El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 152

El pequeño avión privado aterriza a salvo en la pista en el aeropuerto de Dinamarca.

Tim, Thomas y Edward descienden y caminan hacia el auto que los está esperando, pues tiene que llegar lo antes posible al castillo de la abuela.

La hermosa sensación que el sueño le dejó acompaño a Edward durante todo el viaje de avión.

Y esa bella sensación tranquilizó a Edward ya que la situación financiera de las empresas y las acciones que debía tomar para que volviera a ser la empresa líder en muchos ramos lo tenía muy estresado.

Edward de verdad agradece que su vicepresidente, con una nueva secretaria, elegida por su capacidad, no por su belleza mantuvieran en marcha a todos los gerentes de departamento, a todos los empleados y vigilaran sus intereses.

También agradece, que a raíz del intento de seducción por parte de la secretaria, todas las mujeres que ocuparan puestos tan altos en la empresa se les hizo firmar una carta compromiso de confidencialidad.

En esa carta se estipulaba que tenían prohibido entrar a la oficina de Edward o Lorelay sin ninguna razón.

Mirando por la ventana del auto en movimiento, los campos verdes le recuerdan a Edward su infancia en ese lugar.

Pero también le hacen recordar sus inicios en los negocios.

Una pizca de tristeza aflige el alma de Edward cuando recuerda a su secretaria fallecida y también el abogado de Lorelay, quienes fueron victimas de la primera explosión en la ciudad.

El viento sopló llevándole a Edward el aroma del prado,

los árboles,

las flores,

la brisa marina

y un aroma dulce que no pudo distinguir.

"Ya quiero ver a Emily."

Anhela Edward pues, recuerda su breve charla por celular con ella.

Su boca dibuja una sonrisa esperanzada y unas mariposas en el estómago lo sorprendieron.

Edward se acomoda en su asiento, pues no es propio de él sentirse como si fuera un adolescente que esta a punto de ver a al chica que más le gusta.

Pero, Edward no lo puedo evitar.

Durante casi cuatro años la extrañó demasiado.

Extrañó sus besos, sus delicadas y suaves manos,

sus bellos e inocentes ojos,

sus caricias suaves y apremiantes cuando hacían el amor,

su cuerpo cálido, firme, dulce

y su hermosa voz.

En el horizonte, la vista del impresionante castillo gris, con una muralla de grandes piedras grises y verdes por la vegetación les dió la bienvenida a los tres hombres que viajan en ese auto.

"A pesar de la demora hicimos muy buen tiempo joven Edward."

"Su abuela estará muy feliz de verlo."

Edward asiente y desbloquea su celular para ver la foto de su amada Emily, pues está ansioso de tenerla en sus brazos.

Edward quiere enmendar todas sus malas acciones de la forma que Emily pida.

Una llamada interrumpe los pensamientos de Edward por lo que  responde su celular.

"Solo te hablo para informarte que los Niam-Mu han regresado a su villa."

"Todos están a salvo, incluso el amigo del señor Mu."

"También le di algunas clases de defensa a la hermana adoptiva de Emily junto con su esposo Ryan por cualquier situación futura."

"Ellos han instalado mejor seguridad y tienen las armas que les enviaste."

La voz suspiró del otro lado de la línea.

"Edward..."

"Suerte con Emily, la necesitarás."

Lía corta la comunicación, pues no tiene nada más que decir.

Sten la espera sentado detrás del volante de su potente Bugatti para regresar a su villa.

Terminada la guerra, los dos pueden seguir con sus entregas de mercancía y otros servicios especiales a diversos capos y gente adinerada.

Lo cual a ellos les beneficia enormemente después de la guerra.

"Todo bien bebé?"

Cuestiona Sten a Lía.

Ella asiente mientras se despide amorosamente de toda la familia.

"Mil gracias por habernos protegido."

"Te debemos mucho Lía."

Ryan abraza afectuosamente a Lía.

