Héroe Retrasado romance Capítulo 7

¿No funcionó que el director Li intercediera por él? ¿No eran los directores Li y Huang muy buenos amigos desde la escuela? Lin Feng aún estaba siendo arrogante, pero ahora no pudo ni fingir una sonrisa. Si había insistido en no firmar con nadie más que con Lin Yuzhen, entonces tenían que ir y rogarle con humildad.

La cara de Lin Qiang era de desagrado. Nunca pensó que este asunto se pondría tan complicado. ¿Qué hizo Lin Yuzhen para que el director Huang la protegiera de esa manera?

—¡Esa pequeña zorra! —Lin Qiang se rio con crueldad—. Parece que es bastante buena en la cama, eh.

Normalmente actúa toda pura e inocente, es todo un acto.

Si no hubiera complacido a Huang, ¿por qué él sería tan protector con ella? ¡Pura basura! Si quería que le rogara a Lin Yuzhen, honestamente esto era imposible. Él preferiría rogarle a un perro que a un miembro inútil de la familia de Lin Wen.

¡Riiiing...! El teléfono de Lin Feng comenzó a timbrar. Su cara se puso aún más pálida cuando vio quién llamaba.

-Es el abuelo.

Lin Feng estaba a punto de llorar. Temía más que le llamara Lin Xiao. Pero ahora él estaba a cargo del proyecto, así que, si algo salía mal, él sería el culpable.

-Contesta -le ordenó Lin Qiang. No tenía otra opción más que contestar la llamada. Las consecuencias de no contestarle al abuelo eran peores.

—Abuelo —Lin Feng saludó.

-Feng, ¿cómo va el proyecto con Huang? -Lin Xiao no se anduvo con rodeos. Le preocupaba más el proyecto. Era muy importante y los Lin habían invertido mucho en él.

-Bien, todo va muy bien.

Lin Feng miró a Lin Qiang y vio que su padre le estaba haciendo señas. Mintió:

-Ya que Huang tenga tiempo, podremos firmar el contrato.

-Muy bien.

-Debes poner especial cuidado en esto, no podemos perder este proyecto -dijo Lin Xiao-, Si algo salé mal, te las vas a ver conmigo.

Colgó. Le sudaban las manos. Sabía muy bien qué tipo de temperamento tenía su abuelo. Si algo ocurría, no se resolvería tan fácil con tan sólo firmar o recibir una paliza.

—Papá, ¿qué vamos a hacer? —Lin Feng en verdad estaba a punto de llorar. Lin Yuzhen era tan despreciable al darle estas tareas tan difíciles y al meterlo en tantos problemas. Lin Qiang se veía aún peor. ¿De verdad tenían que volver con Lin Wen y rogarle piedad? Habían sido muy arrogantes y no podían importarles menos Lin Yuzhen y su familia. Si fueran a rogarle, ¿no sería igual a que los abofetearan dos veces en la cara? Lin Qiang no soportaba la idea de rebajarse con esta familia.

—Ve tú, Lin Feng.

Después de pensarlo, Lin Qiang dijo:

-Ve a rogarle a Lin Yuzhen, aunque le tengas que rogar, aunque tengas que ponerte de rodillas, más vale que lo hagas, mientras Lin Yuzhen firme el contrato.

-¡Papá!

-¿Qué, esperas que yo lo haga? -Lin Qiang le gruñó a su hijo con los ojos enrojecidos.

Lin Feng quería salvar su orgullo, pero Lin Qiang estaba aún más desesperado que su hijo. Si se supiera que un anciano como él tenía que rogarle a un miembro más joven de la familia, sería una gran desgracia. Lin Feng no se atrevió a hablar después de que su padre había sido tan directo. Él había comenzado este desastre. Si terminaba hiriendo el orgullo de su padre, entonces sí estaría muerto. Lin Feng sólo pudo apretar los dientes y se dirigió abatido hacia la casa de Lin Yuzhen.

Esta vez, Lin Yuzhen y su familia estaban comiendo. La mesa no era muy grande, cada uno estaba al lado del otro y comían en silencio. Era la primera vez que la familia de Lin Yuzhen tenía una persona más a la mesa. Y se trataba de su nuevo yerno. Lin Wen nunca hablaba mientras comía, y Sumei no sabía qué decir. No le agradaba Jiang Ning, y peor aún, él no deseaba a su hija, pero se terminó casándose con este hombre inútil. Pero antes Jiang Ning la había defendido. No estaba ciega ni podía fingir que no se daba cuenta. Lin Yuzhen tampoco sabía qué decir. Por el contrario, Jiang Ning se comportaba como si estuviera en su propia casa y no le importaba ninguna formalidad. «Mamá, eres muy buena cocinera. Está delicioso». «No sé cuándo fue la última vez que comí tan rico». «¿Puedo servirme otro plato de arroz?»

