Mi primera vez (COMPLETA) romance Capítulo 15

Cuando llegamos estaba lloviendo a mares, de repente se había puesto muy frío el clima. Habían relámpagos e incluso algunos rayos que me hacían estremecer. Nicky y yo salimos rápidamente del coche y nos dirigimos al living del hotel. Como lo supuse, sería uno de esos hoteles cinco estrellas de lujo. Incluso para una noche mi jefe gastaba en tanto.

—Preguntaré si hay una habitación disponible—me dice, quitándose su saco y entregándomelo— Para que te seques un poco —su vista pasó a mis pechos. Genial, ya era la segunda vez que me miraba el brazier. Así como era la segunda vez que me mojaba con la lluvia.

—Está bien —lo tomé. Nicky se aproximó a la recepción, en donde había una chica joven y muy guapa. Ella apenas vio a Nicky su mirada se iluminó y rápidamente su modo coqueto se activó. Rodé los ojos para mi misma mientras secaba las puntas de mi cabello. Era muy noche y necesitaba ropa seca para ponerme, no quería enfermarme.

Nicky y la chica intercambian palabras, mi jefe no parece inmutarse por las miradas de la recepcionista, supongo que está acostumbrado a que todas las mujeres se pongan así con el. Me pareció interesante que Nicky no se dejara llevar solo por un cuerpo bonito o cara bonita. Es decir, si fuera otro hombre ya estaría respondiendo a los coqueteos de la mujer, pero mi jefe no, el actuaba natural. Y eso me llamó la atención. Su exclusividad. La mujer que llegue a tener el corazón de Nicky será muy afortunada. Porque él será solo para ella. Y en el fondo sabía que su lista de amantes era larga, ha hecho de todo con ellas. ¿Pero por qué me pongo así y por qué me interesa? Me acerqué un poco hacia donde ellos no queriendo incomodarlo, pero necesitaba llegar a mi habitación y darme un baño con agua caliente.

Nicky voltea.

—Alicia , hay un problema.

Me acerqué más.

—¿Qué cosa? —quise saber.

La chica apenas me vio cambió de semblante, ahora me miraba de pies a cabeza como criticándome. Eso me puso un poco incómoda, además de que la manera en que me miraba era de pesar. Quizás se preguntará qué hace un hombre como Nicky con una chica como yo. Tan simple.

—Solo hay una habitación disponible.

Miré a mi jefe con desdén, no podía ser que solo una habitación hubiera disponible. A menos que...

—Pues... —me rasqué la nuca un poco nerviosa sin saber qué decir—... no te preocupes, buscaré un hotel más bajo y...

—¿Qué cosas dices, Alicia ? —se acercó— Camina, vamos a la habitación —su mano se posicionó en mi espalda baja guiándome hacia el ascensor, así que caminé a su ritmo. Se sentía bien.

—Pero es una habitación —volví a decir.

—Así es, ¿tienes algún problema con eso? —entramos al ascensor y Nicky apretó el botón del ultimo piso. Las puertas se cerraron. Aquí adentro se sentía más acogedor.

¡Y claro que tenía problema! Pasaría una noche en un hotel de lujo con mi jefe. Eso no está bien visto, a menos de que hayan dos camas... aunque tenía el presentimiento de que no.

—¿Hay dos camas? —lo miré un poco apenada.

Él rió.

Me pareció que tenía bonita sonrisa, tanto tiempo que pasa con cara de amargado. En el fondo me gustaría conocer al Nicky libre, es decir, libre de trajes, de máscaras... sólo el.

—Por supuesto que no. Solo hay una —se cruzó de brazos. Podía ver su perfil, era... wow. Aparté la cara y me obligué a no pensar en cosas que ni al caso.

—Bueno.

Las puertas se abrieron en la habitación que Nicky y yo nos quedaríamos. Era grande. Nicky y yo entramos, se sentía más caliente aquí. Por la ventana pude ver la lluvia caer. Dejé el saco de Nicky en una silla mientras observaba todo a mi alrededor. Aunque no quería parecer tan deslumbrada frente a él.

—Me iré a duchar —anunció, quitándose la camisa y los zapatos; pero aparté mi vista cuando también se quitó los pantalones.

¡Dios mío!

—Tranquilízate, Alis.

Lo miré en cuanto me dijo Alis, era la primera vez que me decía así y se sintió bien. De él parecía que me empezaba a tener más confianza y eso me hizo ilusión.

—Luego quiero ducharme yo si no te importa —medio sonreí. La verdad no quería abusar, es él quien está pagando la habitación a final de cuentas.

