Mi primera vez (COMPLETA) romance Capítulo 10

—Le pregunté a ella, Nicky —murmuró su padre. Me sentía mal por Nicky, su padre se portaba muy mal con el. Podía sentir su cuerpo tenso. En el fondo quería poner mi mano en su espalda y tranquilizarlo. Pero se miraría muy raro.

—Como dijo el señor Chance llevo un día nada más. De prueba —sonreí— Y vivo en... —los barrios bajos de Chicago—... Un departamento —fue lo único que dije. No podía decirle nada de mi pobre vida, en realidad ellos estaban acostumbrados a otro tipo de cosas.

—Eres muy hermosa, Alicia —me halagó. Cosa que seguramente me hizo sonrojar.

—Gracias.

—Es lo mismo que digo yo —ahora fue Mate quien habló. Había pasado en su teléfono celular mientras tomaba una copa de champán. —Disculpen, estaba dándole instrucciones a uno de mis empleados. Siempre tengo que estar al pendiente porque al parecer no saben hacer nada por sí solos.

—Incompetentes —le siguió la corriente el padre de Nicky. Por otro lado Nicky permanecía callado.

—Cuéntanos, Alicia , ¿tienes novio? —preguntó Mate, se miraba tan imponente en esa silla.

—No tengo —tomé un sorbo de mi copa. A este paso creo que me llegaría más rápido el alcohol. Y no era una buena impresión mi versión borracha.

—Qué suerte entonces.

—¿Por qué? —me atreví a preguntar.

—Pareces una mujer que sabe lo que quiere. Que no se conforma con poco.

A decir verdad la conversación se estaba tornando incómoda...

—Déjala, Mate —Nicky se puso de pie de repente— Vámonos, Alicia .

Me puse de pie al momento en que dijo eso.

—Nicky... —lo sentenció su padre.

Pero Nicky no le hizo caso, simplemente empezó a caminar hacia la salida así que lo seguí. Atravesamos la sala hasta salir en busca del coche, estaba estacionado enfrente.

—Súbete, te dejaré en tu edificio —mandó. A pesar de que no me gustaba que me estuviera mandando, era mi jefe y tenía que hacer lo que mandaba. Rodeé el coche y me subí al asiento copiloto. Cuando Nicky se montó, arrancó de manera brusca.

—Nicky... —empecé a decir.

—No digas nada, Alicia —me calló. Así que eso hice, me quedé callada en todo el camino.

Cuando llegamos frente a mi edificio me bajé, cerrando la puerta. No pasaron ni dos segundo cuando Nicky arrancó, yéndose. Me preocupaba, se había ido muy enojado. O dolido. No lo sé. La cena había estado bochornosa.

Cuando entré a mi departamento me dejé caer en el sofá, mi mente no dejaba de pensar en lo que había pasado en todo el día de hoy. Prácticamente había pasado la mayor parte del día con mi jefe. Con Nicky. Aún sentía el olor de su perfume en mis fosas nasales. Era un olor que no quería dejar de sentir.

Parpadeé varias veces para intentar entender por qué pensaba así de mi jefe y me puse de pie. Me deshice del vestido, de los zapatos, de todo lo que me estorbaba. Solo me quedé en ropa interior. Abrí el computador para poder ver cómo iba de tareas y trabajos en la universidad. No me podía dar el lujo de faltar a mis clases. Ahora que tenía una semana de prueba tenía que organizarme para cumplir con las dos cosas.

Será un poco pesado para mí obviamente.

Kyle me dijo que tendría que llegar a las seis de la mañana para tener todo listo con Nicky. Pero hay ciertas cosas que no sabía. Por ejemplo, no sabía cómo le gustaba el café. Menos qué sección del periódico prefería leer. Suponía que era algo deportes o finanzas. No lo sé. Mordí mi labio inferior al imaginar a Nicky leyendo el periódico con ese porte tan elegante que tiene. Parece tan inalcanzable.

Suspiré profundo mientras me ponía a hacer algún trabajo.

