Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 4

Evrie se sonrojó al instante.

Su cabeza zumbó y su cuerpo empezó a endurecerse.-

No se imaginaba que el hombre del teléfono, que sonaba tan brusco y hostil, resultara ser tan elegante y pulcro. Bastó con que se parara ahí, para que su atractivo hiciera que fuera imposible apartar la mirada.

Sin embargo, el aura fría y distante que lo rodeaba la mantenía a distancia.

Parecía que acababa de salir de la ducha, con el cabello aún húmedo, y sus ojos y cejas delineaban una frialdad perezosa.

Evrie asintió con la cabeza, todavía con la cara roja—Sí, soy yo.

—Sígueme— dijo el hombre, dándose la vuelta hacia el ascensor.

Evrie, con cierta rigidez, se levantó y lo siguió con la cabeza zumbando.

...

El lugar era un edificio de apartamentos de lujo, con dos apartamentos por piso. Al salir del ascensor, Farel desbloqueó la puerta con su huella dactilar.

Con un pitido, abrió la puerta con un tono casual.

—Entra.

Evrie tragó saliva y entró con cautela.

La habitación era grande para ella, unos doscientos metros cuadrados más o menos, amueblada con sencillez y una paleta de colores grises y blancos que revelaba un gusto sofisticado y discreto.

Había oído que esas casas eran caras, habitadas solo por la élite. Solo con ver las lujosas instalaciones del vestíbulo, era evidente que una persona común tardaría años en poder comprar una.

Evrie se quedó junto a la entrada, encogida como un ratón.

Farel cerró la puerta y abrió un armario para sacarle unas zapatillas desechables. Evrie se quitó los zapatos y se los puso.

En la sala, el hombre se sentó en el sofá, reclinándose ligeramente con las piernas cruzadas, en una postura relajada y casual.

Su mirada intensa recorría el cuerpo de Evrie, evaluándola sin disimulo, haciéndola sentir como un objeto a punto de ser tasado.

Sin que él dijera nada, ella no se atrevía a moverse.

Se quedó allí parada, con la cabeza gacha.

Hasta que el hombre dio una orden.

—Quítate los pantalones.

¿Qué?

Evrie se paralizó.

—¿No sabes lo que es una verificación? —Farel la miró fijamente—¿Cómo sabré si eres virgen si no compruebo?

Evrie mordió su labio, invadida por un sentimiento de humillación sin precedentes.

Sus manos temblaban sobre el cinturón, incapaces de detenerse.

En su cabeza, todo era un torbellino, y aunque no salía un sonido, sentía como si su cerebro estuviera a punto de estallar.

La mirada del hombre era intensamente negra y penetrante, ni siquiera se molestó en cambiar de postura mientras observaba cada uno de sus movimientos.

El corazón de Evrie latía furiosamente, su rostro ardía, y parecía que toda la sangre de su cuerpo se había ido a su cabeza, mientras sus manos se retorcían nerviosamente.

Farel jugueteaba con un vaso de agua y le explicaba con tranquilidad.

—Después de la extracción de óvulos, deberás soportar tú sola el dolor abdominal, las náuseas, el aumento de los ovarios, la dificultad para respirar y otros síntomas. En el peor de los casos, podrías contraer hepatitis B, sífilis, VIH y otras enfermedades infecciosas. Pero siendo estudiante de la prestigiosa Universidad Alnorter, deberías saber más que yo, ¿no es así? No necesitas que te lo recuerde.

El rostro de Evrie palideció.

Sus manos temblaban aún más.

—Desnúdate, rápido, tengo prisa—dijo Farel, dejando el vaso en la mesa con un golpe sordo que no revelaba su estado de ánimo.

Evrie apretó el cinturón, agarrando la hebilla con fuerza, sin atreverse a soltarla.

En un momento de pánico, retrocedió—Lo siento, me arrepentí. Me voy ahora mismo.

Se giró precipitadamente para huir, intentando abrir la puerta con las manos temblorosas, pero no cedía.

La puerta estaba cerrada con llave.

El corazón de Evrie dio un vuelco.

Entonces, Farel se acercó lentamente, su figura alta y erguida la atrapó contra la puerta sin esfuerzo alguno.

Se acercó tanto que su rostro estaba a solo un centímetro del de ella, su presencia imponiendo una presión abrumadora.

—¿Arrepentida? Demasiado tarde.

¿Así que piensas que puedes vender o no vender a tu antojo? ¿Dónde has visto que el mundo funcione así? —

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