El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 121

Paul pudo sentir sus manos ardiendo y palpitando mientras corre detrás de los hombres y de Carolina.

Su mente tiene un objetivo claro y su cuerpo lo obedece.

La adrenalina lo impulsa a ser más rápido y ágil por lo que pudo alcanzar a uno de los hombres y derribarlo.

Cuando iba a dispararle, otro hombre apareció derribandole el arma.

Al parecer se tendría que enfrentar a este hombre para seguir avanzando.

El otro hombre se levanta, recoge el arma y se retira corriendo hacia donde se oye gritar Carolina.

Paul no tiene tiempo que perder por lo que se dispone a ser lo más rápido en derrotar a ese idiota.

Los puños y las patadas pronto se intercambian entre los dos.

Paul logra quitarle el arma y dispararle para matarlo.

Uno menos y quedan por lo menos cinco hombres más.

El bosque está oscuro y debe ser muy cuidadoso.

No hay luz de luna y el follaje es un escondite perfecto para los demás hombres.

Paul avanza con cuidado, resguardándose detrás de los arboles y algunos arbustos.

Más adelante hay una especie de campo abierto.

Una mujer está arrodillada en el suelo, tiene las manos en la nuca y jadea deprisa.

Tiene la ropa algo desgarrada, el cabello en la cara y la cabeza agachada.

Le parece extraño que Carolina pueda ser esa mujer, pues sabe que ella puede luchar muy bien y es una gran oponente...

Se pregunta si no es una trampa suya para que dejara el lugar donde él había estado.

Aún así, Paul se acerca con cuidado, pero la oscuridad hace difícil distinguir desde lejos las facciones de la mujer.

Ninguno de los hombres habla, solo se escucha el ruido de las armas al ser apuntadas contra ella.

De pronto uno de ellos llega con una linterna y alumbra la cabeza de la mujer.

Le levanta la cabeza y puede distinguir que efectivamente es Carolina.

Eso cambia la situación completamente!

Paul aún está confundido, pero debe actuar.

Los hombres están fuertemente armados y ahora son ocho contra ella, que esta descalza y sin su arma.

Antes de que Paul pueda actuar, Carolina aprovecha un descuido de los hombres.

Ella patea a uno de ellos en las espinillas provocando que caiga sobre otro y se lanza por su arma.

La desenfunda pero otro hombre le da un golpe con una pala en la mano.

Ella tira el arma y grita del dolor.

Se apresura a darle otra patada al que la golpeó con la pala, logra tirarlo al suelo.

Tomando su cuchillo, Carolina se lo clava en la pierna haciendo que el imbécil grite de dolor.

Dos hombres le apuntan con un arma y una ametralladora en la cabeza antes de ordenarle que se levante.

Carolina le escupe al hombre y se levanta lentamente

Un rápido movimiento lateral de su cuerpo y desarma al de la ametralladora para usarla contra los enemigos.

Dos hombres corren a refugiarse, pero ella encañona de frente al de la pistola.

"Sueltala, yo gano."

Ordena Carolina adolorida pero autoritaria aún.

"Nunca perra!"

"Apretaré el gatillo y te mataré aunque me mates también."

"Es un precio que estoy dispuesto a pagar por la vida de mi familia."

Paul escucha todo desde un arbusto cercano.

Él sale en el momento indicado para noquear al hombre que le apunta a Carolina dejándolo inconsciente.

Carolina maltrecha, adolorida de su mano y agitada, mira a Paul, pero no esta feliz de verlo.

"Tu causaste esto idiota!"

"Tu y tus estúpidas flores hicieron esto!"

"Considérate erradicado de mi vida para siempre!"

"Espero que jamás vuelvas a..."

"aaaaaayyyyyyy!"

Carolina lanza un grito tan desgarrador que deja frío a Paul que no entiende que le pasó.

Uno de los hombres se asoma detrás de Carolina...

Agarrándola con un brazo, el hombre voltea a Carolina hacía Paul para que vea que le clavó un cuchillo en la espalda.

Carolina enfadada por este descuido provocado por gritarle a Paul se da la vuelta con el cuchillo en la espalda aun y se abalanza contra el individuo.

Tira al suelo al hombre y lo muele a puñetazos, hasta que el hombre deja de moverse y resisitirse.

Carolina se levanta después de haberlo matado y aun sigue con su ira encendida.

Paul jamás la había visto así.

Y es una vista totalmente aterradora!

Como si ella fuera un demonio mujer, sin mediar palabra con él, ella echa a correr para darles alcance a los demás cobardes que huyeron.

