El Prohibido Amor de un CEO romance Capítulo 102

Gotas de sudor comenzaron a resbalabar por todo el cuerpo de Edward al sentirse increíblemente caliente.

No puede mover ni un solo músculo, como si toda la fuerza de su cuerpo lo hubiera abandonado...

Pero puede ver y escuchar perfectamente todo lo que pasa a su alrededor.

La mujer que ahora tiene la blusa desabrochada revelando su blanco escote es hermosa.

Con cuerpo esbelto y tonificado.

Piel suave y blanca, pero no es Emily.

Ella tiene un largo cabello rubio con flequillo y sus ojos son de un color diferente.

Además, ella desborda una sensualidad peligrosa.

Sin dudas, la chica es muy ardiente pero Edward no quiere a ninguna otra mujer más a que Emily en su cama.

Aunque él tiene que admitir que ella lo atrae un poco y eso lo molesta.

"Tienes calor?"

Cuestiona la chica acercándose a Edward.

Ella desliza lentamente sobre el cuerpo caliente de Edward uno de los cubos de hielo, el cual se derritió por completo...

"Quien eres tú y que haces aquí?"

Cuestiona Edward irritado de que ella lo toque, aunque fuera con el hielo.

"Digamos que..."

"Soy amiga de Emily Mu."

"La conoces?"

La chica se sirve un poco de vino para después tomarlo de un golpe.

Cuando termina su bebida la hermosa chica muerde una delicada fresa.

"Delicioso.."

Exclama la bella rubia.

Edward nota que el pulso se le acelera.

"Y que es lo que quieres aquí?"

"Quieres regodearte en mi dolor?"

Lorelay se sienta en el sillón donde había estado sentado antes Edward.

"Dime una cosa."

"Porque vienes a esta habitación este día?"

"Significa para ti algo esta fecha?"

"Tengo curiosidad."

La chica lo interroga.

Edward cierra los ojos, pues no quiere ver los ojos penetrantes de la chica.

"Porque debería responderte si no te conozco?"

"No voy a decirte nada."

"Lárgate y déjame en paz."

Edward responde arrastrando un poco la voz.

La chica sonrie al escucharlo.

"Querido, claro que me dirás todo lo que quiero."

"Emily me contó que usaste en ella algo llamado suero de la verdad..."

"Me equivoco?"

Edward abre los ojos debido a su asombro.

"Bien, yo no poseo ese suero, pero tengo algo mucho mejor y natural..."

La chica afirma.

"Lo que hueles te va a hacer decirme lo que quiero."

"Así como lo que bebiste te ha dejado incapaz de moverte."

"Pero puedes verme y oírme, cierto?"

Edward aprieta la mandíbula porque la chica tiene razón!

"Y para cuando acabemos de hablar..."

"Tu creerás que todo fue un sueño o una pesadilla."

"Eso lo decidirás tu."

La rubia deja de sonreír para cuestionar de forma seria.

"Contestame Edward Situ, porque has venido a esta habitación en específico este día?"

La mente del hombre le dice que no responda!

Pero sin poder evitarlo, la boca de Edward lo traiciona.

"Es mi aniversario con Emily..."

"Aquí, en esta habitación fue la primera vez que la vi."

"Pero la traté muy mal aquella vez."

"Le hice algo imperdonable pues estaba enojado en ese entonces."

"La deshonre como solo un bastardo podría hacerlo."

Edward suspira su crudo dolor al recordar aquella terrible vez.

"Y te gusta recordar cómo le hiciste daño?

La chica cuestiona.

Edward fija sus ojos en el techo.

"Claro que no."

"Vengo aquí para recordarme lo imbécil e idiota que fui con ella"

"Me quedo aquí toda la noche porque es así como enfrento mi dolor al perderla."

"Necesito estar aquí para soportar el dolor por no tenerla a mi lado."

Responde Edward con amargura.

"Esta es mi forma de sobrellevar mi luto por Emily."

"Es mi forma de autoflagelarme y autocastigarme."

La chica mantiene una cara sería.

Edward sin embargo siente que el dolor le esta comenzando a oprimir el pecho, por lo que le cuesta trabajo respirar.

"Y si ella estuviera aquí frente a ti en este día..."

"Que le dirías?"

Edward exhaló ruidosamente ante la pregunta de la chica.

Dado que él solo puede mover su cabeza, Edward voltea la cabeza para mirar a la chica.

Ella se había quitado la blusa completamente, revelando un corpiño ceñido de una pieza, negro con encaje muy femenino.

"Muy bonita vista."

