Héroe Retrasado romance Capítulo 15

Edificio sede del Grupo Huang. Último piso.

Huang Yuming se paró frente a la ventana para hacer una llamada. No se atrevía a sentarse cuando estaba al teléfono con el Hermano Fei.

-Hermano Fei, todo está arreglado. -Huang Yuming preguntó respetuosamente-: ¿Tiene más instrucciones para mí?

-De ahora en adelante, sólo le responderás a mi jefe. En cuanto termine mi parte, iré a Donghai. -el director sintió que le temblaba el pecho. ¿El Hermano Fei vendrá? -Dime, Huang Yuming, ¿por qué crees que te apoyé en tu ascenso al éxito en Donghai?

Huang Yuming comprendió de repente. ¡Fue por Jiang Ning! Él vendría a Donghai, así que tenía que asegurarse de que todo estuviera arreglado desde antes, para que hubiera alguien que hiciera las cosas por él. ¿Estaba Jiang Ning preparándose para venir desde hace cinco años?

—Eres un hombre inteligente, así que no necesitas muchas pistas —continuó Fei—. Hazlo bien y el gran jefe te recompensará.

Fei colgó. Huang Yuming respiró hondo unas cuantas veces pero no lograba calmarse. Sabía lo aterrador que era Fei, de modo que le tenía aún más respeto a Jiang Ning. ¿Qué clase de persona sería?

Por las palabras de Fei, Huang Yuming se dio cuenta de que había llegado su momento. Su razón de existir era trabajar para Jiang Ning. Iba a darle bien uso a todo lo que se había preparado durante los últimos años.

Toe, toe.

Tocaron la puerta y uno de sus subordinados entró con rapidez.

-Gran jefe.

-La próxima vez llámame director Huang. -Huang

Yuming frunció el ceño de inmediato y dijo con solemnidad-: De ahora en adelante, sólo hay un gran jefe

en toda Donghai.

-Entendido, director Huang. Ya envié la información de acuerdo con sus instrucciones.

Huang Yuming entrecerró los ojos.

-Son ese padre e hijo de los Lin, ¿verdad?

—Lin Feng me dio quinientos mil para que le dijera qué relación tiene usted con Lin Yuzhen. Entonces, le dije que es porque usted pasó tiempos difíciles con Jiang Ning y ahora estaba devolviendo el favor.

-Bien -asintió Huang Yuming.

Si de verdad le hubiera pasado eso con Jiang Ning, sería la mayor ventaja de su vida. Por desgracia, nunca calificaría para hacer eso.

-Más vale que esos dos se cuiden, porque si no, aunque al Gran Jefe no le importen unos fulanos como estos, yo, Huang Yuming, no dejaré que lo pongan de mal humor-, Huang Yuming ordenó-: Infórmame si algo ocurre.

-¡Entendido!

Tenía la sospecha de que se aproximaba una enorme tormenta a Donghai, como un dragón pisando en aguas profundas.

Jiang Ning llevó a Lin Yuzhen a la obra de construcción de la fábrica para el nuevo proyecto que acababa de firmar. Los Lin habían invertido bastante en este proyecto en particular. Hace años, habían comprado un terreno en las afueras de la ciudad para construir una fábrica para esto.

—¿De qué hablaba mi mamá contigo? —preguntó Lin Yuzhen.

Vio que Jiang Ning era capaz de sostener una conversación con Sumei y no pudo evitar sentirse extraña al respecto. Entendía bien a Sumei. Su madre era una mujer muy fuerte, así que aunque había sufrido mucho todos estos años, aún era capaz de soportarlo en silencio. Pero esta vez, Sumei de verdad no podía soportar que Lin Xiao la obligara a adoptar un yerno.

-Dijo que me está yendo bastante bien -respondió Jiang Ning-, Me alentó a seguir esforzándome y, si está contenta conmigo, podré casarme contigo de verdad.

-Qué tonterías.

Lin Yuzhen sintió que se sonrojaba. No se creía nada de eso. Era alguien a quien Sumei apenas conocía desde hace dos días. ¿Cómo podría haber dicho eso?

-Está bien, sin bromas. -Jiang se volvió para mirar a Yuzhen-. Tu mamá me advirtió que si alguna vez te lastimo, peleará a muerte conmigo.

Eso sí sonaba más como su madre.

-Jiang Ning, aunque no sé por qué decidiste estar aquí, yo sé que no me lastimarás. -Lin Yuzhen respiró hondo-.

Gracias.

Jiang Ning no dijo nada. Él era quien debía agradecerle.

