Esposa falsa de Simón romance Capítulo 1059

-Está bien, tengo ayuda.

El restaurante tenía un estilo japonés y los faroles oscuros retro fueron muy envolventes.

Incluso el sabor de la comida parecía menos importante.

-La decoración es preciosa... -dijo Xenia a Naomí.

-Mamá, papá.

Xenia levantó la vista averiguando el origen de la voz.

Bernabé los miraba con una bandeja y en su ropa de trabajo. Claro, Xenia no estaba familiarizada con su hijo siendo así.

Pero miró al niño increíblemente encantador y quiso darle un gran abrazo al instante.

Finalmente resistió el impulso debido a la multitud que había en el restaurante.

-¿Qué te parece la ropa para Bernabé? -como amiga de Xenia desde hace muchos años, Naomí sabía lo emocionada que estaba la primera, y ella misma hizo muchas fotos a Bernabé cuando lo vio por primera vez vestido así.

No paró hasta que Bernabé no pudo más.

-¡Genial! -Xenia asintió con la cabeza repetidamente.

Bernabé se alejó con su bandeja y dijo, -Mamá, espérame aquí, voy a servir la comida.

-Vale, hijo -Xenia agitó la mano a su espalda-. Ten cuidado.

Cuando Bernabé terminó de servir la comida, las tres chicas de la mesa no pudieron controlarse ni un instante.

-¡Qué bonito! ¿Trabajas aquí?

-¿Puedo hacerme una foto contigo? Por favor.

Bernabé se negó amablemente, -No, lo siento, allí está mi madre.

-¡Qué pena! Me dijo que no, que me hubiera valido la pena hacerme una foto con él -gritó la chica.

Eran estudiantes, muy enérgicas y siempre bromistas.

Xenia pensó en los días en que ella y Sofía estaban en la escuela.

Habían sido muy amigas.

Ahora todo cambió.

Justo cuando Xenia se ponía sentimental, escuchó una voz fría detrás de ella.

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