Mi primera vez (COMPLETA) romance Capítulo 12

—¿Sorprendida del poder de esta belleza?—fanfarroneaba adelantando auto tras auto.

—Un poco—asentí, pero en el fondo no me hacía gracia nada de lo que Mate dijo.

—¿Al menos te tratan bien en la empresa de Nicky?—volteó a verme con este lente que reflejaban mi rostro.

—Desde que entré a la empresa me han tratado bien, como ya sabes estoy en periodo de prueba y creo que lo hace para ver el buen desempeño de sus trabajadores.

—¡Já! Por más cosas que haga Nicky este año reinaré nuevamente en el negocio.—elevó sus cejas.

Hace poco me caía bien Mate pero se estaba tornando un poco molesto escuchar como se expresaba de su "amigo".

—¿Tu empresa es algo que te dejó tus padres o tu la fundaste?—quería saber si alardearía esta vez.

—Es una empresa que mis padres fundaron hace muchos años, pero descubrieron que yo tengo la habilidad para los negocios y la hice crecer en un período récord, así que estás con toda una celebridad en eso—puso su mano derecha en mi pierna, la otra la mantenía en el volante.

—Pues... qué bien por ti—aparté mi pierna, me sentía raro que un hombre me tocara en esa zona, es más. Nunca alguien lo había hecho.

—Ya casi llegamos—giró a la izquierda.

—¿Regresaremos temprano? No quiero que abuses del tiempo que te dedique, quizá al final Nicky se enoje porque me la pase todo el día fuera de la empresa.

—Ya cálmate, Alicia , el debe de estar en otras cosas más importante como para ponerte atención a ti.

Auch... eso si me dolió, pero quizá Mate tenía razón.

Mate estacionó su coche lujoso en la entrada de su empresa, esta era enorme, sus vidrios color cielo eran impresionantes. En solo la entrada había una fuente enorme con una estatua de Mate, encima del techo del edificio estaban sus iniciales, tan imponentes como él.

—Estaciónalos en el lugar de siempre—le daba la llave a un sujeto que esperaba en la entrada.—bienvenida a mi empresa, Alicia , que todo lo que se haga acá te sirva.

Asentí, elevando mi vista a ese alto edificio.

—Buenos días, Veronica.—saludó a su secretaria. Era una mujer que parecía modelo, su cabello estaba muy bien peinado.—ella es Alicia , una buena amiga.

—Mucho gusto—saludé extendiendo su mano, tenía las uñas pintadas en negro.

Mate era más que el jefe de esa empresa, todo lo que se movía dentro de ahí ya Mate lo sabía, se paseaba dentro de la empresa como si fuese su hogar, no era para menos, quien sabe cuantos años tiene el aca.

—Te llevare a un lugar en especial—me tomó de la mano. Una vez más me sentía incómoda con las cosas que Mate hacía, pero no lo tomé a mal, seguro era parte de su personalidad el ser muy educado.

—Está muy elegante tu empresa, Mate, tiene una temática muy diferente a la de Nicky—me quedé pasmada por un momento.

—El. Si, mi amigo es un poco aburrido con sus cosas, pero dejemos de hablar de él ¿vale? Él quedó allá y yo estoy acá.

Seguimos caminando por unos pasillos llegando detrás del edificio.

—¡Qué hermoso!—llevé mis manos a mi boca de la impresión.

Era un hermoso jardín lleno de variedades de flores, habían de todos colores. El aroma fresco penetraban mis fosas nasales.

—Sabía que te gustaría—dijo enorgullecido.

Me puse de cuclillas, tomé una de color violeta.

—Espera...—cortó una y me la puso en la oreja—Te tomaré una foto.

—¡Mate!... No lo hagas por favor—me tapé la cara de vergüenza.

—Oye, tranquila, solo es una foto. Tan solo mírate, Alicia , eres una mujer realmente hermosa.—tomó la foto después de todo—mira—la reveló en su celular—te ves tan hermosa como las mismas flores del jardín.

Me sonrojé demasiado.

—Qué exageraciones dices—bufé—debes de estar acostumbrado a estar con mejores chicas que yo y me dices eso.

—Tu no tienes comparación, Alicia , por favor no vuelva a expresarte de esa forma—se puso serio.

—Está bien—eleve mis manos en símbolo de paz.—envíamelas al WhatsApp mejor.

—Bien, regálame tu número—nos quedamos viendo por unos segundos.

—Agrégalo—se lo di.

—¿Cómo quieres que te ponga?—sonrió.

—Alis, ponme, Alis—le sugerí.

—Está bien, mira—me enseñó su celular y me había agredado como Alis

Mate solo sonreía.

—¿No era que veníamos a ver cosas de la empresa?—levanté mi ceja derecha.

—Calma, necesitaba quitarte ese mal ambiente de la otra empresa, mira que ahora sonríes y estás mejor—nos fuimos del jardín.

Mate empezó a mostrarme su empresa y todos los movimientos que hacían, eran bastante complejos en todas las secciones.

—Creo que es suficiente, Alicia , ya hemos caminado mucho. ¿no te sientes rendida?—frunció el ceño.

—La verdad si, estos zapatos son un poco incómodos y ya me duelen bastante los tobillos.

