El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 143

"No puedo hablar mucho Edward, pero escúchame por favor, debes hacerlo Edward."

La hermosa voz de Emily se escucha del lado del otro lado del frío aparato haciendo que Edward se tambalee un poco hacia atrás.

Él puede sentir los latidos desbocados de su corazón errático en sus tímpanos.

Sus manos sudan,

su cabeza da vueltas,

y su respiración se agita.

"Edward me escuchas?"

"Sigues ahí?"

La voz en el celular pregunta, pues por el momento solo se escucha el silencio...

Pero Edward recobra rápido su característica forma de ser después de recordar algo que le sucedió muy al principio cuando publicó la recompensa por quien le diera alguna información de Emily.

Muchas impostoras se le presentaron tanto en persona como por teléfono, llorando, suplicando, diciéndole que lo amaban.

En cada una de esas veces, Edward siempre pidió que le dijeran esas supuestas "Emilys" algo que ellos solos hubieran compartido juntos, pero ninguna de ellas, obviamente pudo decirle algo intimo....

Algo que solo ellos hubieran hecho juntos, sin que nadie mas lo supiera.

"Sigo aquí."

Responde Edward aclarándose la garganta.

Mientras seca el sudor de sus manos, Edward se retira a otro lado para contestar sin la mirada atenta de Paul y Tim.

"Disculpa si desconfio, pero en estos tres dolorosos y largos años jamás pude encontrarte..."

Indica Edward con voz afligida.

"Y ahora tu me llamas por celular..."

"Comprenderás mi desconfianza."

Edward no quiere emocionarse en vano esta vez, por lo que casi suplica.

"Dime algo que solo nosotros vivimos juntos."

"Algo que haya sido nuestro."

"Algo íntimo de los dos."

Edward se desploma en un sillón del despacho de esa casa de seguridad después de haber cerrado con llave la puerta detrás de él.

La voz de mujer deja escapar un suspiró para después comenzar a relatar algo...

"Bueno..."

"Nos conocimos en esa habitación donde tus hombres me llevaron semidrogada, pues querías vengarte de la supuesta muerte de Lucy, tu prometida en ese entonces."

"Tomaste represalias contra toda mi familia adoptiva."

"Sespués de eso compraste la empresa donde trabajaba..."

"Me tendiste una trampa de dinero para que fuera tu cocinera en tu departamento en Golden Osmanthus, donde me diste una vez un mini vestido demasiado sexy para atenderte."

"Pero con el paso del tiempo te volviste bueno conmigo."

"Dijiste que el departamento frente a ti sería mío."

"Nos fuimos de vacaciones donde fingimos que nos casabamos en ese balcón de nuestra habitación en el mar, recuerdas?"

Edward se cubre los ojos con sus manos y tal parece que puede ver la escena donde, después de encontentarla jugaron a imitar a los novios que se casaban de verdad en la playa esa noche.

"También recuerdas el concierto de mi grupo favorito?"

"Estuviste ahí, me diste un beso apasionado..."

"Continúo?"

Edward esta convencido.

Es su Emily por lo que un suspiró largo y sentido salio de su boca.

"Emily...te he extrañado."

"Te he buscado por tanto tiempo..."

"Perdóname, por favor, regresa, por favor..."

Edward trata de que su voz no se le quiebre demasiado o la garganta se le cierre y no sea capaz de pronunciar ninguna palabra.

"Edward escúchame primero, esto es lo que quiero decirte."

Pide la niña.

"Carl tratará de convencerte que me tiene en sus manos, lo cual no es cierto."

"Hace unos días cuando fui a visitar a los Niam-Mu me dijeron que habían sido atacados y que una guerra se había desatado en esta ciudad."

"La abuela Situ se enteró, que yo estaba con ellos y mandó a Tim a encontrarme y traerme a Dinamarca donde ahora estoy con ella a salvo."

"Me dijo que tal vez podrían usarme en tu contra y eso es algo que no quiero, pues supe que alguien explotó el edificio de diseño de tu empresa..."

