LIBIDO (COMPLETA) romance Capítulo 74

Dos años después.

Jaxon y yo estamos preparando los bocadillos para la pequeña reunión de esta tarde. Cada mes reunimos a nuestras familias para convivir y, esta vez papá vendrá. Después de que nació Doreen, dos días después tuvo que regresar a Italia y ahora después de un largo tiempo vendrá de nuevo a visitarnos.

Recuerdo bien ese día.

Después de mencionarle a Jaxon sobre mi embarazo no tardó en hacerse viral la noticia. Primero se enteró mi padre, quien dio un grito en el cielo y vino hasta Alemania para verme, estaba muy feliz que ese día lloro junto a mí; me aconsejo como si fuera mi madre, y lo es, es mi madre y padre. Tanto Jaxon como yo no nos salvamos de la gran charla de cómo ser buenos padres, lo típico de papá. Duramos seis horas en esa charla. De mi parte escuche todo lo que dijo; sé y estoy segura que sus consejos funcionarán porque ha sido un buen padre para mí.

Días después se enteraron los padres de Jaxon, de la misma manera se pusieron felices con la noticia y luego lo supo su familia y por último nuestros amigos.

Jaxon insistió en ocultarlo hasta que naciera Doreen, no quería que los periodistas me molestaran durante el embarazo. La familia y nuestros amigos aceptaron no decir nada.

Todos los días Clark se mostraba atento a mis síntomas, desde la segunda ecografía hasta la última me acompaño al médico, me compraba lo que se me antojaba, incluso si era sexualmente. Me regañaba por trabaja en exceso, incluso dejo de ir a su empresa y trabajo desde casa para cuidarnos. Cada día, cada tarde y noche él se encargaba que comiera a mis horas y sin poder evitarlo subí de peso por comer tanto, no me importo y a él tampoco.

Un mes antes del parto programado, fuimos a nuestra cabaña en medio del bosque y nos quedamos un fin de semana solos. Por la mañana nos la pasamos en la laguna y me puse un traje de baño de dos piezas para lucir mi pansa. Ese día Jaxon me tomo muchas fotos, también nos tomamos unas juntos y las subió a sus redes sociales.

A partir de ese día los periodistas siguieron a Jaxon como abejas en la miel; lo bueno es que no me siguieron por órdenes de Jaxon. Ese mes me quede encerrada en casa por los periodistas y, antes del día esperado se me adelantó el parto por cinco días.

«Tampoco olvidaré ese día.»

Estaba con Alexandre platicando; él se ha vuelto mi mejor amigo, además me presento a la nueva chica con la que está saliendo. Estaba abriendo el regalo me que compró Alex para Dalia Doreen, ese fue el primer trajecito que le puse cuando nació.

Lo que en realidad pasó fue, subí a la habitación a dejar el regalo y de regreso mientras bajaba las escaleras la fuente se me rompió dejando un charco sobre las escaleras, me puse demasiado nerviosa, grite el nombre de Alexandre y él en seguida llegó, al decirle lo que me pasó se puso nervioso y no tenía idea de que hacer, pidió por ayuda, las empleadas llegaron y una de ellas se encargó en llamarle a Jaxon, quien tuvo que salir a arreglar unos diseños para las modelos, una junta importante.

Después los dolores se presentaron y fue en donde Alex entro en pánico, él estuvo conmigo mientras llegaba la ambulancia. Las contracciones me mataban de dolor que él me ayudo a relajarme dándome su mano para apretarla.

La ambulancia llego minutos después, de urgencia me llevaron al hospital y en seguida me atendieron. Jaxon no tardó en llegar a mi lado; la doctora nos aceptó y dijo que tenía que caminar para dilatar más. Eso fue muy cansado y doloroso para mí.

Jaxon me ayudo a caminar y cuando ya no pude más la doctora me reviso de nuevo y dijo que era el momento. Entramos al quirófano, Jaxon me acompaño agarrándome de la mano, podía sentir el nerviosismo en su mano.

El parto comenzó y fue doloroso, pujaba y pujaba hasta que me quedé sin fuerza y, después de varias dolorosas horas de parto al fin la pequeña Doreen nació.

Recuerdo su preciosa carita. Lloré en el momento en que la vi y Jaxon también lo hizo, incluso beso su cabeza; la doctora se la dio a las enfermeras y se llevaron para limpiarla y hacerle exámenes.

Ese día puedo decir que es el mejor de mi vida, al traer a esta vida a Dalia Doreen Clark Hoffman.

Los padres de Jaxon; más su madre, están fascinados con la niña, incluso nos visita a menudo para ayudarme con los cuidados de la niña mientras me acostumbro.

Ahora que Doreen es más grande, decidimos reunir a la familia y amigos para que la conozcan bien. Al principio cuando nació era muy pocas veces que la venían a verla por ser recién nacida, después de le dio gripe y la tuvimos que aislar. Muy pocos convivieron con ella, por eso realizamos esta reunión.

Las empleadas les dimos el día libre, Jaxon y su madre ponen la carne en las brasas, mientras llegan los demás. Estoy con Doreen y mi padre, le platico de como he estado estos meses.

Papá vino con su pareja Gina, hace unos meses comenzaron a salir y me alegro por él, mi padre se ve más feliz con ella y acepto su noviazgo. Gina es una buena mujer, al estar con mi padre lo veo muy feliz. Ella es muy linda y amable, es bueno, lo único que quiero es que cuide de él.

