Matrimonio de primera romance Capítulo 211

Yadira y Noela se miraron sin saber qué decir.

Yadira no había visto a Severo durante mucho tiempo, pero él dijo esto tan pronto como la vio, seguramente estaba mal de la cabeza.

-¿Qué pasa?- Noela preguntó en voz baja apretando disimuladamente el brazo de Yadira.

Yadira negó con la cabeza, -¿Cómo puedo saberlo? Vámonos.-

Hubo una vez que le gustaba Severo y sentía mariposas en el estómago cuando le veía.

Solo que más tarde, ella ya no sentía nada por él hacía mucho tiempo.

Pero el hombre no tenía la intención de detenerse, corrió hacia Yadira y le bloqueó el camino.

-Yadira, nos conocemos desde hace muchos años. Sabes qué tipo de persona soy.- Severo hizo una pausa cuando dijo eso, como si estuviera considerando las siguientes palabras.

Yadira había salido ese día para divertirse, pero el comportamiento de Severo la estaba molestando.

Respiró hondo, se colocó bien su largo cabello con algo irritada y dijo en un tono frío, -No sé qué tipo de persona eres. Lo que sé es que, si tienes algo que decir, ve con Perla. Ella es tu novia.-

-No lo es, hemos roto.- Severo lo negó claramente.

Yadira le dijo sin piedad, -Oh, ¿entonces viniste a mí porque rompiste con ella? ¿Soy la que se encarga de recoger las basuras?-

-¡Yadira!- La tez de Severo cambió, y sus bonitas cejas se fruncieron, como si fuera difícil de creer que Yadira dijera tal cosa.

-Perdón, estoy de mal humor, pero no creo que me haya equivocado.- Yadira lo miró con una sonrisa falsa, -¿Tienes algo más que decir?-

-Yadira, tuvimos algunos malentendidos antes, pero sé que Delfino y tú no os habéis casado. Siempre y cuando estés dispuesta a dejarlo, puedes venir a mí, yo...-

Antes de que pudiera terminar sus palabras, un hombre saltó desde un lado de la carretera y le dio un puñetazo en la cara.

Severo no estuvo preparado para eso, por lo que directamente se cayó al suelo, produciendo un sonido de "boom".

Ese cambio repentino sorprendió a Yadira y Noela.

-¿Severo?- Yadira dijo por reflejo el nombre del hombre antes de levantar los ojos para mirar a la persona que lo golpeó.

Esa figura alta, si no era de Delfino, ¿de quién más podía ser?

Delfino estaba a dos pasos de Yadira con un rostro serio y su cuerpo exudaba un gélido atmósfera distante.

Yadira hizo una pausa antes de caminar hacia él, -¿Por qué estás aquí?-

Frente a Delfino, Noela estaba más asustada que Yadira, especialmente cuando Delfino desprendía una atmósfera helada. Se frotó los fríos brazos y retrocedió dos pasos en silencio.

En ese momento, Severo, quien acababa de ser derribado al suelo con un puñetazo por Delfino, ya se había levantado del suelo, frunciendo el ceño y mirando a este último dijo, -¿Delfino?-

El lugar donde se encontraban en ese momento justo estaba en una esquina del mercado nocturno, las luces estaban tenues y había poca gente pasando, por lo que nadie se dio cuenta de la situación allí.

Delfino miró a Severo con frialdad, -Cállate.-

Severo sintió un escalofrío en la espalda al ser mirado por Delfino, e inconscientemente se calló y dejó de hablar.

Pero luego reflexionó que Yadira también estaba allí y si se comportaba como un cobarde ante Delfino, sería muy vergonzoso.

Severo levantó la cabeza, enderezó el cuello y dijo, -¿De qué estás tan orgulloso? Yadira ya no tiene nada que ver contigo ahora, así que ¿por qué te preocupas por ella?-

Yadira rezó por Severo en el fondo de su corazón.

Aunque ocasionalmente ella desafiaba a Delfino cuando tenía coraje, nunca elegiría desafiarlo cuando este estaba ya al borde de la ira.

"Que tenga buena suerte, Severo."

Delfino arqueó las cejas y se burló con un tono arrogante y desdeñoso, -¿Estás en condiciones de hablar conmigo?-

-Hola, ¿eres Yadira?-

De repente, una voz tentativa llegó desde atrás.

Ese sonido también atrajo la atención de otras personas.

Yadira volvió la cabeza y descubrió que era una chica que parecía una estudiante de bachillerato.

La niña inclinó la cabeza y miró a la cara de Yadira, luego le arrojó lo que le quedaba de té con leche directamente sobre su cuerpo, -Perra, eres una amante y encima eres cruel con la pareja original, el karma vendrá a por ti...-

Yadira estaba completamente atónita cuando la oyó.

Fue Delfino quien reaccionó primero y tomó a Yadira en sus brazos, evitando el vaso de té con leche.

La voz de la chica llamó la atención de los demás.

Al ver a otras personas ir hacia allí, Noela, quien era una famosa, reaccionó rápidamente ante esa situación, le dijo a Yadira, -Vámonos.-

Yadira miró a Noela, pensando que esta estaba en un período de auge con muchos seguidores, si la gente la veía a sí misma con ella juntas, definitivamente afectaría la imagen de Noela.

Entonces, le dijo a ella, -Separémos.-

Delfino la miró cuando escuchó las palabras, tomó su mano y caminó hacia la calle lateral.

El camino pequeño era un camino ancho, donde estaba aparcado el coche de Delfino.

Él abrió la puerta del coche y metió directamente a Yadira, mientras que por el otro lado abrió la puerta del conductor para sentarse y conducir.

Antes de que Yadira tuviera tiempo de abrocharse el cinturón de seguridad, el coche salió como si estuviera fuera de control.

-¡Ah…!-

Yadira gritó sosteniéndose en el asiento, luego volvió la cabeza y gritó a Delfino, -¡Conduce más lento!-

Pero sus palabras obviamente no funcionaron. Por el contrario, parecía ser más estimulante. No solo que la velocidad del coche no disminuyó, sino que fue aún más rápido.

Yadira estaba mareada debido a la velocidad y hablaba de forma intermitente.

-Del... Delfino... quiero... vomitar...-

Acababa de comer y con el acto en ese momento por la velocidad, quería vomitar.

Esa vez, Delfino por fin disminuyó la velocidad y se detuvo.

Yadira extendió su mano para abrir la puerta y bajarse del coche. Delfino pensó que se iba a escapar, así que la tomó en sus brazos y la besó.

La besó tan fuerte y apasionadamente que las comisuras de sus labios se adormecieron...

Sin embargo, ¡en ese momento ella tenía muchas ganas de vomitar!

Yadira lo golpeó un par de veces, pero él la sostenía con demasiada fuerza y ​​no podía empujarlo en absoluto. El espacio en el coche era limitado por lo que sus manos y pies no se podían estirar por completo.

Delfino la mantuvo quieta y la siguió besando.

Cuando por fin se apartó un poco.

-¡Puaj…!-

Yadira ya no pudo aguantar más y acabó vomitando.

Ella sintió que los brazos envueltos alrededor de su cintura se tensaron.

Pero Delfino no la apartó como ella esperaba, sino que las palmas que estaban en su cintura se movieron hacia arriba y le dieron palmaditas con suavidad para ayudarla.

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