Paul se queda atontado un segundo, pero después se lanza a la persecución pues debe matar a los demás hombres antes de que Carolina se desangre.

Agazapada en un arbusto, Carolina no siente dolor, solo furia y ganas de matar a esos hijos de puta que se atrevieron a entrar en su casa para matarla!

Algo que Paul nunca imaginaría es que uno de los paisajistas que había llevado a la casa más temprano para hacer el diseño de los jardines, era uno de los dueños originales de esa casa.

Cuando Carolina lo mandó matar junto con su hermano, ese hombre pudo sobrevivir al ataque.

Unas buenas personas lo ayudaron a llegar al hospital.

Mantuvo un perfil bajo después de haberse recuperado en el hospital.

Consiguió un trabajo en una florería para pagar sus deudas con el hospital.

Así, día tras día, el hombre fue tramando como vengarse de Carolina por la muerte de su familia y la de su hermano.

Conseguir más reclutas para su misión fue sencillo, pues una noche en un bar pudo enterarse de varios hombres que también odiaban a Carolina y querían acabar con ella.

Trazaron con cuidado varios planes, se hicieron de armas y el hombre les dió valiosa información del terreno y de la casa.

La oportunidad ideal se presentó cuando Paul contactó con el dueño de la florería donde ese hombre trabajaba y lo llevó con él para ese trabajo en su antigua casa.

Durante el dia, contribuyó a poner hermoso el jardin.

El hombre se retiró y regresó por la noche con su escuadrón vestidos de negro para asesinar a Carolina.

Esperaron el mejor momento para atacar dentro.

Cuando Carolina subió la escalera hablando por celular, pudieron entrar por el jardín trasero que estaba vacío.

Cerraron las puertas delanteras y atrancaron las ventanas dejando solo como vía de escape el jardín trasero y el bosque, que era justo donde querían que fuera Carolina.

Carolina fastidiada por los berrinches de Paul y su actitud de víctima planeaba fingir un secuestro.

Por eso se ató las manos con unas esposas de juguete.

Había hablado con sus hombres para jugar un rato tácticamente con ese idiota de Paul.

De ese modo ella lo forzaria a salir de ese hoyo donde estaba para "salvarla."

Carolina esperaba en la habitación donde Paul había derribado toda la mesa para darle unas buenas nalgadas por ser tan inmaduro.

La puerta se abrió y ella volteó a ver a los hombres de negro...

Con pasamontañas negro y armas largas y cortas.

Ella no mostró ningún miedo e incluso se les acercó.

"Muy bien chicos, llegaron mas rápido de lo que pensé."

"Ahora ya saben que hacer verdad?"

Los hombres se miraron sorprendidos, pero asintieron todos.

Ellos sabían que Carolina era una luchadora tenaz y no querían ninguna batalla con ella o perderían.

Carolina caminó para salir al pasillo frente a ellos con total calma.

"Andando, ese bruto de Paul está en las rocas y no quiere subir."

"Poor eso debemos hacer convincente el secuestro de acuerdo?"

"Martín, tu dispara al aire y después yo grito de acuerdo?"

Uno de los hombres asiente antes de dejar ver algo que a Carolina se le hace muy sospechoso.

Sus hombres no usan ningún tipo de collar nunca.

Es un estorbo y puede usarse como arma contra ellos.

Ella mantiene la calma y sigue hablando para comprobar sus sopechas.

"Dame el código que les di por celular para esta tarea."

Ella encara a uno de los hombres, el más alto de todos.

El hombre se queda mirándola impávido.

"Contesta German, cual es el código que te di previamente?"

Los hombres ponen las manos en las armas como precaución, pero piensan que Carolina no puede hacerles nada pues esta esposada.

Al no recibir respuesta vuelve a la habitación sin decirles nada.

Todos se preguntan que ha pasado.

Uno de ellos la agarra del codo y la gira para decirle.

"A donde vas jefa?"

Carolina no reconoce la voz y le da un cabezazo al hombre para que la suelte.

Confirmada su sospecha, Carolina corre a la habitación donde trata de cerrar la puerta.

Pero al ser cinco hombres, no le es fácil y la puerta cede ante la presión de ellos.

Carolina forcejea con las esposas de juguete pues están atascadas y en su retroceso, al estar descalza se le clavan algunos fragmentos de vidrios en los pies.

Pero no tiene tiempo para poder quitarse los fragmentos de vidrio.

Logra zafarse de las esposas y se prepara para pelear.

Dos de los hombres desaparecen.

