Matrimonio de primera romance Capítulo 92

Al escuchar lo que dijo Yadira, "Fidelio" mostró sorpresa en los ojos y miró a ella como si estuviera pensando en algo, dijo tranquilamente, -Vamos.-

Yadira siguió detrás de él, tenía una expresión complicada en su cara.

Cada uno es fácilmente dominado por las emociones. Ahora ella no odiaba a "Fidelio", sino le agradecía y le idolatraba, si él no fuera el primo de Delfino, si ella no se hubiera casado con Delfino...

Pero si de esta manera, todo tenía que volver al inicio.

Si ella no hubiera casado con Delfino, no habría tenido vinculación con "Fidelio" por ser humilde.

Era una cuestión sin respuesta, el destino era así de ridículo, pero tú eras incapaz de hacer nada.

Los dos subieron al coche, "Fidelio" de pronto le preguntó a ella, -¿Cómo vas a recuperar esa tarjeta negra?-

Yadira rio, -Encontraré una solución.-

-¿No tienes miedo de que mi primo lo sepa?- dijo "Fidelio" tanteándola tranquilamente.

-Si quisiera saberlo, me habría culpado anoche.- Se puso un poco más seria, -Ha sido tan tolerante, por supuesto que tengo que recuperarla y se la devuelvo.-

Antes ella creía que la tarjeta que le dio Delfino era una muestra de reconocerla.

Pero ahora parecía que todo eso solo era porque no le importaba esa tarjeta negra.

Delfino captó la palabra clave: devolvérsela.

Cuando le dio el móvil, ella no lo aceptó contentamente hasta que dijo que se lo compró "Delfino".

Cuando le dio la tarjeta negra, ella no solo no la quería, sino se la devolvió a "Delfino". Él le dejó guardar la tarjeta, y ella la utilizó una vez.

Antes de esto, ella aceptó todo lo que le diera Delfino,

Pero ahora, quiso devolvérsela a Delfino.

¿Por fin perdió la paciencia con ese "Delfino desconocido" e intentaba prestar atención a "Fidelio"?

Al pensar en esto, Delfino no pudo alegrarse y se puso más taciturno.

......

Noela había cobrado mucho como actriz, pero gastaba poco en días normales.

Cada vez iba de compras, se gastaba unos cientos de miles de euros, incluso más de un millón cuando tenía caprichos.

Aunque la actitud sobre el consumo de Yadira era diferente que Noela, ella creía que una chica podía gastar su propio dinero como quiera.

Las dos llevaron casi un día entero en la calle comprando, al atardecer, se separaron después de una cena.

Al volver al chalé, tan pronto como entró, Yadira vio a "Fidelio".

-¿Has cenado? Si no te la preparo ahora mismo.- Pensando en cocinar para "Fidelio", ella volvió temprano intencionadamente.

Solo eran las seis de la noche.

Fidelio levantó la cabeza, se asombró con tal exceso de atención.

Tosió simulando y dijo en serio, -Aún no he comido ya.-

El guardaespaldas hizo una mueca delicada, él no iba a decir a la señora que el señor acababa de comer y volver del Club dorado.

Una vez hecha la cena, Yadira puso una ración en la bandeja y pidió al guardaespaldas que se la pasara a Delfino.

Fidelio no había comido, seguramente Delfino no habría comido también.

Luego ella volvió a su habitación.

Delfino estaba sentado frente a la mesa viendo los platos ricos, preguntó al guardaespaldas, -¿Has notado alguna diferencia de la señora?-

El guardaespaldas pensó con atención y dijo francamente, -Antes la señora preguntaría si el señor estaba en casa, pero hoy no.-

El señor que dijo él se refería a "Delfino desconocido".

Y diciendo esto, el guardaespaldas pensaba que no dejaba muy claro y explicó, -Me refiero a aquel señor, no eres tú, la señora...

