Matrimonio de primera romance Capítulo 87

Al terminar las palabras de Yadira, se hizo un extraño silencio dentro del coche.

Miró a Xulio, que conducía adelante y luego giró la cabeza mirando a “Fidelio”, al ver que estaba perdido en sus pensamientos, alargó la mano y le dio una palmada -¡Todavía no me has dicho qué le gusta comer a tu primo! -

Delfino volvió en sus sentidos y la miró profundamente, después de unos segundos dijo -No es exigente, come de todo-

Decía la verdad, Yadira era buena cocinando y había comido su comida durante tanto tiempo que todos los platos le sabían bien.

A Yadira le parecía como que no le hubiera respondido nada.

Después de eso, “Fidelio” permaneció en silencio y no volvió a hablar.

No se sabe en qué estaba pensando.

Lo primero que hizo Yadira al llegar a casa fue buscar a Delfino.

Corrió hacia la puerta del estudio y tocó la puerta, pero nadie abría la puerta durante un buen rato.

Al bajar, se encontró con “Fidelio” y le preguntó con curiosidad -¿No dijiste que Delfino estaba en casa? He llamado a la puerta del estudio pero nadie ha contestado-

Delfino giró ligeramente la cabeza para mirar hacia otro lado, evitando la mirada de Yadira -Quizá se fue a su habitación a descansar, mi primo no está muy bien de salud y se cansa con facilidad-

Después de decir una mentira, habría que completarla con innumerables mentiras.

La razón para mentir a Yadira antes era que la encontraba interesante y quería molestarla con eso.

De todas formas, la había escuchado defender a Delfino.

Delfino había crecido en una familia centenaria, había escuchado y pasado por muchas cosas, por lo que podía saber si Yadira era sincera o no cuando decía esas cosas.

Precisamente porque podía saber que Yadira hablaba en serio, las emociones de Delfino eran tan complicadas que no podía ni siquiera comprenderlas el mismo.

-Entiendo- Yadira asintió y bajó las escaleras.

Delfino la vio entrar en la cocina y llamó a Apolo con cierto disgusto -¡Sal a tomar algo!-

-Voy a...- Apolo abrió la boca para negarse, pero Delfino colgó enseguida antes de que pudiera pronunciar las palabras.

...

En el Club Dorado.

Apolo agitó de mala gana su vaso y acercándolo al frente de Delfino -Dime, ¿qué te está molestando para que me busques para un trago en pleno día?-

Delfino no decía nada, sólo se servía un sorbo de trago en silencio.

Apolo al verle así, se da cuenta de que la cosa podía ser algo seria y así que dejo su humor juguetón y dijo seriamente -Me vas a contar lo que pasa, ¿no?-

Delfino finalmente giró la cabeza para mirarle directamente a los ojos.

Sólo que miró a Apolo durante unos segundos, luego volvió a desviar la mirada y dijo ligeramente -Tampoco lo entenderías si te lo dijera-

-...- ¿Entonces para qué me pides que venga a tomar?

...

Cuando Yadira hizo la cena, el guardaespaldas le dijo que Delfino había salido con “Fidelio”.

Así que tuvo que comer sola.

Justo cuando levantó los palillos, sonó su teléfono.

Lo sacó y vio que era Salia la que llamaba.

Extendió un dedo, tocó la pantalla y finalmente deslizó hacia el botón verde de contestar.

Yadira puso el altavoz, con un tono ligero -¿Álo?-

Se oyó un ruido al otro lado de la línea y luego el estridente grito de auxilio de la mujer -Yadira, sálvame...-

Yadira volvió a mirar el número de teléfono para asegurarse de que era el de Salia.

Salia del otro lado gritó, con un sollozo en su voz -Yadira, me equivoqué antes, pase lo que pase soy tu madre, tienes que salvarme...-

Sin esperar a que Yadira hablara, le quitaron el teléfono y esta vez fue un hombre el que contestó al teléfono.

-¿Eres la hija de esta mujer? Escucha con atención, prepara para darnos 50 millones o sino...- La voz del hombre se volvió repentinamente cruel -¡La asesinaremos!-

Yadira se sobresaltó al principio y luego dijo muy fríamente -¡No tengo dinero, si lo quieres ve al Grupo Jiménez y pídele a Henrico!-

¿Salia había sido secuestrada?

