Héroe Retrasado romance Capítulo 8

Lin Feng estaba tan furioso que sus dientes castañeaban. Ya se había rebajado y suplicado y ¿esta era la actitud que recibía? Ya les había proporcionado una solución y no sabían tomarla.

—Tú... ¡Ya verás!

Lin Feng exclamó y luego salió corriendo, con temor de que Jiang Ning pudiera enloquecer y golpearlo otra vez. Sumei intercambió miradas con Lin Wen, luego ambos miraron a Lin Yuzhen.

—¿Estamos haciendo mucho alboroto?

Las últimas palabras de Lin Feng antes de irse fueron claramente una amenaza. Lin Yuzhen no pudo evitar preocuparse. Conocía muy bien qué tipo de personas eran Lin Qiang y su hijo. Nunca había mirado a Lin Wen como su hermano menor, así que naturalmente no trataba a su familia como sus parientes. Si lo molestaban, este hombre era capaz de cualquier cosa.

-Para nada -interrumpió Jiang Ning-. Nos dijo que esperáramos, así que eso haremos.

Así, Jiang Ning empezó a recoger los platos. Zumel se apuró para hacerlo ella.

—Ven, ven, yo lo hago.

Su yerno tenía su carácter. No se percató antes, pero ahora estaba claro que Jiang Ning iba a proteger a su familia y a evitar que Lin Qiang y su hijo los molestara. ¿De verdad era un vagabundo?

-Ha sido difícil para ti, mamá -dijo sonriendo Jiang Ning.

Se metió en el papel muy rápido. Lin Wen se sentía incómodo, pero no sabía qué decir. No era el de la última palabra en la familia. Lo único que podía hacer era ir a su cuarto y cerrar en silencio la puerta a sus espaldas.

-Ahora en verdad los ofendiste -Lin Yuzhen suspiró.

No estaba tan mal que Lin Feng hubiera venido a disculparse. Nunca había visto a Lin Feng humillarse.

Seguía pensando que debería dejarlo ir antes de que explotara, para que no aumentara la tensión dentro de la familia. Pero a Jiang Ning no parecía importarle nada de esto, insistió en que Lin Qiang viniera personalmente a disculparse. ¿Cómo era posible? Ese miserable, egoísta y orgulloso tío suyo nunca iba a disculparse humildemente con ellos.

—Estás equivocada. —Los ojos de Jiang Ning estaban limpios y claros— Son ellos los que me ofendieron. Ya lo he dicho antes. No voy a permitir que nadie te moleste.

Esa mirada en sus ojos hizo que Lin Yuzhen entrara en pánico.

Pasó una hora. Sumei ya había terminado de limpiar los platos. Cuando vio que Jiang Ning había ido a bañarse, se apresuró hacia la habitación de Lin Yuzhen.

-¿Mamá?

-Yuzhen, ¿quién es Jiang Ning en verdad? -susurró

Sumei:- De alguna manera siento que te trata diferente.

Lin Yuzhen se sonrojó.

—¿De qué estás hablando? No nos conocemos en absoluto.

Sumei se mordió el labio. Desde la primera vez que vio a Jiang Ning, él la había protegido a ella y a su familia de Lin Qiang y su hijo.

-¿En serio vas a dejar que duerma aquí?

A Sumei le preocupaba esto. Jiang Ning era esposo de Lin Yuzhen en el papel, pero todavía no estaban dispuestos a aceptar esto.

-Es un enfermo mental.

Temía que Jiang Ning pudiera lastimar a Lin Yuzhen. Lin Yuzhen dudó por un momento, luego pensó en esa mirada limpia y clara en los ojos de Jiang Ning.

-No me lastimará.

Clac...

Se abrió la puerta del baño y Sumei salió diciéndole a su hija:

-Hay un bate de metal en mi habitación, grita si algo sucede.

El rostro de Lin Yuzhen estaba colorado y su corazón latía muy fuerte. ¿En serio iba a dejar que Jiang Ning durmiera en su habitación?

¡TOC! ¡TOC! ¡TOC!

Alguien estaba tocando la puerta principal. Lin Wen estaba como gato asustado, con los pelos de punta. La cara de Sumei estaba igual de pálida. ¡Estaba aquí! ¡Lin Qiang estaba aquí! Debido a su carácter, no había manera de que tolerara esto. Estaban fritos. Incluso Lin Yuzhen no podía evitar estar nerviosa. Caminó hasta la sala y se quedó viendo la puerta, como si una docena de matones estuvieran del otro lado de la puerta golpeando con bates de béisbol. Toda la familia se comportaba como si estuvieran por encontrarse con un tremendo rival.