Flora carga en sus brazos a la bebé Elise, mientras que Ryan abraza a su amada esposa y tiene en brazos a Elisbeth, su hija mayor.

Amely junto con su esposo Ray Niam, David Mu y su amigo, dicen adiós al auto donde Lía y Sten viajan.

La familia entra de nuevo a la casa, donde se abrazan felices.

Ahora aprecian más su vida, su familia y están más preparados para defenderla de cualquier amenaza.

Cuando las nenas se van a jugar con su abuela Amely, Ryan, Flora, David y Ray hablan acerca de la información que les enviaron.

Carl Situ fue asesinado.

Y después de la guerra toda la ciudad se vio afectada de alguna forma.

"Yo se que Emily ahora ha decidido tomar venganza activa contra Edward y no debemos revelar su secreto."

"Pero me preocupan sus heridas y su situación financiera de ella, por lo que propongo ayudarla de alguna manera."

Exclama Ryan.

A pesar del tiempo y la distancia Ryan aún guarda un cariño y amor muy especial por Emily.

Y es un amor como de hermano mayor, similar al que Dániel siente por ella.

"Estoy de acuerdo, debemos ayudarla en algo."

"Déjenme hablar con Aline Situ."

"Ella y yo hemos hecho algunos acuerdos con respecto a mi hija."

Responde David Mu para tranquilizarlos.

El hombre sabe que no puede decirles nada de lo que Tim le dijo y se llevo de esa casa.

El alegre sonido de las risas de las niñas los hace voltear la cabeza a todos y sonreír.

Las pequeñas son tan hermosas!

Elisbeth es increíblemente inteligente para su edad.

Bebé Elise parece que seguirá sus pasos.

Ellas también serán entrenadas para defenderse, para valerse por si mismas y para ser grandes mujeres.

Un dia, junto con sus primos por parte de Emily.

Y los hijos de Dániel y Johana.

Y los hijos de Maggie y James.

Pero sobretodo junto con los gemelos de Bruce y Elizabeth, conformarán las mujeres y hombres más poderosos no solo de esas dos ciudades, si no de Dimarca,

Reino Unido,

Estados Unidos,

Alemania,

Holanda

y demás países donde sus empresas, arte e influencia se dejarán sentir.

"Está bien."

"Por preparemos todo para festejar la navidad, por fortuna todo terminó antes de que no pudiéramos celebrar nada."

Amely con Elise en brazos habla antes de abrazar a su esposo Ray a quien valora más después de ese infartante intento de secuestro y asesinato.

"Celebraremos esta vez que estamos vivos y que somos una familia unida."

"Celebraremos el amor joven de nuestros hijos Flora y Ryan, pero también la esperanza de las niñas."

"Solo me gustaría que Emily también estuviera aquí."

David se entristece un poco al recordar las horribles y desastrosas navidades que tuvo Emily cuando fue pequeña.

Una enorme culpa lo asedia, pero Flora le da un abrazo.

"Papá, no podemos cambiar el pasado por más que querramos."

"Yo también me siento mal al recordar muchas celebraciones de esas."

"Pero si podemos hacer nuevos recuerdos."

"Unos recuerdos dónde todos somos felices y somos una familia como ella quería."

David sonríe un poco al escuchar a así hija.

Elisbeth corre hasta llegar a su abuelo David pidiendo que la cargue.

"Eres tan bella pequeña Elisbeth."

"Te pareces a tu tía Emily a su edad."

La pequeña rie y pide comer, por lo que la familia alista todo lo necesario en la mesa para sentarse, por fin a comer tranquilamente.

"Hasta que por fin te dignas a aparecer mocoso."

La abuela Situ cronómetro a Edward desde que tomó el avión aterrizó en el aeropuerto.

Ella está ansiosa por hablar con su nieto.

"Abuela, lo siento, el celular se quedó sin batería."

"Thomas me informó que tenía que venir, que es tan importante abuela?"

Cuestiona Edward.

La abuela recibe las cosas encargadas por ella de manos de Thomas.

