El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 109

Lorelay mira la sofisticada tablet que la hostess le extiende.

Edward toma la tablet con algo de recelo...

No es la primera vez que él lleva a sus socios hombres o futuros inversores a bares y clubes nocturnos para que se diviertan con chicas, bebidas y sexo para que él pueda cerrar tratos con mayor facilidad.

Pero ahora, estaba en un restaurante con esa mujer que ordena hombres y mujeres?

Además, en esta ocasión, el trato lo había sugerido Lorelay.

Y aunque es muy ventajoso para Edward, pues conoce la situación de la empresa que su primo había montado hace mas unos tres años atrás...

Edward tiene serías dudas de esto.

"Exactamente qué es el suero de fresa?"

"Este establecimiento es legal y tiene permiso para operar de este modo?"

Lorelay no responde ninguna de sus preguntas.

Ella se dedica a observar las fotos de los chicos que estan disponibles ese día.

Todos muy guapos y elegantes.

"Que difícil es elegir solo uno de verdad."

Murmura Lorelay para que Edward la escuche.

Al final, ella se decidió por André.

Pulsó su foto y la elección esta hecha.

Lorelay dejó la tablet en la mesa frente a ella antes de dedicarle una sonrisa complacida a Edward.

"Señor Situ no sea tímido, ordene su chica para que lo atienda."

"Este restaurante tiene un concepto diferente al que tal vez conozca."

Indica la bella niña con voz melodiosa.

"Todos los chicos y chicas que ofrecen sus servicios de acompañamiento son estudiantes de maestrías y posgrados."

"Algunos incluso tienen doctorados."

"Nuestros clientes son todos de elite que prefieren una conversación culta e interesante mientras son atendidos y mimados."

"Pero debo recordarle que ellos no tiene permitido besar o tener relaciones sexuales con los comensales."

Vaya, que alivio!

"Para eso hay clubes nocturnos."

"En esos lugares abundan las chicas dedicadas a darle otro tipo de gratificación."

"Aquí no nos gusta drogar a los comensales y acompañantes para que aparezcan en hoteles a merced de gente inescrupulosa..."

Lorelay se burla de forma mordaz de Edward quien siente que esa mujer sabe más de lo que dice saber...

"Y después de la comida, podrá disfrutar de el suero de fresas, que es una bebida única y exótica."

Indica Lorelay con elegancia.

"Debo decirle que esa bebida es muy exclusiva."

"Usted será uno de los pocos afortunados en degustarla."

Edward escuchó con atención a Lorelay.

La voz de la chica le parece conocido entre más habla con él.

Desviando los ojos hacia la tablet, Edward mira las fotos de las chicas.

Ninguna le atrae de verdad aunque todas son hermosas y jóvenes.

Edward decidió "ordenar" a Kira,una chica que se parece sol un poco a Emily.

Incluso ella tiene lentes y cabello largo castaño.

Lorelay quiere probar algo con esta comida y por eso había sido específica cuando llamó desde su auto a Bernard cuando se dirigía al restaurante.

Ambos se quedaron en silencio mientras esperan.

Y mientras esperan, Edward mira a Lorelay con suma atención.

A él le parece extrañamente familiar la niña.

Además que Edward no comprende porque siente una creciente  necesidad de abrazarla y después besarla.

A pesar de que esa bella mujer logra sacarlo de sus casillas desde que la conoció por su arrogancia y altivez, eso atrae poderosamente a Edward.

Cuando iba a hacerle una pregunta, la puerta del privado se abrió.

André entró llevando del brazo a la tímida Kira.

André, un incipiente arquitecto, viste un traje sastre azul oscuro de tres piezas, camisa blanca elegante y una corbata azul clara con rayas blancas que le da un toque de jovialidad en su rostro duro, serio junto con porte altivo.

De su brazo, André lleva a la próxima abogada Kira.

Vestida con un traje sastre blanco, una blusa negra vaporosa, maquillaje ligero y sus lentes cuadrados que  enmarcan su carita pequeña sin fleco, la chica es muy guapa en verdad.

Lorelay sonríe divertida ante la imágen pues parece que ella ordenó  una versión joven de Edward.

Y Edward ordenó una versión joven de Emily.

André saludó secamente a Edward y dirigió toda su atención hacia Lorelay.

Kira saludó de beso a Lorelay antes de dirigir sus atenciones a Edward, quien le sonrió perversamente a la chica.

La comida especial que había ordenado Lorelay desde que salió de la casa estudio de Aurora llegó casi después de que los chicos entraran al privado.

Todo un banquete refinado fue servido y presentado por Bernard mismo, a quien servir a Lorelay era una prioridad y gusto.

Edward por fuera permanece frío y calmado, pero por dentro esta tenso, pues no se encuentra en su zona de confort.