Doreen se despierta de mis brazos y papá me la quita para cargarla y jugar con su nieta. Mientras platico con Gina de cómo se siente estando en Alemania.

Poco a poco llegan nuestros amigos e incluso Alexandre, después llega la prima de Jaxon con Annie y entre la madre de Annie e Isabelle Milton comienza a servir la comida, todos nos sentamos alrededor de la mesa para comer el banquete. Papá deja a Doreen en su carriola a un lado de mí; mientras ella chupa su chupón me dedico a comer. Minutos después se queja y extiende sus pequeños brazos indicando que la cargue. Dejo mi comida, limpios mis manos con la servilleta y cargo a mi hija entre mis brazos. Le quito su chupón y la siento entre mis piernas para terminar de comer.

Es difícil poder comer con solo una mano. Alex se percatada de mi dificultad para comer, se levanta de su lugar y se acerca a mí.

—Estoy libre, termine de comer; dame a la niña para que termines.

Le agradezco y le doy a Doreen que al momento se pone contenta con su tío Alex. Se aleja con mi hija en brazos unos metros y comienza a jugar con ella haciéndole mimos como un buen tío. Desde que Alexandre estuvo conmigo todo el tiempo en el hospital, a partir de ese día le tomó cariño a Doreen y ella a él; y de vez en cuando Clark se pone celoso por robarle la atención de su hija.

Después de comer comenzamos platicar y a beber un poco. Doreen pasó por los brazos de todos los presentes e incluso Hanna estaba muy contenta con ella porque Ben nos dio la noticia de que serán padres; todos los felicitamos y les deseamos lo mejor.

Todo fue risas y con ello la noche nos cayó. Nuestra familia se fue y solo nos quedamos entre amigos. Después de recoger y limpiar entramos a la casa a beber. Jaxon se quedó con los chicos en la sala, Hanna y yo subimos a mi habitación. Al llegar a la habitación, dejo a Doreen en la cama y después la invito a sentarnos en el sofá y a platicar, ya que es mi única amiga, mujer.

Platicamos por un rato sobre nuestras vidas, ella me dice lo feliz que esta por esperar la llegada de su hijo y yo le cuento lo feliz que se siente tenerlo en el vientre, aunque también le digo las desventajas de los síntomas de embarazo.

El ruido de la puerta ser tocada nos interrumpe. Me levanto a abrir la puerta y veo a Milo frente a mi con esa típica sonrisa grande que lo caracteriza.

—Debes de ponerte esto —me extiende una bolsa de papel y la acepto confusa.

Curiosa, abro la bolsa y noto la ropa.

—¿Para qué? —pregunto desconcertada.

—Debes usarlo. Es necesario.

Se va sin darme otra explicación. Cierro la puerta y Hanna insiste en que me ponga lo que me dio Milo y me meto a mi guardarropa. Al sacar las prendas me doy cuenta que es una falda negra, camisa blanca y un saco con unas zapatillas. Sin entender nada salgo del baño con la ropa puesta.

Hanna, asombrada, se acerca a mi tocador y agarra una de mis cintas de cabello, se acerca a mí y me amarra mi castaña melena dejándolo en una coleta alta.

—Debes bajar —dice.

—¿Qué? —no entiendo nada.

La rara actitud de Milo y Hanna me cofunden, pero diciendo las siguientes palabras sospecho que se traen algo entre mano.

—Baja con los chicos. No te preocupes yo me quedo con Doreen.

No digo nada y salgo de la habitación, antes le doy un beso a mi pequeña en su frente y bajo a la sala donde están los chicos. Llego con ellos a la sala y les hablo captando su atención, al instante todos me voltean a ver.

—¿Me pueden decir que está pasando?

—El señor Clark la está esperando en su despecho —dice mi gran amigo, Alex.

Sorprendida por la manera en que lo llama, no digo nada y hago lo que me pide. Llego hasta su despacho y toco la puerta para verificar si Jaxon está adentro. En seguida escucho su voz dándome la autorización de entrar, giro el pomo y entro.

Lo busco con la mirada, trato de ver algo raro; nada, todo está normal. Volteo hacia su escritorio y veo su cabello castaño sobre salir sobre el respaldo de su silla.

—¿Jaxon?

Y como la velocidad de la luz el recuerdo viene a mi mente. La primera vez que lo conocí.

Él gira su silla dejándome ver su rostro, percatándome de su vestimenta, es la misma que utilizo cuando nos conocimos.

—Señora Hoffman —me habla como si no nos conociéramos.

«Esto es divertido», pienso con diversión.

Con melancolía recuerdo las palabras que pensé antes y después de verlo. Pensaba que era un gruñón, enojón anti social; pero ahora es todo lo contario, es el amor de mi vida y el padre de mi hija.

Se levanta de su silla y camina hasta ponerse en frente de mí.

—Señorita Hoffman. Un placer que este aquí.

Estoy conmocionada, no sé qué decir.

Sujeta mi mano y me hace caminar hacia la pequeña sala que tiene adentro. Con caballerosidad me sienta en unos de los sillones y él se sienta enfrente de mí.

—Entiendo su confusión señora Hoffman, pero es necesario tener su presencia.

Epilogo 1

Epilogo 2

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