Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 37

Estaba molesto pero también se sentía herido, la mujer que lo observaba con esos familiares ojos no era su Danielle, dulce y comprensiva, a esta mujer no la conocía.

Nicholas, solo caminó hacia la puerta, pasando junto a ella se largó sin mirar atrás. Le había mentido.

Conteniendo sus ganas de llorar por el modo en que Nicholas, había reaccionado decidió que ya era hora de acabar con esta estupidez, con esa mierda que no era su asunto.

Como alma que lleva el diablo Danielle, salió de la habitación y fue directamente a encontrarse con Frida y Theo, pero como no todo iba de acuerdo al plan, hace un buen rato Paul, el abogado/amante de Frida, se cruzó nuevamente en su camino y ay pobre de él, porque si su intención es buscarla entonces definitivamente la iba a encontrar

— ¿Qué planeas hacer ahora Dani? No puedo creer que la desesperación te haya hecho saltar a los brazos de un anciano, oye hasta te podría presentar a un amigo si estás así de desesperada

Abrió la boca para decirle un par de cositas pero a último minuto se arrepintió. Tomó aire y le respondió;

— ¿Crees que a un amigo tuyo con gustos tan refinados pueda gustarle alguien como yo? Ya sabes corriente y pobre, si gracia

— Puede que no me agrades niña, pero no estoy ciego

— ¿Qué hay de ti?

— ¡Vaya! Desesperada a la vista —se burló—. Tengo mejor gusto en mujeres

— Si tú lo dices abogadito engreído

Ignorando su insulto siguió su camino y entró de una vez en la habitación, caminó hacia Theo, quien hablaba con Frida, muy pegada a él, como si no hubiese visto el beso que compartieron hace un momento atrás

— ¡Ya está aquí!

Anunció Theo, con entusiasmo lanzándole una sonrisita cómplice a Frida, antes de acercarse a Danielle, y rodearle los hombros

— Frida, hermosa quiero presentarte a mi Musa, mi fuente de inspiración —empujó de Danielle, hasta llegar a Frida—. Mi Danielle, Musa, Ella es Frida

Intercambiando miradas asesinas por parte de ambas Frida, fue quien habló primero y como esperaban fingió no conocerla y la saludó toda sonrisas.

— ¿Te gusta su vestido? Es el último de mi colección, este no fue mostrado en pasarela, lo he creado solo para mi Musa ¿qué opinas?

— Sin duda tienes un don para hacer que cualquiera luzca a la altura —opinó con malicia

— Bueno la belleza y elegancia ya las posees Musa, pero el color y el corte de la tela te transforman en perfección —provocó a propósito—. ¿Verdad encanto?

— No puedo discrepar con el experto, Es un vestido fantástico

Theo, acabó con el asunto de la prensa permitiendo que tomaran algunas fotografías del último diseño y de él, con su Musa, antes de despacharlos. Se las ingenió para encontrar qué decir y continuar provocando hasta que se inventó algo para dejarlas a solas

— Muy bien ¿qué demonios haces aquí mosca muerta?

— Ya escuchaste a Theo, soy su Musa, su ins-pi-ra-ción —la provocó reconociendo su intención de intimidarla e insultarla hasta deshacerse de ella

— Quiero que te largues, Theo, es mucho hombre para ti, solo te está utilizando para su colección

— ¿Tu puedes con un hombre como él?

— ¡Por supuesto! Necesita una mujer que sepa satisfacerlo en todos los ámbitos de su vida, conmigo ya pronto dejarás de ser su Musa, yo soy lo que desea ahora

— ¿Y tu novio el abogado?

— ¿Qué novio? Yo no necesito a un hombre que me limite y diga qué hacer

— Te hartaste del abogado iluso que te dio la información para extorsionar a tu ex esposo ¡qué sorpresa!

— Sé mantener interesados a los hombres, no bastan un par de pálidas tetas

— Pero son naturales —se burla para nada tomándola en serio

— Experiencia tontita

— Estoy confundida ¿a qué tipo de experiencia te refieres? ¿Como zorra o teniendo hijos de hombres que no te quieren?

Siendo lo único que sabía hacer en estos momentos Frida, levantó su brazo y estrelló su palma en la mejilla de Danielle

— Qué básica, no cambias Fridita, hablas y hablas solo quieres acaparar ¿no te aburre estar sola, que nadie te quiera? ¿Ni tus hijos? ¿Los extrañas al menos?

— ¿Básica yo? ¡Pendeja tu eres la que no supera a Nicholas, ya olvídalo y cásate antes que se te pase el tren! Y no hables de mis hijos que están muy bien cuidados

— Por otras mujeres de seguro

— ¿Qué, es acaso tu plan ser la nueva mami de mi hijo? Te estuve mirando coqueteándole a Simon —comenta con burla—. A él le gustan rubias y elegantes no burdas y ordinarias

— Bueno cuando me llame tendré que rechazarlo porque ya pidió mi número. No me va tan mal como tú piensas de hecho un señor muy amable me ha regalado uno de los vestidos del desfile

— Debiste darle lástima —sonrió venenosa

— O tal vez ya se aburrió de ti —la provocó

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