LIBIDO (COMPLETA) romance Capítulo 18

Me agarra de la cintura y me avienta al otro lado de la cama quitándome de encima. Se levanta rápido y con velocidad comienza a cambiarse lo más rápido posible. Antes de salir se gira a verme y me da una orden.

—No se te ocurra salir, hablar o hacer un ruido que llame la atención... Solo esperarme, vengo en un momento.

Tras cruzar la puerta sale corriendo a ver a aquella mujer, me queda claro que es su madre por la forma en la que lo llamó.

Jaxon Clark

No entiendo qué hace aquí mi madre, le he prohibido que venga a mi casa sin avisarme. Camino lo más rápido posible para encontrarme a la mujer más hermosa que conozco, mi madre.

— ¿Qué haces aquí madre?

— ¿Esa es la forma en la que saludas a tu madre? Que niño mal educado —reclama haciendo un puchero.

—No es eso, te he dicho que me avises antes de venir.

— ¿Tengo que pedirte permiso para venir? Ahora mi hijo me quiere dar órdenes. Pues te equivocas, soy tu madre y aun este con vida yo soy la que pone el mando. ¿Entendiste? —me regaña.

—Perdón, solo me sorprendiste.

— ¿No me vas a dar un abrazo?

— ¡Madre! —se me hace infantil que me trate como un niño, aun así, la adoro.

—Si lo sé, pero no me importa. Tú aun eres mi hijo, mi pequeño... Mejor yo te doy un abrazo —se acerca y envuelve mi cuerpo con su calidez.

—Te extrañe mucho hijo —con su mano acaricia mi cabello y besa mi mejilla.

—Yo también —admito aceptando su abrazo.

No tengo tiempo para visitar a mis padres desde que se retiraron del mundo de la moda y se han pasado la vida viajando por todo el mundo.

Mi madre se separa y me ve seriamente, algo que me deja confundido. Pone esa cara que reconozco bien, cuando que era pequeño hacía ese gesto cuando hacía travesuras, no entiendo el porqué de su gesto si no le he dado motivos para que se enoje.

— ¿Estabas muy ocupado antes de que llegará? —pregunta de repente.

¡Demonios! Mi madre es muy buena para atraparme cuando miento u oculto algo.

—No ¿Por qué lo preguntas?

—Entonces me explicas esos moretones en tu cuello.

«¡Mierda!»

—Me picaron los moscos, ya sabes, estos días han estado muy nublados y es temporada de mosquitos —fue lo primero que se me ocurrió.

— ¿Por qué estás tan despeinado?

Sus verdosos ojos se achinan y me mira con seriedad.

—Porque estaba costado, durmiendo.

— ¿Tú? Pero si tú no duermes en las tardes, siempre andas trabajando.

Su peso lo recarga en un solo pie y cruza las manos.

—Lo que pasa es que me quede despierto haciendo un informe de la empresa y me acosté a dormir a las cuatro de la madrugada.

Me siento como un estúpido mintiendo.

— ¿Me crees estúpida Jaxon Clark?

—No madre, claro que no.

—Pues me estás viendo la cara, dime quién está aquí aparte de nosotros.

—Nadie más.

—Dime o voy por ella.

Mi madre me amenaza, a esta mujer nada se le escapa, me conoce perfectamente.

—Madre... —insisto.

—Ve por ella que la quiero conocer.

—No es necesario.

—Jaxon Clark Milton ¡Ahora! —ordena con autoridad.

Mi madre no sabe nada de lo que hago en mi vida personal y por supuesto que no quiero que conozca a Mallory, ella es una más. Si se la presento eso sería meterla en un compromiso conmigo frente a mi madre.

Mi madre creció en un ambiente donde tener relaciones con una mujer es contraer matrimonio y formar una familia, ese tipo de vida de antes, donde la mujer se dedica a la casa y el hombre al trabajo. Aunque mi madre sabe que estamos en el siglo XXI, aun así, tiene restricciones en su educación. No me queda otra opción que presentarle Mallory como mi novia.

Regreso a la habitación encontrándome a Mallory con mi bata caminando de un lado a otro por toda la habitación nerviosa. Al verme parado en la puerta se detiene.

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