Los sirvientes del castillo se hacen cargo de las maletas de los tres hombres y del auto mientras que la abuela abraza a su nieto.

"Primero lo primero mocoso, sabes que te extrañé demasiado?"

Responde con esa pregunta la abuela Situ.

"Debo decirte que estoy sumamente orgullosa de ti por haber enfrentado y terminado con la vida de ese malvado nieto Carl."

"Él no se merecía llevar el apellido Situ."

La abuela camina enérgica llevando de la mano a Edward por el pasillo del castillo mientras habla.

Los sirvientes a su paso se inclinan ante ellos.

En Dinamarca ellos tienen títulos nobiliarios, por lo que son realeza.

En su enorme despacho con chimenea y muebles costosos, los dos se sientan para tomar una copa y hablar de lo sucedido.

Pero antes de que puedan si quiera tomar la copa, la puerta se abre intempestivamente.

Una sonriente y feliz Elizabeth vestida con un vestido floral, suéter blanco, zapatillas de piso, con peinado y un maquillaje delicados irrumpe en la habitación.

Tim le envío un mensaje ala chica cuando aterrizaron de la hora aproximada en que llegarían al castillo.

"Hermano!"

Grita Elizabeth al ver a Edward.

Ambos se funden en un abrazo fuerte.

Edward ahora aprecia mas a su hermana, sea adoptiva o no.

"Elizabeth, te he extrañado pequeña latosa."

Edward acaricia su espalda con delicadeza antes de darle un beso en la mejilla.

Detrás de ella está Bruce, el hermano de Emily, su cuñado, pero que tiene cara de pocos amigos.

Elizabeth voltea a ver a su prometido y este suaviza un poco su mirada hacia ella.

Pero cuando Edward se acerca para saludarlo, su expresión tensa y enfadada reaparece cuando le tiende la mano para saludarlo.

"Debería golpearte por todo el daño que le haz hecho a mi hermani..."

Susurra Bruce.

"Bruce!"

La abuela golpea la mesita de centro de madera con la mano, interrumpiendo las palabras de su nieto.

"Lo se, lo siento."

"Ahora que Emily esta aquí aceptaré todos los castigos que ella me imponga, no discutiré nada."

"Me someteré a toda la tortura que provenga de ella."

"Merezco eso y mas."

"Ten por seguro que hare todo lo posible por compensar toda mi estupidez pasada."

Declara convencido Edward.

Bruce fulmina con la mirada a Edward, pero Elizabeth interviene poniéndose frente a él.

"Bruce Baek, compórtate o me enfadaré contigo."

Bruce resopla su enfado y se relaja un momento, pues ante su prometida solo puede doblar las manos.

No puede jamas enfadarse con su alma gemela, pues la ama demasiado.

"De acuerdo niña, ya viste a tu hermano."

"Ahora déjennos y ordenen la cena."

"Esta noche cenaremos todos en familia."

"Será la primera cena en unos años en este castillo que estamos juntos."

La abuela los despide y cierra la puerta, esta vez con seguro.

"Después de la interrupción de tu hermana, debo hablar contigo de muchos asuntos importantes."

Edward toma asiento frente a su abuela.

Edward se sorprende pues parece que por ella ha dejado de envejecer.

De hecho se ve mas joven que antes.

"Como sabes, Carl asesinó a sus padres de la forma más cruel y despiadada que pudo."

"Intento llevarse los títulos de propiedad de las empresas y el castillo donde estamos que es tu herencia."

"Casi destruyó mi villa buscando otras cosas, pero no las encontró."

"Todo el arte que Lorelay me había dado, obras invaluables y otras obras de otros artistas, Thomas y yo pudimos sacarlas a tiempo."

"Es de vital impotancia decirte que Máscara de Plata les ayudó demasiado al haber ofrecido su Coliseo para que asesinaran a ese malagradecido nieto."

"Edward, tu no tuviste la culpa de todo lo que hizo."