"Por eso ahora solo debes concentrarte en recuperar y cuidar tu empresa."

"Por favor Edward."

"La abuela dice que tienes el poder de terminar lo que sea que este ocurriendo en la ciudad..."

"Cuando ya no puedan usarme en tu contra regresaré a ti."

Edward se pone de pie ante esa última frase, pero vuelve a sentar de inmediato, pues siente que toda su sangre esta congelada.

Terminar con esa absurda guerra de poderes en la que él esta involucrado hasta el máximo por su estúpido y codicioso primo.

"Emily, me lo prometes?"

"Me darás una oportunidad de nuevo?"

"Esta vez no te lastimaré."

Ruega Edward con el corazón en la mano.

"Por favor promete que de vez en cuando me hablaras."

"Cuando sea."

"Sin importar la hora, por favor."

"Necesito escucharte para recuperar mis fuerzas y pensar con más claridad."

"Por favor..."

Edward quiere encapsular ese momento, por lo que comienza a rastrear la llamada para saber si es cierto lo que su amada le dice.

Edward quiere saber si de verdad está en Dinamarca a salvo de la violencia de la ciudad.

"Lo haré."

"Prometes que esto acabará pronto?"

Edward sale del despacho, corre hasta donde esta Paul y le pide que siga rastreando la llamada por él.

Edward agarra a Tim por la playera y lo lleva dentro de su despacho pues tiene que hablar largo y tendido con él.

"Lo haré mi amor, lo haré."

Declara muy seguro Edward.

"Emily, no quiero terminar está llamada."

"No quiero dejar de oír tu voz..."

"Es lo único que he sabido de ti en estos tres años."

"Bebo tus infusiones para recordarte."

"Soy adicto a escuchar mil veces tu canción que me recuerda tanto a ti."

"Emily, necesito verte por favor."

"Prometo que regresaré pronto a terminar esto, solo déjame ver que estas bien."

Si la chica le dijera que si, Edward saldría corriendo en ese segundo a tomar un avión privado para trasladarse a Dinamarca y verla, abrazarla, besarla.

"La abuela dice que ahora es muy riesgoso, pues Carl te tiene muy vigilado y podría volar el avión matándote."

Responde la niña tranquilizando a Edward y recordándole la situación en la que están.

"Por eso es importante que Carl sea contenido o eliminado lo antes posible."

"Edward, tanto la abuela como yo confiamos en ti para derrotarlo."

"Edward, yo también te he extrañado a pesar de todo lo malo que pasó antes de que..."

Edward se apresura a decir algo.

"Lo se, no sabes cuanto me arrepiento de todo lo que sucedió!"

"Carl nos tendió una trampa ayudado por Lucy."

"Una trampa en la que caí como tonto y que me hizo perderte."

"Pero te juro mi amor que lo mataré por lo que me hizo hacerte."

Emily guarda silencio...

"Cuando todo vuelva a estar en paz, regresaré a ti con la abuela, ella me llevará."

"Edward, no puedo evitarlo, se que no debería decirte esto y debería odiarte pero..."

La niña deja escapar un suspiro sentido.

"Te amo demasiado."

"Suerte."

La llamada termina sin que Edward tuviera tiempo de responderle, pero lo que su amada le dijo le dió nuevas energías.

Su Emily lo ama!

Ella está bien protegida con su abuela en Dinamarca.

Edward  sabe que nada le faltara pues su abuela incluso ya la consideraba su nieta.

Mirando a Tim, quien mantiene una actitud relajada, Edward comienza a interrogarlo.

"Habla!"

"Desde cuando saben donde está Emily?"

"Porque mi abuela nunca dijo que la había encontraron?"

"Está casada?"

"Tiene hijos?"

"Donde estuvo?"

"Como está ahora?"

"Donde estuvo todo este tiempo?"

"Por que no se algo más de ella?"

"Por que no puedo verla?"

