Matrimonio de primera romance Capítulo 215

Yadira no lo dudaba, si dijera que quisiera una estrella del cielo, Delfino haría todo lo posible para conseguirla.

Conociendo el poder de él, posiblemente sería capaz de hacerlo.

Pensando esto, Yadira no pudo evitar de reírse de sí misma.

Después de cambiarse, vio a Sandra.

Sandra al verla, sonrió y dijo, -Come un poco antes de salir, aunque comas fuera, esta mañana tampoco has comido nada, tómate cualquier cosa antes de irte.

Acababa de llevar los platos a la mesa, y Delfino le hizo llevarlo de nuevo a la cocina.

Yadira últimamente no tenía mucho apetito, cada vez que Sandra la veía, le decía que comiera algo.

Ella tampoco sabía por qué estaba así, Sandra cocinaba muy bien, las comidas las hacía deliciosas y le gustaba mucho.

-Vale.- Viendo la mirada de preocupación de Sandra, ella tampoco quería rechazarla, entonces asintió con la cabeza.

Yadira fue al comedor mientras que Delfino la esperaba en el salón.

Sandra llevó los platos a la mesa, la comida se veía espectacular y olía exquisitamente.

Por una vez que a Yadira le entraban ganas de comer, no pudo esperar más y empezó a zampar.

Al ver que Yadira tenía apetito, Sandra sacó una gran sonrisa.

Sandrase sentó en frente de ella y miraba cariñosamente a Yadira, abrumada por una mezcla de emociones, dijo, -El señorito, de pequeño tenía muy buen carácter y era muy educado, gustaba a todo el mundo, pero el cambio radical posterior hizo que acabara así. En el fondo él es muy bueno, a veces comete errores sin querer. si te molesta, no guardes silencio, sólo dilo, y métete con él.…-

-Ese chico, parece frío por fuera, pero en fondo es muy tierno.- Sandra parecía que hubiera recordado algo, en su voz había un cierto tono sentimental.

Yadira se quedó quieta y sus ojos empezaron a ponerse un poco llorosos.

Casi nadie le había dicho eso.

Noela se preocupa por ella, pero le teme a Delfino, aparte de ayudarla a insultar a Delfino, también le ayudaba a sacar ideas.

Sandraha visto cómo era Delfino de pequeño, era natural que se preocupara por él, lo veía como su propio hijo.

Las palabras de Sandra llegaron al corazón de Yadira.

Cuando los demás veían a Yadira y a Delfino, siempre le añadían a Delfino la etiqueta “el señorito de la familia Domínguez”, de modo que, hiciera lo que hiciera él, ya sea tratarla bien o mal, todo el mundo pensaba que Yadira debería hacer las paces con él.

Pero solo Sandrahabía dicho algo así, solo ella los trataba como una pareja normal, consolándola con palabras sinceras.

Yadira asintió con la cabeza y dijo, -Lo sé Sandra.-

Ella sabía que Delfino en el fondo no era malo, también sabía lo bien que trataba a las personas que le importaba, sabía aún más lo tierno que era en el fondo.

Solo que, lo que había hecho esta vez, Yadira no podía perdonarlo fácilmente.

La naturaleza humana a veces es muy débil, consentirlo una vez implicaría una segunda vez.

Además, esta vez, había sido una cuestión de principios.

Aunque Delfino pasó por un cambio radical, pero al ser el único heredero de la familia Domínguez, había sido el más amado y favorito, por lo que desarrolló un carácter prepotente.

Era insistente y dominante, cualquier cosa que había decidido lo hacía, sin importar si estuviera bien o mal.

Pero Yadira no se lo iba a tolerar.

Esta vez, iba a luchar hasta el final.

Pero tenía curiosidad por saber cómo era el Delfino de antes, - Sandra, cuéntame cosas de Delfino de cuando era pequeño.-

-El señorito de pequeño… Era muy adorable, cada vez que iba a un banquete, su abuelo siempre lo llevaba a su lado, siempre ganaba créditos. El señorito siempre estaba rodeado de esas niñas, y de niños también…-

Al haber escuchado a Sandra hablar de Delfino de pequeño, le costaba relacionar a ese joven que saludaba a todos con una sonrisa y ayudaba a abrir el caramelo a una niña, con el hombre de ahora que con una simple mirada podría darte escalofríos.

El tiempo era un ladrón maestro.

Había robado la felicidad y la juventud de las personas.

Sandra no podía parar de hablar una vez haber empezado a contar cosas de Delfino de pequeño, a Yadira también le parecía interesante.

En principio había quedado en que iba solamente a picar algo, pero finalmente se había quedado una hora comiendo.

Cuando estaba saliendo del comedor, había encontrado a Delfino en el sofá pegando una pequeña siesta.

Tenía el codo apoyado en el brazo del sofá y su mano sostenía la barbilla, en la barbilla había una fina capa de rastrojo de barba de color claro, no se notaba mucho.

Pero, sobre su rostro había un cansancio notable.

Últimamente Yadira no había mirado bien a Delfino, y ahora observándolo bien, se había dado cuenta que se le veía un poco delgado, cosa que le hacía verse incluso con más frialdad.

Puede que fuera por estar tanto tiempo mirándolo fijamente que, Delfino se había despertado de repente de su siesta.

Él tuvo una breve perplejidad, seguidamente se sentó recto y despertó por completo, -¿Ya has terminado?-

Yadira afirmó con la cabeza.

Cuando estaban saliendo, ella se había dado cuenta que Delfino hoy no tenía pensado llevar a los guardias.

Mientras él arrancaba el coche, preguntaba, -¿Dónde quieres ir?-

Yadira giró un poco la cabeza para pensar y contestó, -Vayamos a dar una vuelta por ahí.-

Delfino con la misma expresión en su rostro dijo, -Vale.-

Él la llevó directamente al Club Dorado.

Aparcó el coche en la puerta del club, Yadira levantó su labio suavemente y envió la dirección a Noela “Club Dorado”.

Noela le respondió con puntos suspensivos, sin duda estaba sin palabras.

Yadira con el móvil en la mano estaba respondiendo a Noela, pero de repente notó una sombra pararse a su lado, asustada giró la cabeza y vio a Delfino con el cuerpo estirado, le estaba desatando el cinturón.

Él estaba mirando fijamente el cinturón, estaba concentrado y desatándoselo. No echó ni una mirada al móvil y se volvió a su sitio.

Yadira suspiró de alivio y bajó del coche con el móvil en la mano.

El parking estaba en frente del club, si querían llegar al Club Dorado, tenían que cruzar una carretera.

Yadira caminaba por delante, miró hacia los dos lados, no vio ningún coche pasar y entonces cruzó.

Ella de normal suele caminar rápido, en el momento que Delfino iba a dar un paso para alcanzarla, como intuición miró hacia un lado, y vio un coche negro descontrolado apuntando hacia Yadira.

A Delfino le cambió la cara, pero no tenía tiempo para pensar, su cuerpo actuaba más rápido que su mente.

Antes de que se diera cuenta, con dos o tres pasos él ya estaba detrás de Yadira, la estiró hacia sus brazos y cayeron los dos al suelo entre el caos.

El coche pasó muy rápido por encima de sus cabezas y se estrelló contra una barandilla del borde del parking.

-¡Un accidente!-

-¡Llamad a la policía!-

Los guardias del Club Dorado vieron esta escena.

Delfino tenía a Yadira entre sus brazos, él no sentía el latido de su propio corazón, como si el silencio reinara de repente el en mundo entero.

Yadira se había dado cuenta de lo que había pasado al escuchando el ruido de su alrededor.

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