"Después entenderas la razón de lo que hizo, por esa razón estás aquí."

"Que has sabido de Lorelay?"

Inquiere la abuela a su nieto.

Edward recuerda su conversación por celular y también cree recordarla vagamente en el Coliseo.

"Solo que fue secuestrada por un hombre y que logró escapar."

"Ella esta grave, me imagino que internada en un hospital."

"James y Dániel la están atendiendo, no es así abuela?"

"Abuela, Emily me llamó y me dijo que estaba contigo."

"Puedo verla ahora?"

"Ella quiere verme?"

Cuestiona Edward de forma apremiando.

Aunque su voz se quiebra al hablar.

Ahora que la guerra terminó, Edward considera que tal vez ella no querría verlo nunca más.

Y eso lo devastaría por completo.

"Bueno lo primero."

"Lorelay esta aquí y esta muy mal herida."

"De hecho esta en estado de coma inducido."

"Ella está en casa de mi buena amiga Freda."

"Te encargue expresamente que trataras a Lorelay como le hubiera gustado a Emily que la trataran."

"Y dejaste que la secuestraran sin que tu hicieras nada por rescatarla."

"No la buscaste ni hiciste nada por encontrarla, cosa que no fue de mi agrado."

"Son embargo entiendo que hubieron otras cosas que retuvieron tu atención durante toda la locura en la ciudad."

"También pude ver que peleaste con esos bastardos en el Coliseo, pero dejaste que una chica acabará con varios."

"Edward, todas tus acciones siempre están bajo el escrutinio de Emily."

"No le oculté nada, pero ella aún está dolida contigo por no haber ayudado a Lorelay."

"Tendrás tu oportunidad de redimirte."

"Además tengo una noticia hermosa y sorprendente que darte."

"Tu hermana se casará mañana y está embarazada de gemelos, pero apenas tiene un mes y no debes de decirle a nadie lo que te he dicho."

"Los bebés son una sorpresa para Bruce y la boda para tu hermana comprendes?"

"Antes de que hagamos invitaciones para algunos amigos de la familia, la razón de la que te llame es por que quiero que me ayudes con Lorelay."

"Ella está sufriendo y tu tienes que reconfortarla."

"Ella no lo aceptará, pero te ha tomado cariño."

"A pesar de su aparente desagrado por ti, ella siente un cariño especial por ti."

"Necesito que este despierta para que asista a esta boda, pues la aprecio demasiado."

"Comprendes Edward?"

Edward hace una dona con el humo de su puro, el cual encendió después de que Elizabeth y Bruce se fueron.

La abuela también fuma uno.

"Todas son noticias impactantes abuela!"

"En especial el embarazo de Elizabeth y de gemelos!"

Responde Edward.

Él quiere decirle a la abuela que desearía con toda su alma tener una pequeña Emily en sus brazos, pero solo sonríe al recordar la preciosa vocecita riendo.

La abuela lo observa detenidamente.

Ella sabe que desea experimentar ser padre.

Justo lo que ella quiere y Freda también.

"No se hable más mocoso, vamos con Lorelay."

"Ni una palabra de lo que se ha hablado en esta habitación."

La abuela se levanta con elegancia, apaga su puro y lo deja en el cenicero.

Edward hace lo mismo.

"Abuela, puedo ayudar en algo para la boda o todo está planeado ya?"

Cuestiona Edward.

Bruce se encargó de todos los preparativos, por lo que la abuela Situ, Freda y él mismo tienen todo listo.

"Tu concéntrate en darles un buen regalo y despertar a Lorelay, escuchaste?"

"Ay mi nieto."

"Espero que hayas aprendido tu lección y pronto tu también tengas hijos con Emily."

"Estoy segura que ella también los desea."

"Mis bisnietos serán los mas guapos, pues tu eres muy guapo y mi nieta muy hermosa."

La abuela tiene clara la visión de sus bisnietos.