"Como supo ella que Carl habló con Paul para decirle que la tenía en su poder?"

"Responde Tim!"

Las mil preguntas salen una tras otra de la boca de Edward, por lo que Tim levanta una mano para tratar de silenciarlo.

"Señor Situ, soy un humilde empleado que cumple las ordenes que me da su abuela."

"Ella me dijo que lo buscara en este lugar para que la señorita Emily pudiera hablar con usted."

"Yo no la he visto."

"Solo cumplí la orden, por favor no se moleste conmigo."

Paul entra al despacho después de un tiempo considerable pues necesita decirle a Edward que la llamada se realizó desde unas coordenadas cercanas a una de las casas de descanso de la familia Situ.

Muy cerca del castillo icónico de sus antepasados Situ.

Edward afirma una vez con la cabeza.

Paul da unas palmadas en la espalda de su amigo para intentar levantarle el animo.

"Localiza a Carl, llámalo."

"Dile que quiero enfrentarme a él lo antes posible."

"Tengo que acabar esto cuanto antes."

Edward hace su prioridad terminar con toda esa locura que Carl comenzó

Él quiere matarlo con sus propias manos para que pueda tomar un avión y viajar a reunirse con su amada.

Edward no puede esperar pacientemente a que ella regrese.

Considerando que ha soportado mucho tiempo sin ella, Edward sabe que no resistirá mas tiempo sin verla.

Ese "te amo demasiado" se repite una y otra vez en su cabeza.

Lo ama a pesar de lo patán,

imbécil,

idiota,

estúpido,

Bastardo,

hijo de puta que él fue con ella.

Edward se encargará de enterrar esos malos recuerdos, para siempre.

Él se encargará de amarla tanto que no lo soportará.

Ya estaba pensado en todas las flores, detalles,

chocolates, la

viajes,

besos,

caricias,

Orgasmos que le daría a su amada.

La amará tanto que no abandonarían como mínimo una semana la habitación donde estuvieran

Ni siquiera para comer.

Paul aprecia la determinación de Edward, por lo que no tarde en marcar el número del cual había llamado Carl.

Pero una persona completamente diferente contesto.

"Quien es?"

Un voz de hombre contesta el celular, por lo que Paul pregunta.

"Disculpe, recibí una llamada de este número hace un momento y creí que...."

Tom quien contesta el celular para callarlo, intenta levantarse del suelo húmedo donde despertó.

"Buscas a Carl, no es cierto?"

"Quien quiera que seas ese hijo depura ya no está aquí."

"El bastardo me usó para sus planes de escape."

"Me puso a excavar tesoros como su esclavo y me hizo secuestrar a esa linda chica llamada Lorelay."

"Pero ahora se fue llevándose todo!"

"Incluida la chica, pero habló algo de un Coliseo..."

Paul cubre el celular con su mano para susurrarle a Edward.

"Tal vez esté en el Coliseo de Máscara de Bronce."

Edward asiente con una seriedad mortal.

El sale del despacho para prepararse y a su equipo.

"Esto termina ahora."

"Estoy harto que se esconda como si fuera villano de novela!"

"Es hora de que muestre porque soy el mejor en todo."

Con soberbia y poder Edward se dirige a un armario donde guarda todo su arsenal.

Extrae varias armas largas para dárselas a su equipo.

Después de colocarse un chaleco antibalas más resistente, Edward protege sus pantorrilas con protectores especiales.

Dispuso de su más afilada daga, además de diversas pequeñas armas de combate cuerpo a cuerpo.

Mirándose al espejo para ajustarse todo lo que lleva debajo de su playera negra, Edward observa asombrado un halo negro que lo rodea.

Lejos de asustarse por esa visión, solo logro infundir más fuerza, coraje, fiereza y determinación al hombre.

Un toque de electricidad le hizo cerrar los ojos un segundo.

La visión de su madre en su mente fue enviada por Leila.