Lorelay observa en silencio a Edward y al ver su incomodidad le indica.

"Señor Situ, por favor disfrute de esta comida y permita que Kira lo atienda."

Lorelay dedica su atención a André después de sus palabras.

Ambos se sonríen hermosamente.

André elige la comida para ambos mientras charla con Lorelay acerca de las obras de Aurora, pues el chico admira la vision de la artista.

"Dime André, cuando tendrás listas las esculturas que te encargue?"

Pregunta Lorelay ignorando a Edward.

André toma los cubiertos para después cortar finamente un pedazo de carne para dárselo en la boca a Lorelay mientras que acaricia la mano de la chica.

"Te las tendré pronto encanto."

"De verdad las exhibirás en tu galería de arte del centro de la ciudad?"

Cuestiona André.

Edward por su parte saludó a la chica y permitió que se sentará a su lado, muy cerca de él.

"Señor Situ, es un gusto."

"Me llamo Kira y aún soy una abogada novata, es un placer servirle."

La voz de la chica no se parece nada a la de Emily aunque es muy linda.

"Señor Situ, que prefiere que le sirva en su plato?"

Pregunta Kira sacando a Edward de sus pensamientos.

Él estaba mirando a Lorelay quien reía feliz con ese hombre mientras ambos se murmuran algo al oído...

Y Lorelay deja que ese hombre la alimente en la boca!

Volteando a ver a Kira, Edward desea tanto que ella fuera su Emily.

Edward acarició con suavidad el cabello de la chica quien sonrió de forma tensa.

La chica de nuevo pregunta.

"Que desea que le sirva en su plato señor Situ?"

Edward entonces decide tuvo seguirle el juego a esa mujer que conversa ajena a él.

"Tengo permitido darte yo de comer?"

Inquiere Edward curioso.

La chica afirma.

Edward elige algunas piezas de comida colocandolas en su plato.

Con fingido cariño él alimenta a la chica.

Si esa mujer quería hacerlo sentir mal al mostrarle abiertamente que prefiere una comida con un completo extraño que hablar con él...

Entonces Edward le daría el mismo trato.

Lorelay los observa por el rabillo del ojo.

Ella puede ver qué Edward está dando de comer a la chica, además de que también comparten chistes y risas.

Ella sigue concentrada en André, quien le sirve una copa de vino.

"Te ves muy hermosa con este estilo Lorelay."

"Hacia tiempo que no venías a vernos."

André no solo es un acompañante en ese restaurante, sino también un socio fundador junto con Bernard y ella.

A él se le ocurrió esa idea cuando varios amigos poderosos y ricos se quejaron pues muchas veces tenían que comer o cenar solos.

O con citas "huecas."

De ahí nació el servicio selecto del que ahora disfrutan.

Además es una buena forma de obtener información discretamente.

"Juegas con fuego lo sabes?"

Comenta André mientras choca su copa con la de Lorelay.

"Este fuego lo tengo controlado, yo no lo inicie, pero si lo voy a extinguir."

Comenta Lorelay antes de saborear un bocado de ensalada de fresas.

Edward por su parte pregunta a la chica por su trabajo en el bufete en el que trabaja, aunque no le interesa para nada lo que ella le dice

"Estoy seguro de que el resultado será favorable para ti mi querida Lorelay."

"Sabes que siempre es un gusto que nos visites."

"Estamos de tu lado y te queremos."

Expresa André dándole un beso en la mejilla antes de darle un abrazo, que a Edward le pareció demasiado efusivo.

Enojado, Edward tira sus cubiertos en el plato provocando un sonido que asustó a Kira e hizo que André y Lorelay volteraran a ver qué había pasado.

"Disculpen, un accidente..."

Se disculpa Edward con evidente molestia pues los  celos lo están matando.

Lorelay dió por terminada la comida y les pidió a los chicos que se retiraran con un gesto.

"Ha sido un gusto Señor Situ, Señorita lorelay."

"Kira, debemos irnos."

Indica André.

Ambos se retiraron dejando en ese privado solo a Edward y Lorelay.

SOLOS.

"Que le pareció está experiencia Señor Situ?"

"Es agradable platicar con alguien culto sin ningun compromiso, no es así?"

Edward se levantó de su asiento para calmar su enojo y celos.

Dirigiendo sus ojos hacia fuera de la ventana, Edward medita el porque siente celos de las atenciones que le había prodigado ese tal André a Lorelay.

Lorelay también se levanta de su asiento para colocarse a su lado.

"Una increíble vista no cree señor Situ?"

Lorelay subió un poco las persianas para que ambos puedan apreciar  la vista privilegiada hacía la ajetreada ciudad.