Piensa Edward.

Aunque imaginan a Emily ataviada con esa ropa sexy.

La chica se reclina frente a él esperando una respuesta.

"Le pediría perdón por todo el daño que le hice..."

"Le pediría perdón por haberle arrebatado su inocencia ese día hace tres años."

"Le diría que fui un completo idiota por haberla chantajeado, presionado y haberla amenazado a ella y a su familia."

"Le diría que lamento demasiado haberla lastimado esa vez que ví el vídeo editado..."

"Es algo que me persigue todos los días."

"Ella me ayudó, ella me curó..."

"Y como buen bastardo la defraudé demasiado."

"Y muchas otras cosas le diría."

"Le diría que me obsesioné con ella."

"Con su cuerpo primero y después con ella."

"Sabía que estaba mal, que no podía enamorarme de ella."

"Que ella era un amor prohibido para mí pero no pude evitar amatla."

"De alguna forma ella entró en mi mente y mi corazón tanto que no puedo dejar de amarla."

"Ahora sin ella soy un robot vacío que vive con la esperanza de algún día escuchar que ella está viva."

"Aunque ella no quiera verme."

"Solo eso quiero."

"Saber que ella no murió y que Emily es feliz."

La chica cruza su pierna mientras lo escucha.

"Aunque ella esté comprometida o casada y con hijos..."

"Eso no te importaría?"

Edward cerró los ojos ante esa posibilidad.

"Si ella es feliz, seré feliz observandola de lejos."

"Dolerá demasiado, pero si ella es feliz, lo aceptaré."

Edward ya no quiere hablar.

"Se que ella sufrió demasiado cuando estuvo a tu lado."

"Se que ella sacrificó demasiado por ti y tu familia y al último tu, Edward Situ preferiste a tu novia Lucy."

"Por cierto..."

La voz de la chica en este punto es severa.

"Porque no te casaste con ella si Emily dijo que le hiciste todas esa cosas y a su familia en primer lugar?"

Edward se toma su tiempo para contestar esa pregunta.

Claro, lo hace debido, al efecto de la droga que ella le había dado.

"Lucy fue una impostora y mentirosa desde el principio."

"Emily fue quien me rescató de esos maleantes que intentaron asesinarme cuando era muy niño."

"Emily fue la que realmente se arriesgó por mi y me dejé guiar solo por su dije..m"

"Creí ciegamente que Lucy, por tener ese dije era quien me había salvado."

"Me arrepiento de todo el tiempo que pasé junto a esa desagradable mujer."

Una mueca de asco cruzó por la varonil cara de Edward al recordar a Lucy.

"Y que opinarías si te digo que Lucy está muerta."

"Te dolería?"

La chica cuestiona.

"No me importa, se lo merecía."

Edward responde rápidamente está vez.

Edward siente que su cuerpo comienza a recuperar un poco de su movilidad.

Él intenta levantarse pero todavía no tiene fuerzas para eso.

"Veo que está pasando el efecto de mi paralizador."

La chica hace esa observación mientras se levanta para colocarse sobre él.

"Eres un hombre extremadamente guapo."

"Porque no seguiste tu vida con alguna otra mujer?"

Lorelay dibuja con su dedo círculos sobre el pecho de Edward mientras lo mira fijamente...

Provocándolo.

"Porque no quiero."

Responde con firmeza Edward antes de rogarle a la chica

"Dile por favor a Emily..."

"Dile que la amo y que jamás se lo dije porque no crei que la perdería."

"Dile que ha sido el tiempo más doloroso de toda mi vida."

Lorelay continua acariciando el pecho duro y musculoso de Edward.

Edward observa las manos de la chica sobre su cuerpo...

Aunque la mente, cuerpo y corazón de Edward le pertenecen solo a Emily...

De alguna manera la chica lo esta excitando un poco.

"Quítate de encima."

Ordena Edward.

"Siempre has sido muy lento verdad Edward?"

La chica no apartó su cuerpo de Edward, es más ahora la boca de la chica besa el pecho desnudo del hombre.

Edward no había tenido ninguna mujer en su cama y jamás había buscado alivio con ninguna otra que no fuera Emily...

Solo quería estar con Emily.

"Y tampoco eres muy observador para ser un presidente de empresas muy importantes."

"Que lástima."

Lorelay deja de besarlo para apartarse inmediatamente de él.

La rubia se viste de nuevo, se pone sus tacones, acomoda su cabello y antes de irse, se arrodilla frente a él.

"Ahora viene lo mejor Edward."

La chica quedó frente a Edward.