Pero Lorna, su madre, no se ve amable y dulce como siempre, sino malvada.

Abriendo los ojos Edward interpreta que su madre también fue mala si la provocaban.

Además, con ella a su lado Edward estará protegido en esta batalla.

Confiado en ser el vencedor, Edward sale de la casa con su segundo al mando a su lado.

Tim se queda en la sala sentado.

"Me voy."

Anuncia a Paul.

Paul comenta que ira con él, pues no quiere perderse esa batalla a muerte.

Situ contra Situ.

La envidia y codicia VS responsabilidad y carácter.

Cuando se fueron Tim marcó un numero, el cual rápidamente atendieron.

"Se ha ido, va al Coliseo."

"Suerte señorita Lorelay, necesita mi ayuda en algo más?"

Lorelay quien esperaba con ansia la llamada de Tim se sentó en el trono de su hermano mirándose las uñas despreocupadamente.

"Si Tim, por que no vas a casa de mi familia adoptiva para que descanses por un momento?"

"No te preocupes, pagaré por todo."

"Ve al escondite de la abuela y llévate el auto de mi hermano."

"Y Tim..."

"Mil gracias por salvarme."

Tim sonríe mientras camina a la salida de ese complejo.

El cual costó mucho trabajo rastrear, pero gracias a que el joven Paul llegó con tal prisa, Tim pudo localizarlos.

"Siempre la ayudaré señorita Lorelay."

"Siempre."

Responde Tim amablemente.

"Que bueno que la abuela nos haya ayudado a triangular la localización de la llamada o no nos hubieran creído."

Lorelay se levanta de su asiento mientras observa que Dániel entra en la sala con vista privilegiada a la arena.

Johana camina detrás de él.

Ambos observan a Lorelay sonriente, feliz, recuperada, por lo que le dan un abrazo cariñoso a los dos.

Johana se sienta mirando a la arena.

Ella sonríe al ver a los hombres atados abajo.

En tiempo record habían desbaratado su supuesto golpe de estado de los mafiosos.

Los segundos al mando de esos traicioneros capos fueron asesinados.

Johana levanta la mirada para ver los cuerpos de los muertos colgando boca abajo alrededor de la arena.

La vista sería aterradora para cualquiera.

Pero después de saber que todos eran asesinos,

violadores,

maltratadores de mujeres, secuestradores,

ladrones y demás mierda humana, Johana no pudo más que sonreír.

Todas esas escorias ya no harían más daño a las buenas personas de esa ciudad.

Lorelay termina la llamada para abrazar con fuerza a Dániel.

Ella recargan su cabeza contra el fuerte pecho de su amigo.

Inhala y exhala sintiéndose segura y tranquila en ese momento.

La llamada que le hizo a Edward le había costado más trabajo del que imaginó.

Ella casi pudo ver a Edward rompiéndose frente a ella.

Lorelay pudo sentir el sufrimiento de su alma, la cual sufre a la par que lade Edward.

Las almas les gritaban que debían estar juntos.

El alma de Lorelay le decía que DEBÍA ir al lado de Edward para consolarlo.

Entender el fuerte vínculo a plenitud solo volvía más doloroso no poder besarlo, abrazarlo, hacer el amor con él...

"Como estás Lorelay?"

Pregunta Dániel vestido de su traje especial de sombra.

El chico alza con el pulgar la barbilla dela chica para verla a los ojos, los cuales están húmedos.

Acariciando con ternura la carita pequeña de Lorelay, Dániel observa con cuidado los moretones que se vislumbran levemente bajo el maquillaje.

Sintiendo un poco de tristeza por ella, Dániel beso las mejillas de su protegida, justo donde están los moretones.

Después deposita un beso tierno y amoroso en la frente mirándola con ojos enternecidos.

Dániel recuerda la primera vez que la vió en ese supermercado.

Algo en ella lo atrajo inevitablemente.

Tiempo después descubrio por que.

