Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 81

Doria abrió la puerta abatida y se sentó en una silla en el patio.

Roxana salió de la casa y preguntó, -¿No dijiste que tenías algo que hacer? ¿Ya has terminado?-

Doria suspiró y negó con la cabeza, -Creo que ya todo está bien.-

Al principio pensó que Édgar había venido allí deliberadamente para que ella fuera a suplicarle, porque le pareció sospechoso que Vicente respondiera tan rápido. Pero no esperaba que apareciera con tanto ímpetu públicamente. Al parecer tenía mucha confianza en llevar a cabo el plan de la estación turística, entonces probablemente sería inútil ir a suplicarle.

Ese cabrón realmente había usado una estrategia tan despiadada.

Al rato, Doria volvió a decir, -Roxana, ¿sabes que van a demoler esta zona?-

Roxana asintió y se sentó a su lado para ordenar cosas, -Sí, he oído hablar de eso.-

-Entonces, ¿a dónde te vas a mudar?-

-No lo sé todavía. Ahora los agentes de la edificación solo están planificando. Voy a esperar a que nos notifiquen con documentos oficialmente. Además, se llevará cierto tiempo hasta que de verdad empiecen con la implementación. Ya veremos.-

Doria también se sentía molesta con el tema. El bebé de su vientre estaba creciendo día a día, no le convenía mudarse a ningún lado.

Roxana le echó un vistazo antes de decir con ligereza, -Si no sabes a dónde ir, ven conmigo.-

Los ojos de Doria se iluminaron, de repente estaba más animada, -¿Puedo?-

-Claro. De todos modos, estoy sola, no me importa que te vengas conmigo.-

Doria se rio, -Gracias, Roxana.-

Aunque parecía que todo iba bien, desde que apareció Édgar ella sentía que los días tranquilos no durarían por mucho más.

En ese momento, se había armado un alboroto en las calles de afuera. No se sabía lo que había pasado.

Doria miró subconscientemente hacia esa dirección pensando en algo, pero había un muro de enredaderas verdes que le separaba de la calle.

Roxana preguntó casualmente, -¿Quieres salir a echar un vistazo?-

Al escuchar eso, retiró su mirada y negó con la cabeza sonriendo, -Han venido los agentes, no hay nada que ver.-

Como Doria no quería echar un vistazo, Roxana estaba aún más desinteresada en hacerlo. Siempre había sido alguien que le gustaba la tranquilidad y nunca se acoplaba a los alborotos.

Después de un rato, el ruido se desvaneció. La vecina Lourdes abrió la puerta para entrar con una sonrisa en su rostro, -Ay, Roxana, Doria, ¿por qué aún estáis aquí? Las cosas están muy animadas afuera, ¿cómo podéis estar tan tranquilas?-

Si Doria no recordaba mal, Lourdes era la que más se enfureció cuando se dio a conocer las noticias de la demolición, ¿por qué se había puesto tan contenta ahora?

Lourdes se sentó a la mesa y dijo emocionada, -El agente que vino es joven y guapo, más guapo que las celebridades que salen en la televisión. ¡Si fuera veinte años más joven, seguro que...! Mira qué cosas digo, ¡me pongo tímida y todo!-

Doria se quedó sin habla.

Ella preguntó tentativamente, -Lourdes, ¿has olvidado que vino a demoler la casa en la que has vivido durante décadas para construir un resort?-

Lourdes se dio una palmada en el muslo, -Es verdad, ¿cómo me puedo olvidar de eso? Bueno, pero es un hecho que esta calle es realmente muy antigua. Lo de demoler esta zona es algo que el ayuntamiento quiso planificar hace unos años, solo que no sacaron ningún plan hasta ahora. Incluso si no viniera este desarrollador, vendría otro. Si es este agente, me quedo más tranquila.-

Doria frunció los labios, reprimiendo las palabras que no dijo.

Quería decir, “Lourdes, si hubieras escuchado lo que dijo, no te quedarías tan tranquila. Me temo que estarías tan enojada que no podía dormirse hasta medianoche.”