Desde lejos podían ver que había un gran grupo de gente frente a la entrada de la construcción, bloqueando el paso y haciendo un escándalo. Jiang Ning estacionó el auto y Lin Yuzhen se apresuró a ir.

-¿Qué es lo que quieren?

El rostro de uno de los encargados del proyecto estaba lleno de angustia. Acababan de firmar el contrato y la fábrica tenía que estar terminada lo más pronto posible porque el proyecto debía empezar. ¿Por qué estaba esta gente aquí causando problemas?

—¿Qué? -El líder del grupo tenía una voz desagradable y llevaba un bate de madera en la mano—. Esta tierra es nuestra, ¿quién les dio permiso de construir aquí?

¡Lárguense o voy a golpearlos!

-Tonterías, esta tierra es de nosotros y ya hemos firmado el contrato. ¿Cuándo se volvió suya? -Lin Yuzhen echaba humo. Ella fue quien cerró el contrato, así que estaba muy segura de esto.

-¡Tu contrato no vale! -El líder se rio con frialdad-. De cualquier forma, no vamos a dejarlos empezar su trabajo aquí. Voy a pararme aquí a bloquearlos. Olvídense de traer

cemento o arena.

—¡Fuiste demasiado lejos! —Lin Yuzhen se dirigió al encargado del proyecto y le dijo-: ¡Llame a la policía!

—¿Que llame a la policía?

El líder puso cara de descontento.

-Maldita sea, ¿van a llamar a la policía? ¡Hermanos, destruyamos este lugar!

Al punto, levantó el bate y lo blandió hacia Lin Yuzhen tan fuerte como pudo. Lin Yuzhen palideció y se olvidó de esquivarlo. No esperaba que ese grupo fuera tan irracional y los atacara de verdad.

¡PUM!

De repente, se escuchó un estruendo sordo seguido de un aullido. Lin Yuzhen abrió los ojos y Jiang Ning estaba parando en frente de ella. Con un pie hizo volar al vándalo y este quedó tumbado en el suelo sin poder moverse.

-Con que se atreven a golpear a mi esposa, ¿eh? -Jiang Ning echo un vistazo al grupo entero-. Les doy diez segundos. ¡Lárguense!

-¡Aah.J -El vándalo sintió que se le habían quebrado al menos cinco o seis huesos y gritó con gran dolor:— ¡Mátenlo!

Más de diez vándalos corrieron hacia Jiang Ning al mismo tiempo.

-¡Cuidado, Jiang Ning!

Lin Yuzhen estaba aterrada. No creyó que las cosas se podrían así. Pero antes de que pudiera decir más, ocurrió algo que la dejó pasmada.

¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

Jiang Ning actuó tan rápido que todo se vio borroso. En menos de diez segundos, los vándalos estaban en el suelo, con brazos y piernas rotos. Los aullidos de dolor eran espeluznantes. Todos los encargados del proyecto estaban pálidos del susto. Era demasiado alarmante para

verlo.

Jiang Ning caminó hacia el líder del grupo, le puso un pie en el pecho y le echó una mirada desagradable.

-¿Quién te envió?

-¿Cómo te atreves a golpearme a mí, Wang Laosi? -sentía un dolor terrible y tenía la mandíbula apretada-. Mi jefe no dejará que te salgas con la tuya.

-Perdiste tu oportunidad.

Jiang Ning nunca hacía una misma pregunta dos veces. Su pie ejerció una fuerza enorme. Al instante, Wang Laosi soltó un grito horrible y murió. Los demás vándalos se asustaron tanto que sentía que las tripas les iban a explotar. ¿Qué era esta monstruosidad? ¿Por qué les causaba tanto pavor? Incluso algunos se mojaron los pantalones, estaban tan asustados que temblaban.

Jiang Ning ni siquiera se molestó en mirarlos. Solamente jaló a Lin Yuzhen hacia la construcción, aunque ella seguía aturdida.

-Señorita... Señorita Lin, ¿llamamos a la policía? -dijo el encargado con un nudo en la garganta.

-No es necesario. No necesitamos molestar a la policía con este tipo de tontería. —Después de decir eso, Jiang Ning se volteó y comenzó a contar-: ¡Diez, nueve, ocho...!

Apenas había llegado al siete y los vándalos con brazos y piernas rotos se asustaron tanto que sintieron que se les salía el alma por la boca. De inmediato intentaron levantarse e irse.

-¡Corran! ¡CORRAN!

—¡Es un monstruo!

-¡Ayúdenme y llévenme con ustedes!

Estaban seguros de que si no se largaban de ahí en esos diez segundos, este hombre los haría desaparecer de la faz de la tierra.

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