50 millones es mucho dinero.

Si los secuestradores fueron por Salia desde el principio, ya habrían llamado a Henrico, ¿por qué la llamarían a ella?

-Eres la señora de la familia Domínguez ¿Cómo que no tienes dinero? ¡Tiene que ser una broma! Tienes dos horas para preparar el dinero, me pondré en contacto contigo de nuevo en dos horas ¡nada de llamar a la policía o la asesinaré!-

El hombre colgó el teléfono después de eso.

Antes de que colgó, Yadira oyó los gritos de Salia al otro lado del teléfono.

La mano de Yadira que agarraba el teléfono se tensó de repente y su rostro cambió ligeramente.

Por muy excesiva que fuera Salia, era su propia madre y no había forma de que se quedara con los brazos cruzados viendo cómo le pasaba esto a Salia sin hacer nada.

Yadira sacó su teléfono para llamar a Henrico mientras caminaba hacia afuera.

No contestaba el teléfono.

Yadira estaba muy desesperada, bajó corriendo de la colina y tomó un taxi hasta la familia Jiménez.

Yadira no había vuelto a la familia Jiménez desde que volvió a su forma original, así que cuando se paró en la entrada de la familia Jiménez, fue directamente detenida por los sirvientes que custodiaba la puerta.

El sirviente le preguntó -¿Señorita, a quién busca?-

Yadira le dirigió una mirada fría -Soy Yadira-

-¿La Señorita Yadira?- El sirviente no podía creerlo, pero al examinar más de cerca, pudo ver que la mujer que tenía delante se parecía en algo a la Señora.

El sirviente no se atrevió a detenerla de nuevo.

Yadira le preguntaba mientras se dirigía al interior -¿Dónde están mi padre y Perla?-

-El Señor y la Señorita Perla están comiendo- Cuando el sirviente termino de decir eso le hizo una pregunta más -¿Y usted Señorita Yadira ya ha comido?-

En cuanto Yadira escuchó eso, que no le importaba sobre eso, su corazón solo ardía de ira.

Incluso si una persona normal perdiera un perro iría a buscarlo, ¡y menos ahora que Salia fue secuestrada!

Yadira conocía muy bien la casa de la familia Jiménez y fue directamente al comedor.

-Papá, estos camarones están buenos hoy, pruébalos-

-Sí, sabe un poco mejor que lo habitual...-

Cuando entró, Perla y Henrico estaban comiendo alegremente.

Perla fue la primera en ver a Yadira y la miró con cara de sorpresa -Normalmente mamá te invita a cenar a casa y nunca venías, pero hoy que no está mamá has venido-

Yadira se acercó a ella a grandes pasos, alarga la mano y lanza el plato que está delante de Perla y lo rompió contra el suelo. -¡Han secuestrado a mi mama y todavía tienes ganas de comer!-

Los ojos de Perla se abrieron de par en par y en su rostro quedó más impresionado -¿Qué, han secuestrado a mamá?-

-¿El secuestrador no te llamó?- Yadira miró a Perla con los ojos ligeramente entrecerrados.

-Mamá antes dijo que iba con una amiga al salón de belleza y nos dijo que no la esperáramos para comer, cómo es posible que la hayan secuestrado- Perla también puso una expresión de desconfianza.

-Alguien me llamó y me dijo que había secuestrado a mi mama y me dijo que preparara 50 millones en dos horas o sino la asesinaría- El tono de Yadira tenía una pizca de nerviosismo.

La primera reacción de Perla a sus palabras no fue preocuparse por Salia, sino que frunció el ceño y dijo -¿50 millones? ¡Eso es mucho! La empresa está escasa de dinero estos días, ¡cómo vamos a sacar tanto dinero de golpe!-

Yadira hizo una mueca -¡Si no pueden conseguirlo pues busca la manera! Mi mama lleva muchos años de sacrificio en la familia Jiménez, ¿acaso no merece que recauden 50 millones para salvarla?-

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