LIBIDO (COMPLETA) romance Capítulo 72

Meses después.

Desde que me mudé a la casa de Jaxon todo va de lo mejor, somos nosotros dos y nuestro grande morbo y amor. Hace tres meses comencé a trabajar con la empresa de mi madre y aunque aún me cuesta manejarla, Jaxon me ayuda. También he tenido que viajar a Canadá dos veces debido a los proyectos.

Hace una semana regresamos de una reunión en Francia conmemorando a la Lupercalia, el cual la pasamos más que increíble; esa noche nos unimos a una pareja de casados, jugamos entre los cuatro. Fue un sin fin de emociones y para culminar el día Jaxon y yo no la pasamos haciendo el amor como la mayoría de las veces lo hacemos, solos los dos. Debo admitir que utilizamos los regalos eróticos de Jaxon.

En estos momentos me encuentro en la sala trabajando en los nuevos diseños para las botellas de los nuevos perfumes. Mientras trabajo, como un poco de fruta picada; es tarde y Jaxon no se despierta para ir a trabajar. No hace falta levantarme para despertarlo, el solo llega a la sala con su pantalón de algodón y con su cabello alborotado.

—¿Por qué tan tarde, amor? —pregunto.

No responde a mi pregunta, se deja caer al sofá aun lado de mí y recarga su cabeza en mi hombro.

—Aún estoy cansado —habla con voz risueña.

Quito la laptop de mis piernas y la dejo en frente de la mesa de cristal. Tomo de su cabeza y lo hago recostarse sobre mis piernas.

—Toda la noche estuviste trabajando —le reclamo.

—Tenía un trabajo importante que terminar —se justifica.

—Ajá, pero después de terminar de trabajar como a las tres de la mañana me despertaste a que te diera un masaje y luego terminamos haciendo el amor —le recuerdo.

—Te gusto —asegura sus palabras con una sonrisa.

—Te dije que tengo que trabajar en lo diseños desde temprano.

—Tranquila nena, solo fue una hora.

—Una hora en la que pude aprovechar en descansar.

—No te enojes, mejor bésame —levanta sus labios en forma de puchero.

Una de mis cosas favoritas es verlo recién despierto. Se ve tan tierno adormilado dejando de lado el serio y frio hombre dueño de Milton's Corporation.

Desdé que comencé a vivir con él me di cuenta de muchas cosas sobre él, una de ellas es que le gusta que lo abrace mientras duerme o que lo mime antes de dormir, si no lo hago empieza a hacer pucheros, eso es una faceta que a simple vista es algo raro de ver en él. Recuerdo cuando lo vi la primera vez, tan elegante, frio, indiferente. Quien diría que aquel hombre fuera como un pequeño niño pidiendo por cariño.

Sin pensarlo beso sus labios, que a cada día me gusta besarlos con más frecuencia mientras acaricio su despeinado cabello.

—¿Terminaste? —pregunta al dejar de sentir mis labios.

—Sí, ¿quieres desayunar?

—Seguro Sonia tiene el desayuno preparado.

—Iré a ver.

Quito su cabeza de mis piernas, me levanto de mi lugar. Al estar de pie la mano de Jaxon aterriza en mi nalga haciendo un gran ruido, de inmediato la piel me comienza a arder.

—¡Oye!, eso me dolió —me giro y le reclamo.

No dice nada, solo se ríe. Es costumbre que haga esas cosas e incluso lo hace frente a sus amigos cuando salimos con ellos a beber…No le doy importancia y continúo con mi camino.

—¡Que hermosa mujer! —me alaga en un grito.

Su comentario me hace reír. Entro a la cocina y le pido a las empleadas que comiencen a servir el desayuno, asienten y regreso a buscar a Jaxon, le pido que se levante para sentarnos al comedor, pero se niega; agarra mi mano y me laja quedando yo arriba de él.

—¡Oye!, las empleadas nos van a ver.

—Y eso qué —dice como si no le importará la opinión de los demás, y a mí tampoco me importa, pero no es decente que las empleadas nos vean.

—No es agradable que nos vean en estas situaciones.

Y parece como si le hablara a la pared, me ignora poniendo sus largas manos sobre mis glúteos y comenzó a amasarlos.

—¡Oye! ¡deja ahí!

—No quiero.

—Deja que comportarte de esa manera, me enojaré y en serio te castigo de nuevo.

Entiende mi referencia y en seguida me suelta.

La última vez que lo castigue sin tener relaciones sexuales fue hace unos meses, cuando me hizo de enojar al enterarme que una modelo suiza le mandaba mensajes morbosos. Me enoje con él que termine durmiendo en otra habitación, él hizo lo posible para pedirme perdón y en una semana lo perdoné.

Nos levantamos del sofá y vamos al comedor a desayunar.

En la tarde Jaxon me pide que no trabaje porque él tampoco fue a trabajar para estar conmigo. Me pide una cita y acepto a salir con él, me es imposible decirle que no.

Opto por ponerme un vestido blanco tres cuartos arriba de la rodilla y unas zapatillas color rosa pastel. Me admiro por el espejo y al estar conforme con mi atuendo, agarro mi bolso y mi celular. Jaxon va un poco formal, solo un pantalón pegado a sus piernas una camisa holgada de girasoles color negra y su saco; aun así, no le quita lo sexy que se ve, es muy vanidoso.

Ambos subimos a su auto y vamos a nuestra cita; no tengo noción a dónde vamos a ir. Durante el trayecto le pregunto, pero lo único que dice es que iremos a un hermoso lugar. Tardamos en llegar dos horas, estaciona el auto a lo lejos, bajamos y continuamos a pie.

Con trabajo puedo caminar sobre el césped por los tacones; Jaxon nota mi dificultad de caminar, se agacha para quitármelos y me carga entre sus brazos hasta llegar a nuestro destino.

Al tener la estructura enfrente de mí, quedo impresionada por el lugar. Me baja de sus brazos y yo aun me quedo contemplando el lugar.

—¿Cómo esto es posible? —pregunto ante la maravilla que ven mis ojos.

—La mande a hacer para nosotros, para que vengamos a vacacionar en caso de no querer salir del país.... ¿Te gusta?

—Me encanta —digo con emoción.

Capítulo 71 1

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: LIBIDO (COMPLETA)