Y aunque en un principio fue su novio, ahora, después de saber que es su protector y guardián, solo siente un amor como de hermano por ella.

Un amor profundo, tierno y duradero.

Un amor fraternal.

"Lo extraño, Dániel."

"Por favor solo déjame abrazarte."

"Por favor..."

Ruega la adolorida niña.

Johana mira la escena frente a ella.

Lejos de enfadarse o ponerse celosa, la chica sabe que ellos comparten un vínculo de amor fraterno sinnigual.

Además, Johana sabe que Dániel sabe que la ama.

Ella tiene presente que el amor de ambos es sólido y fuerte.

"Lorelay, se acercan los convoys de los demás capos como lo solicitaste."

Johana interrumpe el abrazo, pues le llega una notificación del vigía en la torre más alta de la construcción.

"De acuerdo."

"Gracias Dániel."

"Debo prepararme."

"Encierra a los demás, deja solo al invitado estrella."

Pide Lorelay con severidad.

"Llama a Paul y dile lo que ocurre."

Lorelay se retira a un camerino contiguo donde tiene sus cosas.

Se mira al espejo y aún nota los moretones en sus mejillas que se comienzan a tornar morados y verdes.

Se aplica más corrector y maquillaje para disimularlos a pesar de que usara la máscara especial en todo momento.

Solo espera que todo el mundo este en sus asientos para que el evento de inicio.

De repente una molestia en su costado provoca que ella se incline de ese lado.

Eso le que le recuerda como escapó de esa habitación con ayuda de Tim quien llegó en el justo momento.

"Averigua si ese hombre ya despertó y entrégalo a la autoridad de asuntos financieros, pues tiene varios delitos como peculado y fraude que debe enfrentar."

Lorelay ordena por celular rápidamente a uno de sus abogados suplentes.

Ella suspira al recordar a su amigo fallecido Ram.

Lorelay dejó a Tom a propósito en la casa para que despertara desorientado y solo, imaginándose que Carl lo había traicionado.

Ese hombre, sin su hermano y sin Carl, sin dinero y sin nada más por lo que pelear, estaba acabado.

Tocaron la puerta, Lorelay abrie saliendo del camerino.

"Ya están todos sentados y los autos estacionados."

"Se les dió las hojas que mandaste imprimir."

Dániel mira dentro del camerino...

La luz es un tono más baja, pero sabe que eso se debe a que la oscuridad de Lorelay esta comenzando a emanar de ella.

"Lorelay, debes tranquilizarte."

"No debes de perder el enfoque, por favor."

Pide Dániel.

Ella asiente.

"Cuando esto acabe debes contarme como fue que escapaste de esa casa, porque ninguno de nosotros pudo encontrarte."

"Ni si quiera Tommy pudo."

"Ya llegaron los invitados especiales?"

Pregunta la chica en vez de responder.

Dániel asiente.

Hace que ella mire a donde están colocadas las sillas en un extremo del Coliseo.

En ellas, sentados en silencio, están Paul y Edward vestidos de negro con sus características máscaras negras cubriendo sus caras.

"Bien, es hora de entrar."

Como si fuera la presentadora de un espectáculo circense, las luces iluminan a Lorelay hasta que ella se posiciona en medio de la arena.

Su traje negro de dos piezas, pantalón entallado de tela elástica que le brinda movilidad, junto con su saco femenino hacen que ella luzca su curvilínea y delgada figura.

Su máscara plateada brilla intensamente bajo las luces cuando su voz metálica resuena en todo el estadio por medio de altavoces.

"Gracias por venir a este Coliseo con tan poca antelación señores."

Lorelay comienza a hablar

"Como todos saben, algunos de los hombres bajo mi mando intentaron dar un golpe de estado apoyados por la basura inmunda que se encuentra aquí."

Lorelay camina a donde está arrodillado el hombre para quitarle la bolsa negra que le cubre el rostro.

Cuando la retira incluso Edward se levanta de su asiento asombrado!

***By Liliana Situ***

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