Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 128

En el coche.

Briana tomó el joyero entregado, lo abrió al azar y lo dejó a un lado.

Ella dijo a la ligera, -¿Os descubrió Alba?

-No. Esperamos a que tirase esto a la basura. Después de estar seguros de que se fue, fuimos a recogerlo.

Briana sonrió, -Hizo un buen trabajo con este truco, pero es una pena. Parece que no conoce la verdadera identidad de Doria. De lo contrario, habría alcanzado el éxito.

Si Doria fuese solo la diseñadora de la editorial de Joyería SG, sería inútil que pidiese favor suplicando David por ella hoy. Lo que la espera supondría la mala reputación y se vería obligada a retirarse del círculo.

No obstante, resultó que Abraham se presentó dando por ella la aclaración, y ...

A Briana se le enfrió la mirada. Si no adivinó equivocadamente, Édgar estaba allí en ese momento debido a ese incidente.

Pronto, el coche negro entró lentamente en la casa de Collazo.

Briana se apeó con el joyero. Cuando estaba a punto de subir las escaleras, la detuvieron en la sala de estar, -Briana.

Volvió la cabeza y vio al hombre de edad mediana que no se encontraba muy lejos, -Papá, ¿no te has acostado?

Rivera Collazo asintió, -Ven aquí. Tengo algo que preguntarte.

Briana fui a sentarse en el sofá. Cuando Rivera la miraba, se le puso rígida la mano que sostenía el joyero. Dejó la caja detrás del cuerpo sin dejar rastro y le sonrió relajadamente, -Papá, ¿qué pasa?

-¿He oído que hoy fuiste a asistir a la cena benéfica con Édgar?

Ella no lo negó, -Sí.

Rivera agregó de nuevo, -Briana, no quiero que te metas en el lío entre la familia Santángel y la familia Valerio. Édgar es impenetrable. Tú ...

-Padre -dijo Briana-. No puedo decir que conozco mucho a Édgar, pero este hombre es capaz de hacer que toda la familia Santángel lo tema con su propio poder. Se ven las maniobras suyas. Yo me casaré de todos modos con alguien. Creo que si me caso con Édgar, no habrá nada malo sino bueno para el Grupo Collazo.

Rivera guardó silencio antes de continuar hablando, -Briana, no quiero que sacrifiques tu felicidad por esto.

-Padre, me gusta Édgar. Estoy dispuesto a casarme con él -dijo Briana-. En realidad, me ha gustado durante mucho tiempo. Si no hubiese sido porque hace tres años... creía que habríamos estado casados.

-Pero según lo que he sabido, ahora parece estar enredándose en el asunto de su ex-esposa.

Briana dijo con indiferencia, -Esa mujer se casó con él por el dinero. ¿Cómo podría separarse de él tan fácilmente? No te preocupes, papá. Yo me ocuparé de todo esto.

Rivera no dijo nada sino le contestó, -Iré a la familia Santángel para hablar con ellos sobre esto en unos días. Buenas noches.

Después, se levantó con unas toses violentas.

Briana fue adelante y le dio unas palmadas en la espalda, -Papá, ¿quieres más médicos?

-No hace falta. Enfermedad crónica. El clima se ha vuelto frío recientemente. Acabo de sufrirla. No me estorba.

Briana quería decir más, pero vio la quemadura en su pescuezo.

Rivera notó su mirada y tiró el cuello de la ropa hacia arriba, -Estoy bien. Ve a dormir.

Después de que Briana subió, Rivera se iba cuando vio el joyero en el sofá.

Lo tomó y quería subírselo a Briana, pero accidentalmente se abrió la caja y se escapó un collar.

Rivera lo cogió, pero no pudo evitar sentirse un poco perdido viéndolo.

Tan pronto como Briana regresó a la habitación, recordó que el collar todavía estaba abajo. Volvió a tomarlo y vio esa escena.

Dio un paso adelante y susurró, -¿Papá?

