Matrimonio de primera romance Capítulo 67

Hasta que ambos lados de la cara de Perla estuvieron tan hinchados que casi no pudieron reconocerla, Delfino no lo dejó parar todavía.

Sino que Yadira no pudo soportar verlo, ella le pateó la pierna suavemente debajo de la mesa y le susurró, -¡Fidelio!-

Delfino giró la cabeza y la miró, sabía que ella quería que lo parara. Dio dos golpecitos con sus delgados dedos sobre la mesa y luego dijo distraídamente, -Ya está, señor Jimenez es realmente despiadado, golpeando a tu propia hija tan hermosa hasta así.-

No se notaba nada de la conciencia del culpable en su tono, pero parecía un espectador viendo un drama.

Henrico se sentía agredido, pero no pudo ofenderle, miró a Perla e inmediatamente giró la cabeza.

La cara de Perla, hinchada como la cabeza de un cerdo, estaba...sin ganas de mirarla.

Delfino miró a Perla y dijo tranquilamente, -Era necesario dar un lección a su hija, pero no debía ser tan cruel como señor Jimenez, se tenía que reservar otra opción para sí mismo.-

Henrico parecía agraviado, solo bajó la cabeza y no dijo nada.

Delfino ya consiguió su objetivo, no tenía ganas de quedarse aquí más tiempo, giró la cabeza y miró a Yadira a su lado, su tono obviamente estaba mucho más relajado, -¿Has comido bien?-

Yadira dejó el pastel de calabaza que no había terminado de comer, dejó la expresión de asombro y asintió con la cabeza, -Sí.-

-Vamos.- dijo Delfino, luego se levantó y salió.

Yadira le siguió rápidamente con su bolso.

Delfino tenía piernas largas, y cuando Yadira salió, ya había caminado una larga distancia.

Estaba a punto de correr para alcanzarle cuando lo encontró de repente mirando hacia atrás, y luego se quedó allí quieto, como si la estuviera esperando.

Podía ser que hoy hubiera pasado muchas cosas, o podía ser que Salia la afectara, sus ojos se enrojecieron de repente.

Cuando era pequeña, una vez Salia la llevó al parque de atracción, pero Perla también fue.

Salia estaba ocupada cuidando a Perla y no tenía tiempo para cuidarla a ella, en ese momento era una niña y sentía curiosidad por todo, por lo que luego se quedó atrás de ellas, vio a Salia desaparecer entre la multitud sin mirarla ni una vez.

En ese momento, deseaba muchísimo que Salia pudiera mirar hacia atrás por ella.

Al verla quieta, Delfino frunció el ceño y regresó, -¿Qué te pasa?-

Yadira rápidamente bajó la cabeza y se secó los ojos, cuando volvió a levantar la cabeza, no parecía nada extraña excepto los ojos rojos.

-El viento es un poco fuerte y la arena entró a mis ojos.-

Ella pensaba que su mentira chapucera sería expuesta por "Fidelio", pero no esperaba que no solo no la descubrió, sino que se inclinara y dijo, -No te muevas, déjame ver.-

Yadira todavía estaba sumergiéndose en el buen sentimiento de que "Fidelio" le ayudó, por lo que se quedó quieta obedientemente y levantó la cabeza para mostrarle los ojos.

Pero olvidó que aunque "Fidelio" hacía algo bueno de vez en cuando, no era una buena persona.

Vio la cara de "Fidelio" acercándose cada vez más frente a sus ojos, tenía un mal presentimiento en su corazón y quería alejarse.

Delfino rápidamente extendió la mano para apoyar su colodrillo, bajó la cabeza y le dio un pico en los labios, y luego retrocedió.

Solo tomó dos segundos desde que la besó y se retrocedió.

Después de un rato, Yadira reaccionó y quiso regañarle, pero él acabó de ayudarle.

Pero si no lo regañara... ¡sería imposible!

-¡Fidelio! ¡Qué morro tienes!- Yadira se quedó un poco sin palabras cuando regañaba a "Fidelio".

