Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 62

Tan pronto como Doria llegó a la empresa, vio a Alba salir de la oficina de David con una expresión seria, pero su mirada decía que no se rendirá.

Después de que Alba caminara unos pasos, también la vio y se acercó con sus tacones altos.

-Escuché que al principio el Grupo Santángel quería capacitarte.-

Doria respondió débilmente, -Quizás.-

-¿Por qué lo negaste? -

-No era algo conseguido a través de mi trabajo. Me temo que no pueda dormir por la noche.-

Doria realmente no entendía el significado de esta composición establecido por Édgar. Por un lado, decía que era para dar fama a Amaya y, por otro lado, el Grupo Santángel dio una explicación oficial diciendo que era porque ella tenía mucha capacidad.

Ella no era una niña que no había estado involucrada en el mundo, ¿cómo podría creer una explicación tan falsa?

Pero Alba tomó sus palabras como Doria se estaba burlando de ella, porque obtuvo la oportunidad hace tres años de ir a París, no era por sus propios esfuerzos, sino que le quitó de ella.

Alba dijo, -Doria, no te sobreestimes, ¿crees que rechazar al Grupo Santángel te hará más noble y diferente? Ningún diseñador dejará a esta oportunidad para que su trabajo se muestre en la feria internacional.-

Al decir, Alba miró a Doria y volvió a sonreír.

-Por cierto, casi se me olvidaba, tú también dejaste esta oportunidad hace tres años. Alguien como tú no es digna de ser diseñadora.-

Después de que terminó de hablar, Doria dijo lentamente, -Si realmente te sientes avergonzada, lo podías rechazarlo.-

Para qué hablar tanto, fastidiosa.

Después de la conversación, Doria se fue directamente.

Alba probablemente no esperaba que dijera esto y se quedó allí unos segundos antes de reaccionar. Se mordía los labios con fuerza y el rostro lleno de desgana.

Cuando Doria se fue a confirmar los trabajos con David, le pidió a Claudia unos días libres de más.

David preguntó, -¿Cómo está ahora? -

-Puede que necesite más tiempo para calmarse.-

Normalmente, a David no le importaba mucho los asuntos personales de los empleados, por lo que solo hizo dos simples preguntas y dejó que Doria se fuera.

Tan pronto como salió de la oficina, Doria escuchó a sus colegas discutir algo en voz baja.

Antes de que pudiera oír con claridad, un hombre de mediana edad con traje apareció frente a ella.

-Señorita Doria, la señora quiere verte.-

Por un momento, Doria no supo quién era la señora que mencionaba, pero luego, vio a Agustina parada no muy lejos detrás de él.

...

En la sala de reuniones, Agustina retiró su mirada de la ventana.

-No esperaba que trabajaras aquí.-

Doria se sentó allí, apretándose las manos inconscientemente. No sabía por qué, pero estaba nerviosa, y tardó mucho en escuchar su propia voz.

-¿Le puedo ayudar en algo señora Agustina?-

Agustina la miró y habló con una voz débil, -Tú y Édgar estáis divorciados por un tiempo, como madre, ¿no debería preocuparme?-

Honestamente, Doria no creía que estaba aquí para preocuparse por ella y por el falso matrimonio con Édgar, por el contrario, parecía que venía para quejarse.

Después de un tiempo, dijo, -El trámite de divorcio ya se completó. No quise ni un centavo y el gerente Édgar no tenía ninguna queja.-

-¿Si?- Agustina no tenía ninguna emoción en su rostro, -Pero al pensarlo, tampoco podías obtener mucho de él.-

Sin esperar la respuesta de Doria, Agustina volvió a decir, -¿Cuánto dinero ganas aquí al mes?-

-Señora Agustina, yo...-

-No regateo más contigo.- Agustina sacó un sobre de su bolso y lo tiró sobre la mesa. -Esto es un billete a Londres y un cheque de doce millones.-

Doria frunció el ceño, -No entiendo muy bien a qué se refiere.-

Agustina sonrió y dijo, -Sé que necesitas dinero, ¿no te casaste con Édgar por el dinero, o crees que es demasiado poco? -

Doria frunció los labios suavemente.

-No se preocupe, Édgar y yo ya hemos divorciado y nunca más le molestaré y, tampoco tengo la idea de aprovechar de algo de la familia Santángel.-

-Me malentendiste.- el tono de voz de Agustina era frío, -Tú y Édgar no tenéis nada que ver conmigo, quiero que nunca volverás a ver a Abraham.-

Doria no esperaba que el propósito de su visita no fuera para Édgar, sino para Abraham y se sorprendió un poco.

-¿Qué?-

-Creo que tu también habrás escuchado que Abraham pronto se comprometerá con Aitana, pero tu presencia nos hace sentir incómodo. Hoy vine para decirte todo esto era porque antes también formabas un parte de la familia Santángel. Vete de aquí con el dinero. Es lo mejor para todos.-

Pronto, Doria se calmó.

-Señora Agustina, no tengo nada que ver con Abraham y no voy a aceptar este dinero. Además, permítame decirle, si a Abraham no le gusta Aitana, no tiene ningún sentido que vengas a mí.-

-Al nacer en una familia así, su matrimonio no es una elección propia. Deberías saber esto, ¿verdad? -

Al escuchar esto, el rostro de Doria palideció un poco.

La razón por la que Édgar se casó con ella en ese momento fue por sus padres.

En ese momento, la familia Santángel quería un niño, y ahora, ¿qué querían?

Si antes supuso que Agustina le trataba a Édgar indiferentemente, entonces, lo que dijo hoy casi lo confirmaba.

A Agustina no le importaba en absoluto Édgar, no le importaba con qué tipo de mujer se casaba o si divorciaba, parecía todo esto no tenía nada que ver con ella.

Pero Édgar... ¿no era su hijo?

Agustina se levantó.

-Deberías pensarlo por más tiempo, ya que hoy no tendré la respuesta. Pero debes tener claro que, según tu trabajo actual, nadie se atreverá a contratarte si yo doy una orden. La mejor opción es tomar los doce millones e irte de aquí. Bueno, el pasado mañana es mi cumpleaños, puedes venir y darme una respuesta.-

Doria se sorprendió y, en cuanto quiso negarse, Agustina ya se había ido.

Nunca quería juntarse con las dichas personas de clase alta, Sabía que ninguno de ellos le daba respeto, y encima, temía que buscaran formas para humillarla.

Agustina lo sabía, pero la invitó igualmente. Obviamente lo hacía aposta.

Doria recogió el sobre de la mesa y sintió un ligero dolor de cabeza.

Afuera de la sala de reuniones, Doria pudo sentir las extrañas miradas de las personas a su alrededor.

Había un asistente de fotógrafo, quien solía tener una buena relación con ella y a menudo conversaban, vino a preguntarle tentativamente, -Doria, ¿quién era la que se acababa de ir?-

Al ver sus expresiones, Doria probablemente entendió algo.

Aunque lo había aclarado antes, todavía había muchas personas en la empresa que decían en privado, que era una amante de un empresario rico. Y justo en ese momento, Agustina la buscó, ahora pensarán que vino la esposa original para vengarse del amante.

Doria se sintió enojada y divertida al mismo tiempo, dijo, -Es la madre de mi exmarido.-

Tan pronto como se dijo esto, todos se dudaron aún más.

Sin contar lo elegante que era Agustina, el bolso que llevaba era una edición limitada de una marca de lujo. Si no fuera un miembro vip que gastaste más de millones, no tenía derecho para comprarlo.

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