—Vamos a mi oficina mejor—sugirió yéndose de ahí.

—Como quieras—lo seguí.

—Ponte cómoda, Alicia , si quieres puedes quitarte esos zapatos—entramos a la oficina.

Tenía un olor a canela, la decoración era un poco juvenil, tenía ventanas corredizas por doquier. Desde la oficina tenía una vista impresionante a la ciudad, era un giro de ventanas en trescientos sesenta grados.

—Espera un poco, pondré un poco de música.—encendió un sonido estéreo con música ambiente.

—¿Crees que nadie vendrá?—quise saber.

—En esta empresa no se mueve nada si yo no lo ordeno, así que nadie vendrá—hablaba de manera imponente como todo un señor manda más.

Si Mate dice esas cosas quien sabe qué otras cosas también han de pasar en esta oficina—rodé mis ojos.

—¿Y siempre eres así?—lo observé mientras él buscaba algo de licor.

—¿A qué te refieres?—volteó una mano.

—Me refiero a tu sentido del humor, si eres así con tus empleados o ¿solo eres así conmigo? Digo, tratando de impresionarme o algo así.

—Yo soy así con todos, pero contigo lo soy más—se me acercó colocándose en frente, su mirada me hacía sentir cosas, una vez más me sentía toda una presa.

—Qué dicha la mía ¿no?—di unos dos pasos hacia atrás o Mate me devoraría.

—Me gusta tu forma de ser ¿sabes?—se retiró.

—¿Y como se supone que es mi forma de ser?—puse mis labios en una sola línea.

—Puedo sentir tú esencia, eres una mujer sencilla, me gusta estar rodeado de personas transparentes, no creas que no me doy cuenta cuando alguien se acerca a mi por interés—agitaba su vaso haciendo un sonido entre el choque de los cubos de hielo.

—La verdad solo actúo como soy, si le gusta a las personas bien, sino también—levanté mi mentón en forma de orgullosa.

De pronto Mate se quitó su camisa.

—Hace un poco de calor ¿no? Por suerte tengo más ropa acá—dirigiéndose a un pequeño vestidor que tenía en su oficina.

Su cuerpo estaba bien trabajado, el sudor escurría por su espalda y en ese momento no sé qué cosas sentí acá abajo, cruzando un poco mis piernas. ¡Qué me pasa! Traté de ver hacia otro lado pero había algo que hacía que mi mirada regresara al cuerpo de Mate, en su espalda tenía un tatuaje que le cubría toda su piel, era un tatuaje de un lobo abriendo sus fauces, se miraba temible al enseñar sus colmillos.

—Listo—poniéndose una camisa holgada.

—Está bien—mi vista estaba en otra dirección antes que el volteara.—me pareció verte un tatuaje—le dije—creí que a los empresarios no les gustaba ese tipo de cosas. ¿Qué significado tiene?

—Bueno, el que sea empresario no quiere decir que mi espíritu de joven murió, al contrario soy alguien como cualquier otro, lo único millonario—carcajeó.

Una vez más no me caía en gracia sus bromitas.

—El significado es que me identifico con el lobo, por su tenacidad, su poder—se sentó en su silla.

—Solo te falta tu alma gemela—le sonreí.

—Está en proceso—echó su mirada a mis senos. Lo pude ver.

—Suerte—sonreí.

—Lo que me propongo lo consigo, Alicia , nunca puedo perder ante eso—se escuchaba temible.

—¿Y si un día no llega a suceder lo que quieres?—quise saber.

—Sucederá, pase lo que pase, pero sucederá. Puedo mover el mundo entero para que eso suceda—sonó extremista.

—¿No crees que es hora de irnos?—sugerí.

—Si es tanta la insistencia Ok. Nos iremos.—se levanta para ir a la salida.

—¿Te gustó el tour que hicimos en mi empresa?—encendió el coche.

—La verdad si, en especial me gustó ese jardín que tienes detrás—abroché el cinturón.

—Deberías de venir más seguido—arrancó.

—Veremos... no prometo nada, ademas esta visita surgió así de la nada, pero si Nicky me da el trabajo no tendré tiempo de venir acá.

—Por cierto, ¿por qué no aplicaste antes en esta empresa?—adelantó a un coche.

—No sé, ni siquiera la conocía y de ser lo contrario no lo hubiera hecho, tan solo de ver cómo es no me hubiera sentido capaz de competir con los otros candidatos.

—Deberías de tener más confianza, en cualquier empresa podrías encajar perfectamente.—me animó—incluso me gustaría que trabajaras conmigo, piénsalo un poco, conmigo no entrarías en prueba a cómo estás donde Nicky—guiñó un ojo.

—Lo pensaré no te preocupes—en el fondo no quería que las cosas salieran tan fáciles, lo miraba injusto para aquellos que sí se esfuerzan por lograr sus metas, así que yo también tenía que esforzarme.

—¿Aceptarías salir un fin de semana conmigo? Si quieres elige tú el lugar para que no te sientas incómoda—estacionaba su coche frente a la empresa de Nicky.

—Si me animo yo te confirmo antes que llegue el fin de semana—bajé de su coche para despedirme.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi primera vez (COMPLETA)