Excepto de “sinvergüenza” y “caradura” ya no podía encontrar más palabras para regañarle.

Pero todavía era impenitente.

-Ay, Yadira, deberías sentirte conmovida porque puedo besarte mirando esta horrible cara tuya.- Dijo mientras extendiendo la mano y tocando la mitad de cara hinchada suya.

Yadira apartó su mano, mirándole con frialdad, -¡No me toques!-

"Fidelio" volvió a extender la mano como si fuera divertido, y Yadira volvió a apartar su mano.

Sin embargo, esta vez no consiguió lo que quería, porque "Fidelio" le agarró la mano directamente.

La mano de la mujer era tan suave como si no tuviera hueso.

El interés brilló en los ojos de Delfino y volvió a frotar su mano, caminó hacia adelante cogiéndola antes de que Yadira se enfadara.

-¡Suéltame!- Yadira forcejeaba.

Creía que el hoy "Fidelio" era particularmente presuntuoso, incluso la besó en público y le cogió la mano.

No estaba lejos del Grupo Jimenez, si se encontraran con algunos empleados que vinieron aquí a comer…

Yadira pensaba que, si continuara así, se volvería loca por lo que hacía "Fidelio".

No podía soltar la mano de "Fidelio" tampoco podía hacer el movimiento demasiado fuerte por temor a atraer la atención de la gente, por lo que al final le dejó llevar hasta donde estaba el coche.

Después de que se fueron los dos, Perla salió detrás del pilar en la entrada del restaurante con la cara hinchada como un cerdo, miró la foto que acabó de tomar y sus ojos brillaron con tristeza.

Yadira tomó la posición de la esposa de la familia Dominguez, y se liaba con el primo, quería ver cómo estos dos terminarían todo esto.

¡Ella había sufrido tanto hoy que no lo dejaría pasar fácilmente!

...

Yadira fue llevada a la clínica por "Fidelio", le aplicó medicamento y antiinflamatorios en la cara, luego regresó al Grupo Jimenez y siguió trabajando.

Cuando llegó al Grupo Jimenez, al sentarse en su oficina, escuchó a la persona a su lado decir que Perla pidió la tarde libre y se fue a casa para descansar.

Tan pronto como quien estaba hablando vio venir a Yadira, su voz bajó de repente.

A pesar de eso, Yadira escuchó algunas palabras

-Creo que Yadira no es tan sencilla... una vez que llegó a la empresa, los jefes no paraban de tener accidentes o pedir días libres…-

Yadira pensaba por un rato, parecía que eso era verdad.

Primero Pietro, luego Perla.

Pero, ¿cómo podían culpar a ella? ¡Ellos la provocaron primero!

A la hora de terminar el trabajo, Yadira recogió las cosas y estaba a punto de irse, vio que se acercaba la secretaria de Henrico.

-Señorita Jimenez, el presidente te está buscando.-

¿Qué quería Henrico de ella?

¿Podía ser que quisiera vengarle a Perla por lo que pasó por el día?

Con el amor de Henrico por Perla, esto no era imposible.

Por lo tanto, Yadira dijo muy seria y gentilmente, -Lo siento, ahora estoy fuera de horario de trabajo. Si el presidente me está buscando por trabajo, iré a verlo mañana. Si es por asuntos personales, definitivamente me llamará. Además. tengo que ir a visitar al 'colega' que estaba mal por haber trabajado demasiado por mis ausencias.-

La secretaria de Henrico había trabajado para él durante muchos años y sabía un poco sobre Yadira, que no era guapa tampoco era sensible.

También sabía cosas que habían pasado en la empresa recientemente, pero después de una conversación presencial, se dio cuenta de que Yadira no solo se volvió más guapa, sino que también tenía un pico de oro.

La secretaria volvió a decir, -Pero el presidente Jimenez ya dijo que necesitaba que fueras.-

La respuesta de Yadira fue salir con su bolso directamente.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera