a mis monstruitos, la leche sale de mí y no quiero embriagarlas —ríe al pensarlo

— Sí, es cierto, eres una boba por no haberte sacado más leche durante la semana, no tendrías que tener cuidado ahora —la regaña Mika

— Ya, ya, ustedes pueden beber por mí así que no se preocupen que de todos modos me la estoy pasando increíble

— ¡Muy bien! Que las palabras de Dani, se hagan realidad ¡yo quiero tequila!

Anunció una achispada Maru, seguida por Kristall, ellas ordenaron los siguientes tragos mientras que Mika, se quedó viendo a su amiga con una expresión de duda

— ¿Segura que va todo bien?

— Sí, por supuesto, lo he pasado increíble, nunca en mi vida había visto tantos penes erectos

— Sí, yo tampoco, pero puedes beber un mojito, el alcohol tarda 48 horas en salir de tus tetas, además deberías comenzar a darles leche embazada, una recomendada por su pediatra, así te liberas de tener que ordeñarte

— Me gusta sacarme leche, de todos modos es trabajo de Nic —se encoge de hombros restándole importancia

— ¡Ya basta! Ustedes dos están todo el día poniéndose las manos encima, me haces sentir envidia

— Vamos Mika, solo pon a trabajar a Leo, antes estaban teniendo sexo todo el tiempo y no les importaba si tenían visitas ¿ya te falla la memoria?

— Es culpa de Eliot, no le gusta verme cerca de Leo, mi gordo es un celoso

— ¡Mika! —la interrumpió Maru—. ¡¡Ven aquí!!

Con Mika y Maru juntas la noche se llenó de carcajadas, por un lado Mika, no tenía filtro y por otro Maru, era muy graciosa, más cuando estaba borracha, así que la tarea de llevarlas al hotel le tocó a Danielle, por suerte Kristall, estaba mejor que las “M y M” como se auto-bautizaron. Cada una se hizo cargo de una de las chicas asegurándose de dejarlas en su habitación y en la cama. No fue un trabajo fácil, de hecho la charla borracha era mucho más interesante que una estando sobria.

— Mi “M” cayó frita en cuanto tocó la cama ¿Cómo te fue con la tuya?

— Bueno Kris, a Mika, le da por tener las más profundas conversaciones cuando se encuentra borracha, por suerte ya no le quedaba tanta batería

— Uy Dani, tus amigas son demasiado enérgicas, tendré que prepararme para estar a la altura la próxima vez y ninguna conducirá, nosotras seremos las siguientes

— Claro Kris, ahora iré por algo de comer al lobby, que bueno que este hotel tiene una cafetería, se me antoja un pie de limón con violencia —confesó hambrienta

Epílogo 1

Epílogo 2

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