Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 57

Doria estaba a punto de irse, pero vio a Aitana venir.

¿Los de la familia Santángel eran como las fantasmas?

Aitana como si no la hubiera visto, se paró al lado de Abraham, -Abraham, ¿Por qué no contestas mi llamada? -

El buen humor de Abraham, también fue desgastado por Aitana que le persigue a cada rato, especialmente en estos dos días, él había descubierto que no importaba adonde fuera, ella siempre podía encontrarlo en todas partes.

-Señorita Aitana, por favor, no vuelvas a aparecer en mi vista. -

La cara de Aitana se puso un poco tensa en un instante mirando con cólera a Doria, - Todo era por ella ¿no? Antes de que regresas al país no me tratabas así, es esta puta...-

- ¡Basta! - Abraham se levantó y dijo, -Aitana, ¿Puedes dejar de ser tan irrazonable? -

- ¿Soy irrazonable? Abraham, nuestros padres se han visto, nuestro compromiso es una cuestión de tiempo, ¿No debería yo...-

-Nunca me voy a comprometer contigo, espero que señorita Aitana sea respetuosa a sí misma, de lo contrario, lo que se pierde es la cara de la familia Santángel-.

Esta vez, sin esperar la respuesta de Aitana, se escuchó una voz sin temperatura masculina, -ya que sabes esta verdad, ¿Por qué sigue aquí persiguiendo a Doria?-

Después de escuchar la profunda voz de Édgar, Doria sintió que su corazón estaba a punto de saltar de su garganta y no sabía desde cuándo había llegado aquí tampoco lo que había escuchado.

Al verlo, las espinas de Aitana que había explotado, se retiraron de inmediato y dijo con una voz bajo, -primo-.

Édgar le echó una mirada y miró hacia Abraham.

Los labios delgados de Abraham se levantaron, y le recibió su mirada.

A lo lejos, Vicente podía sentir la chispa que brotaba en ellos.

Abraham dijo, - ¿No se ha divorciado señor Édgar con Doria? ¿Por qué apareces aquí? O si es que, señor Édgar tiene otros pensamientos. -

Édgar no habló, la mirada se enfrió gradualmente.

Doria realmente no etendíam por qué estaba involucrada en este tipo de guerra entre estas dos personas, y mucho menos por qué Édgar estaba presente aquí.

Doria habló con voz débil, -Abraham, vámonos. -

Abraham retiró su vista, -Bien-.

Al ver que se iban, Aitana apenas intentaba de perseguirlos, Édgar dijo en voz fría, -deténgase-.

Ella se volvió un poco apresurada, -primo...-

-Te advierto por última vez que no vuelvas a hablar mal de Doria y que dejes de ser tan ruda-.

Después de haber dicho esto, pasó por el lado de Aitana y se fue con sus largas piernas.

Al salir del restaurante, Doria se quedó por un rato en silencio y dijo, -me voy primero-.

-Doria- Abraham la detuvo, -Espero que pienses lo que te dije hoy-.

Doria le sonrió, -muchas gracias por estar en mi lado hasta ahora, pero han pasado tantas cosas en estos tres años que a veces me preguntó a mí mismo, si hubiera sido mejor que no hubiera habido esos accidentes-.

Después de un largo irato, Abraham dijo, -Doria, ¿Te gusta a Édgar? -

-Ah? - Doria se sorprendió, no habló durante largo tiempo.

Abraham ya había entendido la respuesta, se sonrió y de repente se desvaneció, -ya lo sé, no volveré a decir esas palabras, estaré siempre a tu lado como un amigo-.

Durante mucho tiempo, Doria dijo, -gracias-.

...

Después de irse, Doria tomó un taxi para irse a la casa de Claudia.

Ella envió varios mensajes de texto, pero Claudia no la respondió y se suponía que todavía estaba durmiendo.

Doria se apoyó en la ventana del carro y miró el paisaje.

No sé sí es por la razón de la pregunta que hizo Abraham hace un momento, en todo el camino Doria estaba un poco trastornada,y cuando estaba subiendo las escaleras casi se le había pisado al vacío.

Al salir del ascensor, se quedó de pie en la puerta durante unos segundos, después dio unos palmaditas en la cara para despertarse.

Claudia había cambiado su contraseña cuando le descubrió que Carmelo le sacó la vuelta, y anoche cuando la llevaron de vuelta usaron sus huellas digitales, así que Doria tampoco sabía cuál era la clave, levantó su mano y tocó el timbre varias veces.

Pensando que Claudia no podía oírla, Doria sacó de nuevo su celular y se preparó para llamarla.

Sin embargo, antes de que pudiera marcar su número, alguien le estranguló la muñeca y se la empujó hacia a la pared.

Doria abrió los ojos y miró con asombro al hombre, - ¿Qué haces? -

Édgar con un poco de frío en su mirada, con una mano le agarró las muñecas y otra mano en su mandíbula, con los ojos negros peligrosamente entrecruzados, - ¿Abraham no regresó contigo? -

Doria se sintió inexplicable y luchó desesperadamente, -Qué te importa-.

-Qué pena, él debería haber regresado junto contigo. -

-Tú... mmm-

Édgar se acercó y la besó con fuerza,incluso mordió su labio.

Las lágrimas por el dolor de Doria instantáneamente salieron, pero no pudo combatir su fuerza.

¡Este hombre maldito se enloqueció!

Al parecer, percibió que ella estaba llorando, los movimientos en los labios de Édgar gradualmente se volvieron suaves, llevando un poco más profundo en sus labios.

En ese momento, la puerta que está a lado se abrió repentinamente.

Mientras Claudia estaba de pie en la puerta, con la cabeza levantada con los ojos dormidos, se puso loca al ver la escena.

Édgar se detuvo, giró su cabeza y la miró con frialdad, en su cara estaba llena de impaciencia.

Pasaron varios segundos, ella sorprendida y dijo, -lo siento, continúen-.

La puerta se cerró de nuevo, Doria le empujó con fuerza, y sus ojos se pusieron rojos, - ¿Édgar estás loco? -

Édgar lamió profundamente la mancha de sangre en sus labios lentamente y la miró, -Te he dado muchas oportunidades-.

Pero ella no sabía nada de lo bueno de él.

-¿Quién quiere tus oportunidades inexplicables, Édgar, estamos divorciados, ya estamos divorciados, entiendes? ¡Quién eres tú para hacerme esto sin mi permiso! -

Édgar infelizmente dijo, -El divorcio es algo que tú lo mencionaste-.

- ¿Y la otra persona que firmó los papeles de divorcio era un perro? !-

Édgar con los mismos gestos, -Me arrepintió-.

Probablemente, Doria no esperaba que respondiera de esta manera, completamente aturdida, las lágrimas colgaban en sus pestañas y no cayeron.

Su voz, sin la mínima emoción, sonó, -sólo yo puedo decidir cuándo terminará este matrimonio-.

Poco a poco, el estado de ánimo de Doria se calmó, -entonces te decepcionaré-.

Los labios delgados y profundos de Édgar se apretaron un poco, y cuando estaba a punto de abrir la boca, la puerta que está a lado se abrió de nuevo.

Claudia, se despertó completamente en este momento, jaló a Doria antes de que Édgar se dio cuenta.

Cerró bien la puerta de nuevo con candado.

Claudia, mirando hacia Doria, susurró, -Doria, ¿Estás bien? -

Doria tiene el pelo desordenado, los ojos rojos y la boca herida e hinchada.

No parecía de estar bien en ninguna parte.

Doria sacudió suavemente la cabeza, tratando de decir algo, pero se sintió demasiado débil.

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