Aclarandose la garganta con una leve tos, la chica de coloco sus lentes que traía en su bolsa antes de hablar con su voz real.

"Ahora me reconoces, Edward?"

Edward se puso pálido al escuchar la voz de la chica!

Con todas sus fuerzas Edward intenta mover sus brazos para abrazarla!

"Emily!"

"Emily!"

"Regresaste!"

"Por favor no te vayas!"

"No me dejes solo de nuevo!"

"Te amo!"

"Por favor no te alejes de nuevo!"

Edward ruega y suplica ante la bella chica.

"Este es la última vez que tú y yo estaremos juntos en esta habitación, Edward."

"Y haré algo que me hubiera gustado hacer aquel terrible día."

"Salir ilesa de esta habitación donde me violaste sin piedad..."

La voz de la chica es terriblemente dura cuando se dirige hacia él.

"Te supliqué..."

"Te rogué..."

"Te imploré que no me hicieras daño..."

"Pero eso no te importó!"

Vocifera la chica con enfado.

"Ahora quiero que imagines que estoy muerta."

"O que estoy casada y feliz."

"O que estoy comprometida con Dániel!"

"Todo menos sufriendo por tu culpa, Edward Situ!"

La chica retoma su tranquilidad antes de seguir hablando.

"Si te dije que otro efecto de mi toxina es que te dolerá el cuerpo como si te hubieran golpeado?"

"O como si hubieras tenido una sesión de sexo salvaje con muchas mujeres."

Lanzandole un beso desde la puerta, Lorelay desapareció.

Al otro día las noticias son de lo más sensacionalistas!

Los paparazzis llegaron a esa habitación de hotel pues un informante anónimo les había dado una información valiosa.

Entrando a la habitación, los paparazzi observan varias chicas en atuendos reveladores dormidas en varios sillones y en la cama con Edward.

Los flashes de las cámaras se escuchan.

Las potentes luces hacen que las chicas se despierten para correr a colocarse sus gabardinas y salir corriendo de la habitación.

"Señor Situ, es cierto que usted tuvo relaciones con todas esas mujeres ayer?"

"Señor Situ, usted es cliente asiduo de chicas como esas?"

"Señor Situ, usted está inmiscuido en alguna red de prostitución?"

"Señor Situ, es usted su regentador de ese tipo de chicas?"

"O es un cliente asiduo?"

Edward despertó sobresaltado por la intrusión de los paparazzi.

El corazón se le detuvo cuando pudo ver a todas las chicas que se apresura a salir de la habitación.

Edward por fin pudo levantarse y con tranquilidad aparente, se puso su ropa para caminar a la salida.

"Si alguno de ustedes se atreve a publicar algo de esto, los demandaré a todos y los hundiré."

Amenazó Edward a todos.

Los paparazzi solo lo observaron irse.

Las noticias de la mañana siguen hablando del compromiso Dániel y Aurora, quienes después de esa proposición tan romántica anunciaron que su boda sería en esa ciudad en unos cuantos meses.

Las chicas suspiran al ver a Dániel de rodillas frente a Aurora.

Los chicos se muestran un poco celosos porque la bella pintora este comprometida.

Edward, mas gruñón que nunca, sale del hotel para ir a su casa.

Él quiere ducharse, cambiarse de ropa e ir a trabajar.

Al volante, Edward trata de recordar en que momento habían llegado esas chicas a su habitación.

Él recuerda haber estado solo esa noche.

De repente, como si se hubiera golpeado contra la pared la imágen de Emily pasó por su mente pero no era ella.

Era otra chica de cabello largo y rubio que se le parecía demasiado.

Mientras el agua tibia de la ducha cae sobre el cuerpo de Edward, algunos recuerdos regresan, como si fueran un sueño...

Cuando el recuerdo fue certero, el corazón de Edward brinca de alegría mientras su mente grita de felicidad.

"Emily!"

"Si era Emily!"

Edward aplaude con ambas manos feliz porque sabe que ella este viva.

Edward se viste de prisa con su traje azul marino hecho a la medida, que resalta su duro y trabajado físico.

Marcando el número que sabe de memoria Edward espera a que conteste...

"Tommy, averigua dónde vive la pintora Aurora."

"Enviame la dirección de inmediato."

"Necesito hablar con ella en persona."

Tommy del otro lado de la línea monitoreabuna entrega grande de suero de la verdad para un nuevo cliente.

Él se limitó a decir si a Edward antes de terminar la llamada.

Sientiendose extrañamente observado, Edward llega a su empresa.