-Abre la puerta. -Jiang Ning estaba secándose el cabello con una toalla cuando sonrió y dijo: -Tenemos visitas.

Lin Yuzhen verdaderamente no sabía qué hacer con su actitud tan relajada. ¿Este tipo no tenía miedo? ¿O simplemente no lo importaba? Caminó hacia la puerta y la abrió. Ahí estaba Lin Qiang junto a Lin Feng.

-Yuzhen.

Lin Qiang tenía una expresión bastante desagradable. Pero aun así se las arregló para forzar una sonrisa:

-Tu tío ha venido especialmente para disculparse contigo.

Lin Yuzhen se paralizó. Los dos fisgones con sus orejas pegadas a la puerta también se paralizaron. ¿En verdad había venido Lin Qiang a pedir disculpas?

-Tu despido fue un malentendido, todo es culpa de Lin Feng y ya le di una lección.

Lin Qiang señaló a su hijo y él inclinó la cabeza: -Lo lamento, Yuzhen, me equivoqué, por favor perdóname.

-Yo también tuve la culpa. No revisé debidamente antes de despedirte, ese fue mi error -Lin Qiang continuó-. Espero me puedas perdonar. La compañía en verdad te necesita.

Su tono era tan sincero como podía. Si Lin Yuzhen no estaba de acuerdo en volver, no había más qué hacer.

-Mañana estaré en la entrada de la oficina para recibirte y reincorporarte, también le explicaré personalmente a todos lo que sucedió para hacerte justicia -dijo Lin Qiang. Su disculpa estaba llena de sinceridad y su actitud era extremadamente humilde esta vez.

Lin Yuzhen no supo qué hacer cuando vio a Lin Qiang inclinarse ligeramente. Volteó a ver a Jiang Ning y lo vio asentir.

-Bien, tío Qiang, iré mañana al trabajo.

—Seguro, mañana te esperaré en la entrada principal de las oficinas del Grupo Lin. Buenas noches.

Padre e hijo se marcharon. Lin Yuzhen cerró la puerta. Su cara era de incredulidad. Lin Qiang había venido personalmente a disculparse. Con una actitud tan sincera. Nunca lo había visto de esa manera.

-¿En verdad vino mi hermano a disculparse?

Lin Wen empujó la puerta, sus labios temblaban y sus ojos estaban un poco rojos. Lin Qiang había molestado a su familia por todos estos años. Nunca se había disculpado por nada de eso. Para Lin Qiang, Lin Wen era la desgracia de la familia. Si no hubiera una unión sanguínea entre ellos, Lin Qiang lo hubiera corrido de la familia hace años.

-¡Vino a pedir disculpas! ¡Vino a hacerlo!

Sumei también estaba muy emocionada. Claramente había reprimido sus sentimientos desde hacía mucho tiempo y ahora estaba un poco fuera de control. Como nuera de los Lin, había sido objeto, no solo del temperamento de Lin Xiao, sino también del de Lin Qiang y lo había soportado en silencio durante décadas. Cuando escuchó a Lin Qiang disculparse de esa manera, Sumei ya no pudo contener sus emociones.

-Este maldito bastardo, llegó el día en que nos rogó.

Sumei estaba a punto de llorar. Lin Yuzhen suspiró profundamente cuando vio la manera en que reaccionaron sus padres. Siempre había sabido que su tío había molestado a sus padres y los había despreciado. Pero hoy, aunque sólo fuera por una vez, bastaba con ver a Lin Qiang bajar la cabeza y disculparse.

-De ahora en adelante, nadie te hará sufrir. -Jiang Ning terminó de secarse el cabello-,Nadie puede molestar a mi esposa, tampoco a mi suegro ni a mi suegra.

Lin Yuzhen y su familia vieron perplejos a Jiang Ning. El yerno de mediana edad que se unió a la familia era de alguna manera diferente de otras personas.

Por otro lado, el rostro de Lin Qiang se oscureció desde que dejaron la casa de Lin Yuzhen y estaba tan sombrío que era aterrador. Lin Feng caminó detrás de su padre y no se atrevió a decir ni una palabra. Que Jiang Ning obligara a Lin Qiang a ir personalmente para disculparse fue tan bueno como dar una buena bofetada en la cara.

-viles a todos los empleados que lleguen una hora antes para esperar a Lin Yuzhen en la entrada de la oficina mañana.

Lin Qiang sonrió con frialdad, su rostro estaba lleno de perversión:

-Además, corre la voz de que Lin Yuzhen se está acostando con el director Huang y que quiere obligar al Grupo Lin a inclinarse ante ella.

-Voy a ver si Lin Yuzhen tiene la madera para quedarse en el Grupo Lin o no.

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