—Claro, no tienes por qué pedirme permiso. No dilataré—Nicky avanzó hacia una puerta, supongo era el baño. Pude ver su trasero en ese bóxer que le quedaba demasiado ajustado a su figura, a sus glúteos. Y también no pude evitar ver un bultote adelante.

¡Jesús!

Aparté mi vista intentando ocultar mi cara de vergüenza y pude respirar tranquila cuando mi jefe se adentró al baño. Me dejé caer en la cama sintiendo mi corazón un poco acelerado. La cama era grande, suave, tenía muchas almohadas y edredones. ¿Tendría que dormir en esta cama con mi jefe? Siendo sincera empezaba a hacer más calor aquí, o quizás solo era la situación.

Tranquilízate, Alicia , calma tus hormonas.

Me quité los zapatos quedando descalza para esperar a Nicky.

—Listo —Nicky sale del baño con solo una toalla rodeando su cintura. Mi vista de inmediato se fue a la V que se formaba en su vientre y terminaba en... elevé mi vista y lo miré a los ojos. Él tenía una media sonrisa... se venía secando el pelo con otra toalla.

—Y-yo voy en seguida —me puse de pie con torpeza y me dirigí al baño. Estando dentro cerré. El baño era espacioso, estaba la ducha, una tina y el retrete más allá. Me quité la ropa, toda, quedando completamente desnuda y me metí a la ducha. Dejé que el agua caliente se llevará todos los pensamientos malos y los nervios y las torpezas. Solo esperaba que no pasara nada vergonzoso estando con este hombre aquí.

Dormiremos juntos.

Dios, no puedo.

Minutos después de ducharme, envolví mi cuerpo en una toalla. Me quedé pensando: mi ropa estaba mojada, ¿qué usaría? No es como que salga en toalla, me sentiría más extraña aún.

Escurrí mi ropa y la dejé secando encima de la tina, de suerte estaba vacía. No sabía en cuánto tiempo se secaría.

—¿Alicia ? —se escuchó la voz de Nicky del otro lado de la puerta.

—¿Si?

—¿Está todo bien allí? Es tarde y mañana tenemos que salir temprano.

—Eh sí, es solo que mi ropa está mojada y no tengo qué ponerme.

—Puedes usar mi camisa, está seca —habló.

Dudé un poco.

—No quiero molestar —admití.

—No digas tonterías, abre la puerta —mandó.

Era mi jefe, no puedo desobedecerlo.

Abrí la puerta con cuidado.

—Ten —me la da.

—Gracias —la tomé, cerrando después. Me quité la toalla, pero cometí un error: no había puesto seguro a la puerta y cuando estaba por ponerme la camisa de mi jefe la puerta se abrió, dejándole ver una imagen completa de mi cuerpo desnudo al hombre frente a mi. Su mirada me recorrió de pies a cabeza, había una chispa en sus ojos que no pude entender.

—¡Mierda! —exclamé, cubriéndome con la camisa— Discúlpame, lo siento mucho —cerré de nuevo la puerta y esta vez sí le puse seguro. Me puse la camisa lo más rápido que pude, abrochando los botones. La camisa me quedaba larga pero estaba bien para dormir. Y ahora no quería salir porque me moría de la pena.

—Alicia , no te quedarás durmiendo en el baño, ¿o si? Vamos, sal, por favor —pidió.

—Dormiré en la tina.

—Olvida lo que pasó, haremos como si no ví nada, ¿está bien? Alicia , es una orden. ¿Vas a desobedecerme?

No dije nada. ¿Sería capaz de correrme solo por desobedecer? La verdad es que no me quería arriesgar, además de que ahora tenía dos semanas de prueba gracias a que fui con Mate a su empresa. Respiré profundo dos veces para intentar calmarme, abrí la puerta con cuidado y salí.

—Lo siento —bajé la mirada.

—No te preocupes —dijo de lo más normal, acostándose en la cama— Ven, acuéstate.

Me metí a la cama intentando dejar un espacio entre ambos y me cobijé. Y la verdad era obvio que verme desnuda no le provocara nada, es decir, de seguro ha visto muchos cuerpos de mujeres desnudas que el mío no es la gran cosa. En el fondo me desilusioné un poco. No entendía por qué me afectaban estas cosas.

—Descansa, Alicia —es lo único que me dice.

Qué frío que está.

—Igual. Si me escuchas roncar en la noche no me juzgues por favor —bromeé para alivianar un poco el ambiente. Y funcionó porque mi jefe se rió.

—Te prometo que no lo haré.

Bueno, no será tan malo pasar una noche con él después de todo.

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