NADIE COMO TÚ romance Capítulo 125

Nicolás salió apresuradamente de la oficina, temiendo que Aitor y Jacobo cambiaran de opinión para hacerle alguna mala jugada, así que lo mejor era marcharse de inmediato. Pero definitivamente haría lo que le había prometido a Aitor.

Lo que dijo Nicolás dejó a Aitor en una profunda confusión.

Como dijo Nicolás, la mayoría de sus amigos eran unos muy cercanos y íntimos, así como algunos clientes y amigos con los que había trabajado juntos durante muchos años.

«¿Será que el hombre que violó a Valeria en ese entonces fue uno de ellos? Entre estas personas, ¿habrá alguien al que conozco?»

Los ojos de Aitor se oscurecieron y su rostro se volvió más descontento.

Aunque lo que pasó hacía dos años solo fue un accidente, decidió darle una buena lección a ese supuesto hombre asqueroso, pero si resultara ser alguien que conocía, ¿no sería algo molesto?

Pero cuando pensaba en el daño que había sufrido Valeria, le daba igual quién fuera ese hombre, no lo perdonaría tan fácilmente sin duda alguna.

«¡Maldita sea, ¿cómo se atrevió a acosar a mi mujer?!».

Jacobo no se quedaba tranquilo con Nicolás, pensando que era una persona poco confiable.

Preguntó:

—Presidente Aitor, ¿de verdad cree en lo que dijo Nicolás?

Aitor lo pensó y repuso con firmeza:

—He sido amigo de Nicolás durante muchos años, conozco bien su personalidad, no es un cobarde que no admite su error. En cuanto a si es confiable o no, tampoco lo tengo claro.

Jacobo le asintió con la cabeza.

Aitor dijo:

—Espero que realmente pueda ayudarnos a encontrar alguna pista. Al menos estamos un poco más cerca de la verdad.

Al mismo tiempo, en la villa de la familia Cabrera, Marcos vino a reportar cosas del trabajo a Diego. Primero informó sobre algunas cosas irrelevantes, Diego los anotaba todo en su cuaderno.

Diego le preguntó:

—¿Hay algo más? ¿O eso es todo?

Marcos se puso recto, pensaba que lo siguiente que iba a informar era muy importante.

Dijo:

—Señor Diego, ¡tengo una gran noticia!

Los ojos de Diego se agrandaron y dijo:

—Pues suéltalo de una vez, ¿quieres ponerme ansioso o qué?

Marcos continuó:

—Verá, al mediodía de unos días antes, conseguí una noticia en el Hotel Gran Siglo, se trata de que dos o tres personas tuvieron una disputa en el lobby del hotel, una mujer estaba borracha...

Diego estaba por pegar a Marcos, porque ese tipo de noticias no era nada especial.

«¿Últimamente está haciendo el vago? ¿O es que no tiene ganas de trabajar? ¿Qué estupideces me está contando?»

Al ver la expresión disgustada de Diego, Marcos se apresuró a explicar:

—No se ponga impaciente señor, aún no he terminado de hablar. Escúcheme.

—¡Dímelo de una vez ya!

Este Marcos nunca terminaba lo que tenía que decir de una vez, Diego no podía más con su dilación.

Marcos sonrió aliviado y dijo lentamente:

—¡Aparentemente no es un caso especial, pero lo raro es que se hayan borrado todas las cámaras de seguridad del hotel! Con mi mente aguda, creo que debe haber algo sospechoso en eso, porque Aitor parece haber estado allí esa noche. Aparte Valeria y Vicente también han estado en el hotel.

—¿Por qué no lo dijiste antes? —Diego preguntó con extrañeza—. ¿Y luego? ¿Qué has encontrado? ¿Quién borró las cámaras? ¿Fue Aitor?

Marcos asintió pesadamente y dijo:

—Sí, exactaamente, Aitor envió a Jacobo a borrar todos los vídeos de la vigilancia en el hotel. Sin embargo, hay algo más extraño.

Diego esperaba en silencio lo que diría Marcos. Definitivamente había algo sospechoso. Vagamente sentía que Aitor borró los vídeos de vigilancia porque quería ocultar alguna cosa.

Marcos siguió su historia:

—Un huésped del hotel vio a un hombre que se parecía a Aitor en esa noche, pero esa persona no estaba en silla de ruedas, sino de pie, era un hombre normal que podía caminar y correr.

Diego estaba tan impactado que se levantó de la silla de un salto. Agarró a Marcos por el cuello y le interrogó:

—¡¿Estás seguro de que eso es verdad?!

Marcos, casi estrangulado por su señor, se esforzó por hablar:

—Es una suposición que tengo, de lo contrario, ¿por qué borraró la vigilancia del hotel?

Diego le soltó la mano y Marcos tosió varias veces.

Sí, el hecho de que había borrado los vídeos de vigilancia solo podía indicar que Aitor quería ocultar algo de Valeria o de él mismo. Diego le pidió a Marcos que mandara rápidamente a alguien investigar detenidamente el asunto.

Marcos estaba un dilema y le dijo.

—Los que presenciaron la escena han desaparecido. No sé cómo pescarlo.

Diego comenzó a preocuparse, incluso a sentir miedo. Si ese huésped realmente vio a Aitor, ¿este último ocultó que sus piernas no estaban lisiadas? ¿Cuál era su propósito? ¿Su abuelo sabía de eso?

Al ver el ceño fruncido de Diego, Marcos rápidamente preguntó:

—Señor Diego, ¿por qué no probamos el método de hace diez años?

Hacía diez años, Aitor solo era un adolescente, pero ahora Aitor era un hombre astuto que también era tan cruel como Diego en algunos aspectos. Se hizo más fuerte después de salir derrotado una vez, ahora no era nada fácil enfrentarse con él.

Diego le regañó:

—¡Imbécil! ¿Crees que es tan fácil atraparlo? No olvides que Jacobo está a su lado, ¿crees que puedes derrotarlo? ¡Ese asistente está con Aitor casi todo el momento!

Marcos se quedó avergonzado, es verdad que su nivel de artes marciales no era comparable al de Jacobo, pero era más listo en elaborar trampas.

Hizo una propuesta:

—Señor, lo que quiero decir es que podemos hacer algo con Valeria. Me parece que le gusta mucho a Aitor.

¿Valeria? Diego la conocía, y esa chica le caía muy bien a su abuelo. Aún recordaba el vídeo difundido de ese día. Parecía que esa mujer no era tan simple como aparentaba. Su familia procedente y su experiencia de vida eran todo un misterio. Basándose en el vídeo, Valeria no era una mujer decente. Sin embargo, teniendo en cuenta que a Aitor le gustaba tanto, naturalmente tendría algunas aptitudes destacadas.

Asintió con la cabeza y elogió a Marcos:

—Tienes razón. Marcos, por fin has dicho algo útil.

Marcos no sabía qué responder y se dejio por dentro:

«¿Quiere decir que lo que he dicho antes es tonterías?»

Diego entendió la intención original de Marcos y le instó:

—¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡Apúrate a hacer los arreglos! ¡Si sales con éxito en este asunto, te daré muchas recompensas!

Marcos salió con su misión.

«Aitor, tu secreto ha quedado al descubierto, ¡y tu debilidad es esa Valeria! Mientras tengo tus debilidades en mano, tus días en paz se acabarán muy pronto». Al pensar en esto, Diego mostró una sonrisa maliciosa.

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