Pero Edward había dejado de prestarle atención a todo para fijar sus ojos sobre Lorelay...

Estudiandola con cuidado.

Algo le dice que ella es otra persona que se esconde detrás de su estilizada figura.

Edward esta interesado en conocerla más.

Lorelay siente la dura e insistente mirada de Edward sobre ella.

Pero la chica está tranquila pues sabe que entre más cerca este de Edward, más efecto tiene su tranquilizador sobre él.

Bernard tocó la puerta del privado anunciando su presencia.

"Listo para el suero de fresas señor Situ?"

Cuestiona de forma ligera Lorelay.

La hostess entró al privado dejando en la mesa de exquisita madera vasos cuadrados de vidrio azulado de forma curiosa y elegante.

Dentro de los vasos un líquido rojo con una fresa enorme y fresca se puede apreciar.

"Señor Situ, esta bebida está hecha a base de fresas, pero tiene algunos ingredientes exóticos."

Explica Lorelay a Edward.

"Puede estar tranquilo, no contiene nada de afrodisíacos o drogas."

"De hecho, sus ingredientes son como un rejuvenecedor y felicidad líquidas juntos."

"Pero porque no lo prueba?"

Lorelay toma su vaso para chocar ligeramente con el de Edward.

Edward mordió la fresa de su vaso más precavido que hambriento.

Él observó, olió y analizó la bebida antes de si quiera considerar tomar el líquido.

Lorelay al ver su indecisión, tomó la fresa de su vaso y se tomó todo el contenido de una sola vez.

Después degusto la fresa.

Edward la observó e hizo lo mismo.

Lorelay cierra los ojos cuando siente los efectos de la bebida.

La bebida es buena, nada del otro mundo cuando el líquido esta en la boca.

Pero cuando desciende por la garganta, ambos sienten que su energía y vitalidad se reponen.

Sus sentidos se volvieron más agudos.

Su ánimo se elevó.

Ambos sintieron una sensación de felicidad, alivio y comfort.

La mente de ambos se aclaró.

Edward no puede creer que se sienta en tan buena forma!

"Que le pareció Señor Situ?"

"El efecto de está bebida extraordinaria dura los tres meses de nuestro trato."

"A mi me gusta que mis socios disfruten de buena salud y vitalidad."

Bofetada con guante blanco al empresario que antes se emborrachaba y fumaba como chimenea!

"Considerelo como mi ofrenda de paz hacia usted debido a nuestro encuentro de la mañana."

Lorelay se acerca peligrosamente  a Edward...

"De verdad quiero hacer buenos negocios con usted señor Situ."

Edward la interrumpe en este punto.

"Edward."

"Por favor solo llámame Edward."

Ruega él tomando la mano de la chica.

Ella acepta la caricia dándole un apretón delicado de manos.

Mordiendo la fresa, un ligero hilo de color rojo recorrió la comisura de la sensual boca de Lorelay.

Edward se apresuró a tomar una servilleta para limpiarle la boca, rozando su cuerpo contra el de ella.

Lorelay sintió que su corazón latió más rápido por este acercamiento, pero su rostro no cambio de expresión.

La atracción entre ambos es innegable!

Los lazos a través de tantas vidas son mas fuertes cuando estan solos o molestos entre si.

Aunque no lo mostrara en su rostro, Edward había estado muy molesto por la cercanía de André con Lorelay.

Aunque fuera por unos minutos.

Kira, aunque hermosa e inteligente, no era lo que Edward quería.

Él quiere a Emily.

"Le parece si nos vamos ahora?"

Indica Lorelay tratando de poner distancia entre ellos.

Edward no dejo de escudriñar los ojos verdes dela niña.

Diferentes pero similares...

Lorelay iba a dar un paso para tomar su bolso de mano, pero su tacón se enganchó en una arruga en alfombra de la habitación.

"Ups!"

Exclama Lorelay trastabillando un poco.

Cuando ella iba a apoyar las manos en la mesa de madera para sostenerse, Edward la sostuvo fuertemente en brazos.

El tiempo pareció detenerse mientras los dos estan lo más cerca posible.

Lorelay con su lentes en su cabello,  pudo oler la deliciosa colonia de Edward.

Además que el calor emanando de Edward calienta su corazón adolorido.

Edward tiene ese físico poderoso y duro que tanto le atrae a la chica.

"Gracias Edward."

"Que torpeza la mía."

Se disculpa apresuradamente Lorelay molesta de haber caído, sin querer, aclaremos ese punto ahora mismo, en el cliché de la dama desvalida en brazos del joven y guapo galán.

Las pequeñas manos de Lorelay se posaron sobre los brazos de Edward para estabilizarse.

Mientras endereza su cuerpo, Lorelay respira para que no se note lo nerviosa que está.