Lourdes volvió a decir, -Roxana, ¿a dónde te vas a mudar? Yolanda Casas, Carmen Vidal y las demás se van a ir con sus hijos. Pero mi desgraciado hijo ha encontrado a una esposa muy tiquismiquis, así que no quiero vivir con ellos. ¿Qué tal si seguimos siendo vecinas?-

-Claro.-

Al escuchar la respuesta de Roxana, Lourdes se sentía aliviada. Después de pensar un momento, dijo, -Oye, por cierto, has estado viviendo aquí durante muchos años, pero nunca he visto a tu hijo, ¿a qué se dedica?-

Roxana detuvo el movimiento de sus manos, cuando estaba a punto de hablar, Lourdes volvió a decir, -No lo niegues, que la otra vez vi la foto. La verdad es que sale muy guapo allí.-

Roxana dijo a la ligera, -Vive con su padre.-

Entonces Lourdes se dio cuenta de que dijo algo inapropiado y tosió antes de decir, -Eso no es nada, ¿no es solo es un divorcio? Pero incluso si vive con su padre, debería venir a verte. ¿Cuántos años han pasado ya? Creo que al menos han pasado veinte años.-

-No sabe dónde estoy.-

Lourdes negó con la cabeza y suspiró, -Pues sí que lo tienes difícil...-

Doria no dijo nada, pero podía entender más o menos los sentimientos de Roxana.

Después de un corto silencio, Lourdes se dio otra palmada en el muslo, -¡Por cierto! ¡Doria!-

Doria estaba atónita, ¿qué?

-Todos los vecindarios hemos tenido una charla y preparamos organizar una cena para invitar a ese promotor. Pero ya sabes, la mayoría de nosotras somos señoras mayores de cuarenta o cincuenta años, no es muy decente que vayamos a acompañarlo, encima es posible que hagamos el ridículo. Así que hemos acordado todos que tú asistirás como la representante de nuestra calle.-

Los ojos de Doria se abrieron en grande con incredibilidad, -¿Lo acepta el hombre?-

-Este es un momento importante para que establezca una buena relación con todo el vecindario, ¿por qué no lo acepta?-

Lourdes le dio una palmada en el muslo a Doria, -No te preocupes, Doria, no te vamos a meter en problemas, solo queremos que asistas para quedar mejor delante del promotor. Raimundo y los jefes de su empresa también estarán allí, no te pasará nada. Cuando se acaba la cena, Raimundo puede llevarte a casa.-

A Doria no le preocupaba si le iba a pasar algo o no, pero se preguntaba si Lourdes lo hacía para emparejar a ella y Raimundo.

Después de unos segundos, Doria vaciló, -Yo...-

Lourdes se levantó y volvió a darle palmaditas en el hombro, como si le encomendara una tarea importante, -Doria, te lo dejo en tus manos.-

Después de que Lourdes se fue, Doria miró a Roxana con expresión perpleja, y esta última dijo, -Si no quieres ir, no vayas.-

En realidad, Doria no lo rechazó. También quería buscar a Édgar para aclarar la situación, pero sentía que ese encuentro iba a ser un poco peculiar.

Por la noche, cuando Doria estaba a punto de salir, de repente recordó que Édgar parecía descontento cuando vio la ropa que llevaba anoche.

Antes de salir, subió las escaleras y regresó a la habitación. Se puso el vestido largo más elegante que tenía, se maquilló con mucha atención y encontró una diadema y unos pendientes anticuados entre el montón de cosas viejas que le regaló Roxana. Entonces salió con satisfacción.

Cuando estaba saliendo, Lourdes estaba en la puerta. Al verla, no pudo evitar elogiar, -Doria, estás guapísima. ¡En nuestra época serías una hermosa celebridad conocida por todo el mundo!-

Doria sonrió, -Gracias, Lourdes.-

-Soy yo la que te tengo que dar las gracias. En realidad, me daba mucha vergüenza pedirte que fueras nuestra representante, porque no hace mucho que te mudaste aquí. Pero tú eres la más hermosa de todo el vecindario.-

-No digas eso, Lourdes. He recibido mucho cuidado por tu parte de ti y de Roxana en el tiempo que llevó viviendo aquí.-

Lourdes asintió con satisfacción, -Entonces, no voy a dar rodeos contigo porque soy una persona franca. En cuanto a Raimundo...-

Doria rápidamente dijo, -Voy a llegar tarde, Lourdes, me voy, ¡adiós!-

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