Matrimonio de primera romance Capítulo 206

Yadira salió de la habitación de Perla, mientras caminaba hacia abajo, quería llamar al Delfino Domínguez.

Sin embargo, antes de hacer la llamada, en la esquina de las escaleras vio que Jaime caminaba por la puerta hacia el salón.

Ella subconscientemente colgó la llamada que quería llamar y se miró fijamente a Jaime.

Jaime vestía con un traje gris bien ajustado, se veía un poco flaco, el rostro siempre era amable y suave, tenía la sonrisa bonita y perfecta. Era como una figura que saliera de un póster de película, preciso y delicado.

Si no hubiera pasado esas cosas, Yadira seguiría siendo su aficionada.

Probablemente la mirada de Yadira era muy enfocada, Jaime miró hacia arriba.

En el momento que los ojos de ellos dos se enfrentaron, la expresión amable y suave de Jaime se cambió.

La sonrisa se endureció un poco, pero sólo duró unos segundos, él volvió a la normalidad.

Evelio todavía estaba en el salón, Jaime volvió a mirar a Evelio, dijo humildemente, -Señor Evelio.-

Evelio sonrió, - Por favor siéntese, Señor Jaime.-

Cuando Yadira bajó, Evelio y Jaime ya estaban conversando en el sofá.

Yadira aguantó con mucho esfuerzo para no adelantar a preguntarle.

No sabía de dónde apareció Salia, tomó la mano de Yadira y la llevó a una habitación.

Salia observó por un momento en la puerta, cerró la puerta y llevó Yadira para dentro de la habitación, dijo, -¿Qué pasó? ¿Por qué en el certificado de matrimonio registra el nombre de tu hermana?-

Yadira miró a Salia con mucha sorpresa.

¿Su madre finalmente sabía preocuparse por ella?

Pero al segundo siguiente, Salia rompió su imaginación.

-Si devolviste la posición de esposa de Delfino a Perla antes, no sucediría el asunto de hoy. Eres tan codiciosa, mira qué está pasando ahora, ve que Perla ha sido castigada ahora, qué pobrecita…-

Salia habló mucho y finalmente dijo con preocupación, -No sé si esto afectará a la empresa o no...-

Yadira se río fríamente y dijo, -Salia, ¿tu celebro tiene problema? Si tienes problema, ve al hospital y pide un turno de psiquiatría. No hables tonterías conmigo, no aguanto más.-

La villa de Jiménez estaba bien diseñada y casi todas las habitaciones eran bien ventiladas y iluminadas.

Debido a que la iluminación era tan buena, era muy fácil de ver claramente la expresión facial de Yadira, incluso se podía ver los pelitos de su cara.

Salia vio claramente el aburrimiento y la fatiga en la cara de Yadira, y la calma después de estar decepcionada.

Salia no creía que Yadira dijera eso, -Yadira. ¿Qué te pasa?-

En la memoria de Salia, Yadira siempre era obediente, siempre estaba de acuerdo de ella y hacía todo lo que dijo ella.

Pero lo que Yadira acababa de decir, la asustó un poco.

-¿Cómo puedes hablar así con tu mamá?- Salia frunció el ceño e intuyó que había oído mal.

Ella extendió su mano para tomar el brazo de Yadira, -Sé que estás de mal humor por lo que pasó recientemente, pero realmente es tu propio problema...-

-¿Por qué hablé contigo así?- Yadira retrocedió silenciosamente dos pasos para evitar la mano de Salía, -Perla te regañó que eres una perra de la familia Jiménez, todavía quieres complacerla, sólo digo la verdad, ¿y no puedes aguantar de escuchar?-

La expresión de Salia cambió ligeramente y dijo, -Perla es una joven, no está estable, es normal que pierda los estribos de vez en cuando.-

Yadira dijo fríamente, -Soy más joven que ella.-

Salia no podía responder. Yadira siempre le hacía caso, le habló de repente de esta manera, dejó que ella se sintió molestada, así que la cara de Salia se desvaneció, y dijo seriamente, -¿Por qué comparas con ella? Complazco a ellos con mucho esfuerzo para que nosotras tuviéramos una posición en la familia Jiménez.-

Yadira la corrigió sin expresión, -No es para nosotras, sólo para tú misma.-

Salia todavía estaba hablando y Yadira la interrumpió directamente, -No me digas más mentiras como esto, no quiero escuchar más, ni busques más excusas para ayudar a perla. Recuérdate que, originalmente arrodillaste y me rogaste que me casara en la familia Domínguez por ella.-

Yadira ahora no quería aguantar más, ya no tenía miedo o preocupación.

Delfino dio a Jaime muchas oportunidades, incluso que la usó como una herramienta de prueba, y finalmente la convirtió en un “Amante”.

Entre ella y Delfino también había pasado lo mismo.

Ella dio a Salia muchas oportunidades, pero finalmente lo que consiguió fue que Salia le hizo más daño.

Las personas tenían sus gustos, en algunos casos, no era justo al principio, si luchaba para corregirlo, no sirvió nada.

Así que entre ella y Salia había pasado lo mismo.

Entre Delfino y Jaime, probablemente también había pasado lo mismo.

La diferencia era que ella tenía expectativa a Salia, y le dio las oportunidades. Salia hizo dañó a nadie excepto a ella.

Sin embargo, Jaime daño directamente a ella.

Ella fue la víctima de la lucha entre Jaime y Delfino.

Yadira respiró profundamente y dijo, -Desde el día en que acepté a casarme en la familia Domínguez, nuestra relación de madre e hija ha terminado. Luego tú y Perla planearon el secuestro, y voluntariamente entregué la tarjeta negra para salvarte porque quería darte la última oportunidad.-

-Probablemente no sepas qué Perla quiso hacer con los dos secuestradores después de irte. Ella quiso que...- Yadira miró hacia Salia, y sus ojos como gatos brillaron con una luz extraña, completó las siguientes palabras, -Quiso dejar que los dos secuestradores me violaran y me mataran.-

Las pupilas de Salia se estremecieron en un instante, ella tenía un escalofrío feroz.

Yadira sonrió con satisfacción y caminó lentamente para afuera.

Salia vio que Yadira acercándose a la puerta y alejándose de ella, de repente sintió pánica.

Se adelantó subconscientemente y gritó, -¡Yadira!-

Yadira salió como si no lo hubiera oído.

¡Bang!

La puerta fue cerrada y la habitación estaba en silencio.

Salia se quedó decadente y se paró en el centro de la habitación.

¿Realmente ella estaba equivocada?

Pero, ¿en dónde hizo mal?

¿Todas las madrastras no eran como ella? Debían ser amable y tratar bien a los hijastros e hijastras.

Yadira era su propia hija de sangre, no importaba qué hizo a Yadira, no podía cambiar que eran madre e hija de sangre.

Sí, así era.

Yadira dijo estas palabras hoy, sólo porque estaba enojada por lo que pasó en estos días.

De todos modos, ella era madre de sangre de Yadira.

Era imposible que Yadira pudiera ignorarla.

Así que el rostro de Salia se recuperó.

En estos años Yadira hacía todo lo que dijo ella. Ahora estaba enojada, cuando ella se sintiera mejor en unos días después, sería igual que antes.

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