El guardaespaldas pensó que la cosa se volvió más complicada después de su explicación.

-Entiendo, puedes irte.- Le interrumpió Delfino y le ordenó que se fuera con una seña.

......

Mañana era lunes.

Yadira se levantó muy temprano y se lució.

Cuando bajó la escalera, Xulio la estaba esperando.

Yadira miró alrededor, no vio a "Fidelio", avanzó por delante de Xulio y dijo, -Estos días estás tan preocupado por mí, sería mejor que fuera a trabajar yo solo en coche.-

Luego ella giró y salió.

Xulio se quedó sin palabras.

-Nada de nada, me parece el trabajo más fácil es llevarte a trabajar y volver a casa.-

Después de irse Yadira, Delfino bajó lentamente, había visto todo lo que pasó cuando estaba en la segunda planta.

-Señor.- Xulio bajó la cabeza levemente con respeto, sabía que Delfino había escuchado lo que pasó y no explicó nada.

Delfino miró hacia la puerta e hizo una mueca sutil, -Como ella quiera.-

Pensaba que Yadira casi iba a descubrir su identidad, pero no esperaba que ella empezó a alejarse de Delfino intencionadamente.

Yadira llegó al Grupo Jiménez.

Bajó del coche, estaba frente a la puerta del Grupo Jiménez, mostró una frialdad en su cara con el orgullo como si fuera capaz de dominarlo todo.

A Yadira le dio suerte, ella logró a volver aquí.

Yadira caminó hacia la puerta, los funcionarios no se contuvieron a mirarla.

Todos se dieron cuenta de que hoy Yadira era un poco diferente, seguía con esa cara bonita, pero sí había algo diferente.

La colega del Departamento de Marketing pasó y dijo, -Yadira, buenos días.-

-Buenos días.- Yadira giró y sonrío con encanto.

Un par de ojos tenían una forma de media luna, los labios al rojo vivo, con una piel blanca y los rasgos sumamente pronunciados.

Los que estaban al lado se quedó sorprendidos, tardaban unos segundos en reaccionar y rieron al respeto.

Un grupo de gente entró en el ascensor, Yadira habló con ellas, -¿Qué hicisteis el fin de semana?-

-Acompañé a mi niño al parque de atracciones...-

-Salí con mi novio.-

-¡Con razón tienes puntitos rojos en el cuello, creía que era la mordedura de mosquito!-

-¡Qué tontería dices!-

Charlando y riendo, Yadira iba a pulsar el botón del ascensor.

Pero, apenas se cerró la puerta, se abrió.

La que entró fue Perla.

Tan pronto como ella entró, todos se callaron y cayó en un silencio en el ascensor.

Yadira entró primero en el ascensor y estaba en el rincón, Perla echó un vistazo a todos los que estaban en el interior con orgullo e insolencia como si estaba subestimando a ellos.

Yadira observó a Perla, y se dio cuenta de que el abrigo que llevaba era el modelo nuevo de alguna marca famosa que había visto en el mercado, que valía casi un millón.

Yadira levantó la comisura y dijo con una sonrisa plácida, -Buenos días, Perla.-

En este momento el ascensor subió lentamente, en el cual se mantenía un silencio, la voz suave de Yadira se expandió por el ascensor, lo que hizo que el ambiente fuera más raro.

Perla se volvió increíblemente, cuando vio a Yadira, cambió de color.

Como si hubiera visto un monstruo terrible, se tambaleó y casi se cayó, apoyó en la barandilla del ascensor, miró a Yadira abriendo el ojo, -Por qué estás aquí, no debes estar...-

Teniendo en cuenta que estaban en el ascensor, ella se tranquilizó y dijo falsamente, -Yadira, hoy llegas temprano.-

Cuando Yadira empezó a hablar, los que estaban a su lado retrocedieron un poco.

Yadira fijó en Perla y dijo lentamente, -Un poco antes que hermana.-”

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