Rivera se recuperó de sus pensamientos, -¿Lo compraste hoy?

Briana estaba inexplicablemente nerviosa, y asintió con la cabeza de inmediato, -Pedí a una diseñadora que me lo personalizase. ¿Crees que tiene algún problema?

Sonrió levemente, -No. Es buena la diseñadora. Tiene bastante talento porque puede integrar elementos de reloj de bolsillo en el collar.

Rivera volvió a ponerlo en el joyero. Se lo entregó a Briana y luego regresó a su habitación.

Mirando su espalda, Briana exhaló un aliento de alivio.

***

En la Mansión Estrellada.

Doria se arrepintió en el momento en que cogió la camisa de Édgar. Estaban discutiendo ferozmente en el último segundo, por eso, el ímpetu le desapareció.

Tan pronto como quería retirarse, Édgar puso sus manos sobre su cintura y arqueó ligeramente las cejas.

La expresión parecía decir que fue ella que tomó la iniciativa.

Doria hizo una respiración y estabilizó la mente, -Gerente Édgar, le recordaré la última vez que es injusto que la trates así a tu prometida, es decir, ¡a la señorita Briana!

-¿Crees tan firmemente lo que te dijo?

-No lo negaste, ¿no?

-A tu parecer, ¿no negar es igual que admitir?

Doria fue convencida por el pensamiento de ese. Se estregaron los dientes, -¡Sí!

Édgar dijo, -Realmente lamentable. Mi opinión es completamente diferente de la tuya.

Doria se quedó sin palabras.

-Doria, tengo mi plan. Y el mundo no está divido en dos partes como lo blanco y lo negro a tu vez.

-Tan fácil para ti de buscar un pretexto profesional. ¿Es la razón por la que quiere jugar entre dos mujeres?

Édgar la soltó y le dijo con indiferencia, -No te has vuelto a casar conmigo, ¿así que cómo puedes decir que soy mariposón?

Doria sintió que no podía vencerlo en la discusión con él. ¡Ese hombre no admitía que la había coqueteado de vez en cuando!

Ella dijo, -Pase lo que pase, estoy muy agradecida contigo por ayudarme durante este periodo de tiempo. Encontraré mis propias soluciones para las siguientes cosas a fin de que no te preocupes por mí ...

Édgar la miró respondiendo con un tono tranquilo, -Doria, ¿crees realmente que estoy consultando contigo?

En ese instante, Doria sintió un poco de frío.

Sí. Édgar no estaba consultando con ella.

Si podía salir por la puerta o no, no se debía a su coraje, sino a que Édgar no la dejaría ir.

Vivir allí fue llamado como la protección, pero de hecho se trataba de un encarcelamiento disfrazado.

Así que sería siempre fácil de ser devoradas por el orgullo para las personas.

De vez en cuando probaba un poco de dulzura. Se sentía que estaba comiendo caramelos en lugar de balas de cañón recubiertas de azúcar.

Doria entrecerró los labios sin hablar. Simplemente se volvió para subir y arrastró la maleta de regreso a la habitación.

Édgar no extendió la mano y presionó su sien hasta que llegó el ruido de cerrar la puerta. Marcó un número, -¿Lo has encontrado?

-Sí, gerente Édgar. Se llama José López el hombre que apareció en la vigilancia. Él...

Al escuchar que Vicente dudó en hablar, Édgar se puso impaciente, -Sigue.

Vicente dijo apresuradamente, -Es un usurero. Armando le pidió prestado mucho dinero y hace tres años, se unió a él para enviar a la señora al Club Crepúsculo.

Édgar le dijo, -No tiene ninguna razón para incriminar a Doria. Encuéntralo.

-Debería haber notado que lo estábamos investigando y se ha escapado temprano.

Fue difícil de encontrar a los pícaros despiadados como José que se encontraban en las zonas clandestinas durante todo el año, a menos que revelasen el paradero.

Édgar mandó, -Di a los demás que una vez que se tenga su noticia, se recompensará con un cien mil euros.

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