Los tres restantes se preparan para derribarla.

"Los mataré por entrar a mi casa hijos de puta!"

"Bastardos cobardes!"

"Den la cara y no escondan tras sus ridículos pasamontañas."

Carolina enfurecida grita de forma aterradora preparándose para matarlos con sus manos.

Uno de los hombres se lanza al ataque, ella lo esquiva y de un codazo en el estómago lo deja de rodillas.

Otro hombre se lanza al ataque, pero antes de que logre lanzarle un golpe, Carolina le da otro cabezazo haciendo que caiga de espalda y se entierre algunos fragmentos de vidrio en la espalda y nuca.

El hombre gime y se retuerce de dolor.

Solo queda uno.

Carolina lo reta haciéndole señas con la mano para que se acerque sonriendo de forma siniestra.

Sabe que ganará este reto.

Después, ella desenfundara alguna arma para darles varios tiros en las manos y pies.

Después los despellejara lentamente y cuando se canse los dejará morir de hambre.

Claro que tomaría foto de sus actos y las haría circular como su obra de arte maestra para todo aquel estúpido que quisiera vengarse de ella en su propia casa o en otro lugar.

El hombre tiembla y decide escapar por la puerta.

Carolina riendo se lanza a su persecución.

Ella siente el corazón en la garganta y unas ansias locas de comenzar con la tortura.

Sale corriendo de la habitación sin importarle la sangre o el dolor de sus pies, pues tiene la misión de agarrar al cobarde que huye de ella.

Después asesinará a todos los demás que huyeron como gallinas.

Bajando las escaleras, Carolina observa todas las ventanas tapiadas con muebles.

La puerta delantera bloqueada con un armario.

"Perfecto!"

"Ahora se que están aquí y o en el jardín."

No se preocupa por Paul en ese momento, solo la emoción de la cacería humana.

Carolina toma su cuchillo de combate de un cajón y su arma favorita.

Un hombre de espaldas a ella la encañona.

Ella finge dejar las cosas pero con un rápido giro de su cuerpo, hace que el arma se vaya a un lado.

El nervioso hombre aprieta el gatillo haciendo varios disparos hacia el jardín trasero.

Uno de los pies del hombre pisa accidentalmente a Carolina que está descalza y con fragmentos de cristal y las pesadas botas del hombre la hacen gritar.

Eso es lo que Paul escuchó cuando comenzó a escalar por las rocas.

Carolina empuja al hombre al suelo y cuando lo iba matar con su arma, dos hombres aparecen con ametralladoras apuntándole al pecho.

Ese milisegundo de descuido le valió un puñetazo en la mejilla que la hizo retroceder.

Sabia que estaba en desventaja, pero los perdería si los dirigía al bosque, pues ella lo conocía bien, aún de noche.

Salió huyendo por la puerta trasera olvidando su arma y solo con su cuchillo pegado a su antebrazo para dar batalla cuerpo a cuerpo.

Eso fue lo que Paul pudo ver cuando subio las rocas.

Carolina corrió rápido a una pequeña cueva que estaba no muy lejos de ahí para agazaparse y despistar a sus atacantes.

Ella rogaba que Paul le ayudara en algún momento, pero como no estaba segura de eso, se preparó para todo.

Al ser una noche sin luna, se hizo más difícil correr por entre los arboles, pero ella se confío de su conocimiento previo.

De pronto sintió que la jalaron del pelo y la tiraron al suelo.

Se levanto y empuño su cuchillo, preparándose para el enfrentamiento, pero no había nadie alrededor.

A gatas se escabulló por un costado y se escondió detrás de un arbusto donde tenía escondida un arma.

Le quito el seguro y apuntó a la silueta que se movió al fondo.

Pero se detuvo cuando pudo ver que era Paul derribando a uno de los hombres.

Siguió con la mirada sus movimientos y comprendiendo que él podría ayudarla volvió a la caza de los otros hombres.

Pero no contaba con que el anterior dueño conocía mejor el bosque y cuando caminaba sigilosamente, le asesto un golpe en la nuca que la dejó en el suelo de rodillas.

"Levanten a la perra y síganme"

Uno de los hombres le dió una patada en las costillas con las botas de casquillo.

Ella sintió un dolor profundo en su interior, pero no emitió ningún grito para no darles el gusto de oírla nuevamente gritar.

Uno de ellos la levantó por el cabello y la forzaron a caminar.

Antes de llegar al claro, Carolina se retorció sin importarle su cabello y derribó al hombre.