Un sonido proveniente de mi celular me hace despertarme, me había quedado dormida encima del teclado del computador. Seguía en ropa interior y en el sofá de la sala. Tomé el celular y lo revisé, era un mensaje de WhatsApp. Mi corazón dio un vuelco al leer el remitente:

Nicky Chance

Abrí el mensaje:

Estás despierta?

Eran las una de la madruga, el mensaje había sido enviado hace dos minutos. ¿Qué querrá mi jefe a esta hora? No creo que sea algo de trabajo, ¿o si? Di click a la imagen que tenía de perfil. Era él en un yate, detrás se podría apreciar el enorme mar color turquesa. Nicky vestía solo un short de playa, allí tenía el pelo más largo y despeinado. Se podía notar su cuerpo bien trabajado, sus músculos... qué hombre. Salí de mi embobamiento al momento en que me llega otro mensaje de Nicky.

Lo leí:

Alicia ?

Lo había dejado en visto. Así que rápidamente escribí una respuesta:

De Alis:

Estoy despierta, ¿se te ofrece algo? :)

Escribiendo...

De Nicky Chance:

Perdóname x la cena de ayer, fue un desastre.

Fruncí el ceño ante su ortografía. Nicky no parecía del tipo de tener mala ortografía. A menos que...

De Alis:

No hay problema, todo está bien :)

¿Te encuentras bien?

De Nicky:

No, mi padre es un hjo de prra.

Pude entender muy bien qué quiso decir. Pero en realidad sí comprendí por qué lo dijo.

De Alis:

¿Necesitas algo?

De Nicky:

No, duerme. Mañana te veo ;)

Y se desconectó.

Me desconcertó un poco su actitud, el que me mandara mensajes a esta hora. Su ortografía. Al parecer le había afectado que su padre no confiara en él y solo se haya pasado recriminándole cosas. Yo estaría igual. Pero parecía que Nicky estaba tomando y estaba borracho. Es la única explicación que le vi. Aunque en el fondo se sintió bien que incluso borracho se haya acordado de mí.

Guardé mi celular y me dirigí a la cama con intención de dormir.

A la mañana siguiente me levanté demasiado temprano, hice un desayuno mejor que el de ayer, me duché, comí, me vestí y salí de mi casa directo a la empresa. Me sentía con ánimos hoy, no sabía por qué. Cuando llegué a la empresa y subí al ascensor me sorprendió que era la primera en llegar. No había nadie. En parte lo agradecí porque no me gustaban las miradas en mi.

Hoy había encontrado algo más acorde para vestir.

Cuando salí del ascensor fui directo a la oficina de Nicky. Ordené los papeles, saqué la basura, abrí las cortinas para que entrara un poco de luz de mañana también. Había traído el periódico, me debatí en si dejarlo en la sección de finanzas o deportes. Jugué con mi suerte y lo dejé en la sección de deportes. En la misma oficina había otro tipo de bar, revisé los cajones: habían sobres de café, pastillas para el dolor de cabeza. Tomé una con un vaso de jugo y se la puse encima de su mesa. Si se había emborrachado anoche entonces significaba que tenía resaca hoy. Hice café, calculando la hora en que más o menos Nicky venía y también lo dejé encima de su escritorio.

Observé todo mi trabajo sintiéndome satisfecha, iba a salir de su oficina pero la puerta se abrió y de ella apareció Nicky. Su semblante era el mismo de ayer.

—Alicia —me saludó, pasándome de lado y sentándose en su escritorio.

—Buenos días, señor —devolví el saludo.

Nicky observó todo, por un momento pensé que se disgustaría o algo así pero no lo hizo, solo tomó la pastilla y se la bebió con el jugo para después tomar el periódico con una mano y la taza de café con la otra.

—Puedes retirarte, Alicia —fue lo que me dijo.

¿Así nada más?

—Está bien, estaré afuera por si me necesitas —ya afuera de la oficina pude respirar tranquila. Al menos no me había regañado por nada hoy. Eso significaba que había hecho bien mi trabajo.

Me dirigí hacia mi cubículo y me senté. Lo que más me extrañó fue su indiferencia, estaba más serio que ayer, como si no me hubiera enviado mensajes en la madrugada disculpándose por la actitud de su padre.

Nicky Chance era todo un misterio.

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