Una niña y un niño, Baek-Situ libres de sufrimientos y lazos previos.

"Eso espero abuela."

"Tododepende si Emily me perdona o no."

Afuera, Bruce y Elizabeth ríen felices de alguna travesura que ambos hicieron en el castillo, mientras que Elizabeth sueña con sus gemelos, pues está ansiosa por tenerlos en brazos.

Bruce la observa y también sonríe feliz, pues su prometida no tiene ni idea de la hermosa boda que se celebrará mañana por la tarde y noche en ese castillo.

"Niños, tenemos que irnos."

"Tim necesito la bolsa de mis encargos, entrégamela por favor."

Tim le da una bolsa negra de mano a la abuela.

Ella la toma antes de que caminen hacia al auto que es manejado por Thomas para ir a casa de Freda.

Ella los espera con una excelente noticia.

Lorelay ha intentado abrir los ojos por fin.

"Leila, ya esta aquí Edward."

"Se que tu lo protegiste también, todo para que ellos sean felices por fin."

La abuela Freda acaricia la frente de su nieta, le cepilla el cabello.

Ella termina de limpiar la carita de la niña y su cuerpo con agua tibia y jabon.

Lo que más le agrada es que sus heridas, sobre todo la de su costado izquierdo esta casi recuperada.

El feo color negro ha comenzado a desvanecerse.

Las heridas de sus piernas han cerrado casi por completo debido a las infusiones tan fuertes y los ungüentos que solo ella sabe preparar.

Lorelay se siente feliz ante la presencia de esos seres de luz.

Ella siente el amor y atención de su abuela, por lo que su semblante irradia felicidad.

Aunque esté dormida.

"Mi niña, siguenos."

La voz de la madre de Lorelay la guía en su sueño.

"Me ayudaste a depurarme de la oscuridad que aún me rodeaba y que no me dejaba progresar."

"Después de entregar estas hermosas almas, será la ultima vez que me escucharás."

"Pero no temas, mi madre sabrá como guiarte y enseñarte bien."

"Pero debes saber que después de que estos seres de luz nazcan, dos almas puras, libres de maldad y dolor,

libres de ataduras previas y karmas de vidas pasadas nacerán de ti."

"Serás una excelente madre y Edward será un excelente padre."

"Pude ver su alma cuando estuve a su lado..."

"Edward te ama mucho mi niña."

"Él está arrepentido del daño que te hizo, pero tu tienes la última palabra."

La hermosa voz de Leila reconforta a Lorelay por lo que ella sonríe al oír sus palabras.

El auto de lujo se detiene en la entrada de la enorme villa medieval.

Edward se asombra por la arquitectura de la casa y su distribución.

Aunque también porque siente algo poderoso, casi místico que rodea todo el lugar.

"Impresionante."

Exclama Edward mirando la propiedad.

Una mujer de cabello largo negro ondeante, delgada, fuerte, entera, con un vestido largo oscuro de manga corta, facciones endurecidas, pero de ojos miel como los de Emily los recibe en la puerta.

"Edward, ella es Freda, la abuela de Emily y Bruce."

"Ella es una leyenda viva."

"Freda te guiara a donde debes de ir en este momento, pero también te entrenará unos días, tal como tu hermana lo ha hecho."

Edward observa a la mujer, él puede sentir su fuerte vibra y aura mística.

Sus ojos le recuerdan demasiado a su amada Emily, por lo que sin que nadie lo esperase, Edward abraza a la abuela, impulsado por una niebla blanca que lo empuja.

"Lo sé, lo sé, ella esta aquí, pero debes ganarte su perdón niño."

"Antes debes ayudarme con Lorelay."

"Ella te necesita."

La abuela lo conduce de la mano a la habitación, donde Lorelay está acostada.

El sol le da un toque brillante a su piel.

Luce tan hermosa que Edward casi no puede controlar sus ganas de besarla.

"Hazlo."

Le dice la abuela Freda acercándolo a Lorelay...

***By Liliana Situ***

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