Había más vegetales que carne en los platos sobre la mesa, pero Jiang Ning comía bocados grandes de todo como si fueran exquisiteces. Verlo comer así hizo que Lin Yuzhen pensara que quizá muchas veces había pasado hambre como vagabundo. Así que antes de que Sumei pudiera reaccionar, Lin Yuzhen tomó el tazón vació y le sirvió otro plato de arroz.

—Gracias, amorcito.

Lin Yuzhen estaba sosteniendo el cucharón del arroz cuando escuchó la manera en la que la llamó y empezó a temblarle la mano.

¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!

Justo cuando se estaba poniendo incómodo, tocaron a la puerta otra vez. Lin Wen levantó la vista y ya estaba a punto de volver a su habitación cuando Sumei lo fulminó con la mirada y no se atrevió a moverse.

-¿Quién es? -gritó Sumei.

-Tía Sumei, soy yo, Lin Feng.

Había algo de indignación en su voz, pero también algo de impotencia. Sumei y Lin Yuzhen intercambiaron miradas. ¿Qué hacía él aquí? ¿En serio volvió a rogarle a Lin Yuzhen justo como había dicho Jiang Ning? Madre e hija voltearon a ver a Jiang Ning, pero él seguía ocupado comiendo. Sumei se levantó y abrió la puerta. Lin Feng sonrió.

—Tía Sumei, ¿están cenando? ¿Está Yuzhen?

Lin Feng puso su cara más encantadora. Nunca le había sonreído así ni siquiera a su propio padre. Asomó la cabeza y vio a Lin Yuzhen sentada en la mesa y dijo rápidamente:

-Yuzhen, lo que pasó antes fue mi culpa, así que te pido perdón. Espero que no te lo tomes personal y lo dejes pasar esta vez.

Lin Yuzhen y sus padres estaban estupefactos. ¿De verdad Lin Feng estaba dispuesto a suplicar por piedad?

-El Grupo Lin no lo puede estar sin ti. Faltas un solo día al trabajo y la oficina es un completo desastre.

Lin Feng se inclinó y sostuvo una sonrisa incómoda.

«Regresa a la oficina, te esperan muchos proyectos» eso fue lo que dijo, pero por dentro la estaba regañando. Una vez que el proyecto estuviera listo, más les vale que se cuiden.

-¿Dónde está tu papá?

Lin Yuzhen no supo cómo responder, así que una vez más Jiang Ning habló en su lugar. Estaba llenándose la boca de comida cuando lanzó un vistazo de reojo a Lin Feng.

-¿Por qué no está aquí?

Lin Feng estaba enojándose, pero mantuvo una sonrisa.

—Mi papá está muy ocupado así que me pidió que viniera y me disculpara con Yuzhen. Espero que mi nuevo cuñado también me pueda perdonar y que no se ponga en mi contra.

Lin Feng se había rebajado mucho esta vez. Hasta se disculpó con este hombre que habían adoptado como yerno.

—Así no funcionará.

¿Quién hubiera pensado que Jiang Ning simplemente empezó a sacudir la cabeza?

—Quien despidió a Yuzhen fue tu padre, así que él debería ser quien se disculpa, de otra manera no lo aceptaremos.

Lin Feng casi explota. Este hombre pedía demasiado.

-¡Tú! -Lin Feng quería gritarle. Este lunático otra vez se estaba volviendo loco o algo. Lin Yuzhen y sus padres voltearon a ver a Jiang Ning, con temor de que arruinara todo. Lin Feng ya había venido a disculparse, para que no exageraran la situación. No les hizo ningún bien que ofendieran a padre e hijo.

-Papá, mamá, Yuzhen es su querida hija, así que se hicieron cargo cuando la molestaban -Jiang Ning pasó el último bocado de arroz-. Ahora es mi esposa, así que si alguien la molesta, yo me encargaré de la situación. -Se puso de pie y lanzó una mirada asesina-. Quienquiera que se atreva a molestar a mi esposa lo pagará.

Esta aura terroríficamente asesina de repente se congeló en el aire y presionó a Lin Feng, tanto que no pudo evitar estremecerse.

-Jiang Ning, más vale que no vayas muy lejos.

Lin Feng no lo podía soportar. Hasta estaba listo para arrodillarse. Pero Jiang Ning ni siquiera había apreciado que viniera a disculparse, así que no tenía sentido arrodillarse.

—Dile a tu padre que venga y pida disculpas. De otra manera, tendrás que afrontar las consecuencias. -Jiang Ning no estaba siendo nada cortés-, ¿Aún sigues aquí? Ya terminamos de comer y no dejamos ni para el perro.

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