Le dió varias patadas en la cara y el hombre pudo tomarla del pie para impulsarla hacia atrás y hacer que perdiera el equilibrio.

Carolina cayó contra uno de los hombres que le dió otro golpe en el estomago sacándole el aire y haciendo que volviera a caerse de rodillas.

"Busquen la pala, aquí la enterraremos."

"Pon las manos en la nuca perra y si los bajas te disparare en la vagina primero y veré como te retuerces de dolor."

Carolina obedece al ver que los hombres la rodeaban con la ametralladora y las armas desenfundadas.

Estudiaba mil maneras para matar a los mas posibles antes de que alguno la asesinara.

Uno de ellos se arrodilló frente a ella y le alzó la cara con el filo de la navaja contra su barbilla haciéndole un corte profundo.

"Vengaré a mi familia y la de mi hermano cuando los asesinaste y me quitaste la casa."

"Deberías darle las gracias de tu muerte a tu novio que nos hizo el favor de poder entrar a tu casa de nuevo para poder vengarnos."

Carolina v a asesinar a Paul!

Era su culpa que ella ahora estuviera en esa desventaja!

Él con sus estúpidas flores!

Tenía que fingir debilidad, cuando un hombre se acerca a ella con una linterna y otro con la pala,ella ve la oportunidad de atacar.

Cuando se encuentra con Paul cara a cara le grita todo lo que quiere hasta que siente el acero frío en su espalda.

Se voltea y ve al cadáver del hombre que ella misma enterrara con sus uñas en ese campo!

Muele a golpes al hombre y después sin reparar en Paul sale disparada para cazar a los otros.

Antes de que ella muera los matara con sus manos a todos!

Impulsada por su instinto suicida, Carolina corre más rápido.

Derriba a un hombre y antes de que siquiera pueda hacer algo le dispara con su arma en el estómago, le patea la cara y sigue con su persecución.

Logra alcanzar a otro y le dispara en el pie.

Le da otro disparo en la espalda y sigue con su carrera loca.

Cuenta mentalmente cuantas balas ha gastado y cuantas le quedan para poder matarlos.

El cuchillo roza algunos arbustos y le envía ondas de dolor, pero ellas las ignora, pues tiene que poner fin a todos.

Encuentra al de la linterna junto con otros dos agachados en la cueva.

Al parecer, no la esperaban porque se sorprenden al verla.

Uno de ellos le dispara, pero ella con la adrenalina a tope, reacciona rápidamente y se tira al suelo.

Rueda enterrándose más el cuchillo en la espalda, pero impulsada por eso, les dispara a los tres, acertando solo a dos de ellos.

El sobreviviente, toma la pala y vuelve a darle un palazo en la mano con el arma, pero ella resiste.

El hombre de nuevo alza la pala para golpearla en la cara pero Paul le dispara y lo mata.

Liquidando al hombre que faltaba, Paul le enseña que atrapó al que era el dueño de la casa, pues lo reconoció por su voz.

Carolina se levanta cegada por la ira y saca el cuchillo de su espalda.

Lo clava en medio de los ojos del hombre, observando como muere lentamente...

Paul ahora si ha visto todas las facetas de Carolina.

Como si no hubiera estado herida por el cuchillo, Carolina le da una bofetada tan fuerte a Paul que le hace gira la cabeza de lado, asombrado.

"Esto fue tu culpa idiota!"

"Bajé mi guardia por preocuparme por ti y tus niñerias."

"Lárgate de mi vida y jamás vuelvas a mostrar tu horrenda cara frente a mi hijo de puta."

Le lanza un golpe en el estómago y Paul lo recibe sin defenderse, pues sabe que tiene razón,

Paul cae de rodillas, mientras observa a Carolina quien camina de regreso a la casa.

Pero solo unos pasos dió la chica cuando comenzó a tambalearse para después caer de costado al suelo.

"Carolina!"

Grita Paul.

Ignorando su dolor, Paul la levanta del suelo.

Ella tiene la ropa empapada de sangre y no responde.

"No Carolina, no me dejes!"

"No mueras, te pondrás bien!"

"Carolina grítame!"

"Golpéame, pero no mueras!"

Pero Carolina no responde.

Esta completamente blanda en sus manos y sumamente pálida.

Paul se levanta con ella en brazos y corre lo más rápido que puede a su auto para llevarla al hospital de los Black.

Debe salvarla, no importa nada más!

Acaba de decidir que no quiere solo el cuerpo de la ruda chica.

La quiere a ella completa!

Y ahora se enfrenta a la real posibilidad de perderla...

Para siempre.

***By Liliana Situ***

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