Ells extraña tanto su toque y estar en sus brazos, pues había estado lejos de él tantos años...

Pero después recordó la última vez que él la había ultrajado sin poder darle ninguna explicación.

Soltando su agarre, Lorelay se apartó de él molesta por su debilidad.

"Nos vamos ya Edward?"

"Tengo un compromiso en unas horas y me gustaría cambiarme de atuendo."

"Por cierto fue un honor degustar con usted está comida."

"Gracias por ser un caballero en todo momento."

La cercanía con ella despertó el deseo de Edward de tenerla más tiempo en sus brazos.

Él necesita besarla ya!

Abrazandola con fuerza por la cintura antes de que ella se alejara, Edward  acerca sus labios hacía la suculenta boquita de fresa de la niña.

Lorelay había previsto esa situación.

Y por eso se había rociado el extracto tranquilizador.

Con ese aroma ella mantuvo tranquilo el carácter de Edward, pero en ese preciso instante están a prueba sus habilidades.

Edward quiere besarla...

Lorelay incluso lo provoca un poco...

Pero algo calma el ímpetu del hombre pues el delicado aroma llega a su nariz.

Al final, Edward solo logró darle dos besos en la mejillas.

Eso sí, Edward rodeó la nuca de la chica hermosa con su gran mano antes de darle un abrazo demasiado efusivo.

"Cómo dije antes, Edward."

"Gracias por ser un completo caballero conmigo."

Exclama Lorelay colocando una mano sobre la mejilla de su hombre.

Ella acaricia su piel de forma tierna.

Lorelay sale primero de la habitación privada, dejando a Edward pensativo sentado en la fina silla.

Ese inminente deseo de besar a una mujer que no fuera Emily lo intriga demasiado!

En esos tres largos años, Edward no había querido intimar con nadie más, ni tener citas con ninguna mujer.

Y no era porque le faltaran mujeres.

De hecho muchas mujeres se habían enterado que él ya no estaba comprometido, por lo que se presentaban en su oficina, casa y en Golden Osmanthus.

Pero Edward solo quería y esperaba a Emily.

A nadie más.

Y ahora está mujer tan diferente a Emily se le había comenzado a meter en la mente y piel!

Lorelay por su parte se despidió de Bernard agradeciendole su servicio.

Cuando ella iba a pagar la cuenta, Bernard la detuvo.

"Jamás dejaré que pagues nada en este restaurante que tú ayudaste a qué fuera todo un éxito."

"Además te debemos mucho y jamás podría pagarte lo que has hecho por mi."

Lorelay se siente apreciada.

Ella agradece antes de caminar a la salida del restaurante.

La bella mujer rubia pide su auto al hombre del valet parking para retirarse del lugar.

Cuando ella sube a su auto, Edward apareció en la puerta.

Lorelay coloca sus lentes oscuros evitando el contacto visual con los ojos de Edward.

Lorelay hace rugir el motor de su auto antes de se alejó a toda prisa.

La reunión había salido mejor de lo que ella esperaba.

la bella niña quiere ir a su departamento para pensar en todo lo que había pasado, pero la llamada de la abuela Situ cambia sus planes.

"Lorelay, te espero en mi villa cuando hayas terminado de jugar con mi nieto."

Lorelay responde con voz natural a través del Bluetooth de su auto.

"Llegaré en unos minutos abuela, tengo mucho que hablar contigo."

Manejando hacia la villa Situ, Lorelay piensa que en verdad necesita que la abuela la abrace.

Aun le es difícil mantener su papel de mujer fría frente a Edward.

Pero ella sabe que él merece ese trato.

"Ya viene hacia acá."

Indica la abuela a todos.

"Ahora le hablaré a mi tonto nieto para saber que está haciendo."

La abuela Situ está sentada en su sillón favorito en su amplia sala.

Ella está rodeada de las parejas de chicos que esperan también a Lorelay.

Cómo la gran matriarca de la familia Situ, a la abuela no se le escapa nada.

Ella marca el número de su tonto nieto después de terminar la llamada con Lorelay.

"Edward, necesito que vengas mañana a verme."

Ordena con voz autoritaria la abuela Situ.

"Necesito hablar contigo de tu primo Carl y la empresa de diseño que está aún a su nombre."

"No quiero excusas ni pretextos."

"Te quiero aquí a las siete de la mañana."

Sin esperar respuesta de su nieto, la abuela termina su corta llamada.

La abuela Situ tiene sus propias ideas y necesita ejecutarlas.

Ella también quiere darle un escarmiento a su nieto Carl.

Auque él estuviera en la cárcel aún.

Ay sus nietos tan difíciles de corregir...

***By Liliana Situ***

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