Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 17

En silencio Nicholas, la llevó a su restaurante italiano preferido en donde la misma esposa del dueño los atendió en cuanto llegaron, había enviado un mensaje avisando que no tenían mucho tiempo

-¿Qué? -preguntó al verlo tan callado y con la mirada clavada-. ¿Por qué miras tanto el suelo? -se inclinó sobre la mesa para ver si había algo junto a sus pies

-No hago tal cosa -se acomodó en la silla inquieto

-Bueno, don “conozco a los dueños” dime algo ¿has hecho algo interesante? Hablemos

-Trabajar, cené con Vincent y Jim la otra noche, fueron a Londres, por algo en el trabajo de Vin… -comenta sin ganas

-¿Ya no ves a tu amiguita?

-Vanessa –aclara

-Sí, esa amiga ¿hay otra? ¿Una ex o no ex? –insinúa curiosa ya que no ha mencionado nada de eso

-No hay nadie, solo tú

-Que cursi -sonríe con las mejillas ligeramente ruborizadas

-¿Por qué trabajas de anfitriona en ese restaurante? Eres lo suficientemente inteligente como para encontrar algo mejor

-Es divertido, conozco a gente a diario, me distraigo –ignoró el disgusto por su trabajo nocturno

-¿Distraerte de qué?

-De todo, no tengo tiempo para pensar..., me gusta sentirme útil

-Siempre lo eres Danielle

-Gracias –forzó una incómoda sonrisa detestaba sus desplantes de superioridad

-Lo digo en serio, eres una mujer inteligente y muy capaz de todo

-Te creo que es en serio, te has puesto todo estirado

-Puedo hacerte una buena carta de recomendación si lo deseas o te puedo conseguir entrevistas, conozco a mucha gente

-Nic, gracias de verdad pero justo ahora estoy donde quiero estar, son trabajos que no me llevo a casa, simples pero satisfactorios

-¿Trabajos?

Guardó silencio, se le había escapado que tiene otro trabajo. Pero no estaba dispuesta a contarlo, así que miró a su alrededor y fue un alivio ver a la señora que los recibió acercarse con la comida

-No puede ser... -suelta genuinamente sorprendida-. ¿Viste el tamaño de esos platos?

-Los conozco –espeta cortante

-De haberlo sabido habría dejado de comer desde ayer ¡son gigantes!

-Están tan bien preparados que no serás capaz de detenerte

No podía molestarse cuando estaba siendo honesta y contestando a todo lo que él preguntaba en cambio él, evitó todas sus preguntas.

-Tengo una hora para tragar –suspiró enamorada de su enorme plato de pasta

-Dani...

Comenzó a discutirle pero el brillo en su mirada ante el perfecto plato de pasta al pesto delante de ella le cortó la respiración, era tan simple hacerla sonreír que había olvidado por completo la sensación, las mariposas en el estómago o el hormigueo en la nuca provocaban esta reconfortante sensación… La observó dar el primer bocado y lanzarle una sonrisita de aprobación. Eso fue todo, se rindió a que si ella quería que la siguiera como baboso por toda la ciudad esperando que le diera esa oportunidad y que formalizaran la relación entonces lo haría. Haría todo lo que ella quisiera porque estaba decidido. Esta es su oportunidad y no la va a desperdiciar.

-Te gusta el cine ¿verdad? –comentó cambiando de tema (en su cabeza)

-¡Dah! Por supuesto ¿me vas a invitar al cine? –sonríe entusiasmada

-No

-Oh... ¿te puedo invitar yo?

-No

-¡Bueno ya! Basta con esas respuestas odiosas –lo apuntó con su tenedor como advertencia

-El hotel hará la proyección de una película independiente y me gustaría que fueras contigo –explicó don seriedad

-¿Cómo una premier? –sus ojos brillaban entusiasmados

-Algo así

-¿Te invitan por ser el dueño?

-Sí, y por mi influencia, tengo un publicista que maneja esas cosas, mi imagen

-Don celebridad ¡cuidado Paris Hilton! –bromeó divertida

-Danielle

La regañó, pero no pudo contener la risa ante su ocurrencia y se largó a reír llamando la atención de varias mujeres en el restaurante que se voltearon a verlo

-Me gusta que te rías así, te ves joven y agradable -bromeó pero hablaba en serio-. Y llamas la atención de todas las perras mironas

-¡Danielle!

-Míralas, te están desvistiendo mientras tienen la boca llena de calorías

-Tú me haces reír como tonto con las cosas que dices –volvió a reír

-Solo digo lo que pienso –le guiñó

-No es tan bueno que hagas eso

-Lo hago con la gente que me conoce, así que… -le hizo un movimiento de cejas insinuando lo obvio

-¿Confías en mí?

-En varios aspectos, si y no suenes tan sorprendido, no estás tan mal Allen

-Mi meta son todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas, juntos, claro

-¿Te vas a poner romántico?

-Es san Valentín -se encoge de hombros

-Es solo un día, la gente debería ser atenta todo el año con su pareja y no solo porque el calendario lo indica –gruñó Danielle, llevándose a la boca una buena porción de pasta

-Me gusta cuando protestas

-No lo hago, estamos teniendo una conversación, son divertidas ¿verdad? –lo molesta un poco burlándose de lo serio que es

-Claro. La proyección ¿vendrás conmigo? –le recuerda impaciente por una respuesta

-Si

-Es de gala

-Encontraré algo en el vestidor de Mika o Amanda –le resta importancia

-O puedes dejarme eso a mí –sugiere echándole un vistazo a su escote

-¿A ti? –arqueó una ceja a la espera de más

-Sí, he conocido a varios diseñadores ahora que estoy en esto de la hotelería

-¿Ninguno se ha enamorado de ti? -cuchichea divertida

-No sé de lo que hablas

-¡Vamos! Eres un bombón, más de alguno debe haber babeado por una de tus miradas asesinas

-Tonterías

-¡Vamos niño rico! Que eres un vanidoso y pretencioso ¿no te acuerdas cómo te fijabas en mi ropa los primeros meses? Criticón

-Te miraba el culo, lo recuerdo

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