Para su sorpresa, Edward se entera que uno de sus socios retiraba su inversión para irse a una empresa nueva.

El equipo de vicepresidentes de Edward se reunió con él ese día.

Los rumores por la perdida del socio y que alguien había comprado a precio casi regalado la empresa de Elizabeth los puso nerviosos.

Edward llamó a su hermana por celular pues ella era la única que podría haber vendido su empresa, pues esta a su nombre.

Aunque se cuenta como activos de Edward.

"Dime hermano?"

Contesta Bruce al otro lado de la línea.

"Bruce, pásame a Elizabeth ahora."

Ordena Edward.

"Ella no está ahora aquí."

"Está en el spa."

"De hecho debo ir por ella en este instante."

Bruce responde.

Él mismo había dejado a su amada en el spa antes de dejar cuatro de sus mejores hombres en la puerta para protegerla.

"Dile que me llame cuando salga."

"Debemos discutir algo importante con respecto a su empresa."

Pide Edward un poco estresado pues escucha las voces de sus vicepresidentes exaltados.

"Se lo diré."

Bruce asegura antes de terminar la llamada.

Edward regresa a la sala de juntas para ver qué sus acciones cayeron en un treinta porciento.

Algunos de los inversores y socios activos están preocupados y llaman constantemente al CEO de Empresas Situ.

Además!

Alguien vendió a algunas revistas sensacionalistas fotos de él rodeado de mujeres casi desnudas.

Eso no les hizo gracia a la gente de Edward quien argumenta que esa esa verdadera razón por la cual el inversor se había retirado.

Además de que las acciones bajaran de precio.

"Tranquilos resolveré esto ahora mismo."

Indica Edward quien sale sumamente enfadada de la sala de juntas.

"Tommy, porque no me has enviado la dirección de la pintora que te pedí?"

Cuestiona Edward.

"Averigua quién sacó y vendió esas fotos mías."

"Quiero alguien trabajando para destruir esa publicación y la editorial para esta tarde."

Tommy solo dijo "de acuerdo" para terminar la llamada.

Edward mira incrédulo la pantalla de su celular.

Frotando las sienes con sus dedos, Edward trata de aliviar el dolor de cabeza que comienza a aquejarlo.

Él tiene que regresar a la sala de juntas para tratar de apaciguar los ánimos.

Bruce juega con el celular de su amada Elizabeth cuando desciende de la camioneta negra con vidrios polarizados que lo lleva al spa dónde esta el amor de su vida.

Bruce planea en secreto la boda entre él y Elizabeth.

Por tal motivo, Bruce la había dejado ir al spa sin él.

De ese modo el chico tuvo tiempo suficiente para reservar el mejor hotel de la costa para celebrar ahí su boda con su familia y amigos.

Pero algo le resultó extraño a Bruce.

Él guardó el celular de Elizabeth en el bolsillo trasero del pantalón.

Colocando la mano sobre su arma, Bruce camina hacia el spa.

Los hombres sentados en las sillas, dentro del establecimiento estan profundamente dormidos.

De hecho todo el personal del spa esta dormido, incluso están roncando!

Desde la recepcionista, hasta las masajistas, todos están dormidos.

"Elizabeth!"

Grita Bruce a todo pulmón mientras revisa una por una las habitaciones del establecimiento.

"Elizabeth!"

"Elizabeth!"

"Maldición!"

Bruce se pasa las manos por el cabello corto una y otra vez debido a su desesperación y temor.

Las manos le sudan frío y el corazón le late rápido y después se le detiene pues ella no esta ahí, pero...

Quien se la llevaría?

No podía llamarle pues Bruce tiene su celular en las manos!

Además no puede despertar a sus hombres por más que lo intenta.

"Elizabeth!"

Gritó de nuevo Bruce antes de correr por los hombres apostados fuera del establecimiento.

"Interroguenlos cuando despierten!"

"Quiero sabe que sucedió aquí y dónde está mi prometida!"

Ordena Bruce con voz furiosa.

Nervioso, Bruce hace llamada a sus grupos de rescate y búsqueda.

Después llama a Carolina.

"Encuéntrala."

Ordena Bruce terriblemente preocupado.

En esos tres años, Bruce no se había apartado de Elizabeth.

Y ahora Bruce se arrepentía de haberla dejado solo por una maldita hora!

"Que idiota soy!"

Se maldice Brice mientras se golpea la cabeza presa de la desesperación.

Dentro de un auto estacionado no lejos de ahí unas hermosas chicas se rien por la reacción exagerada de Bruce.

Una de ellas salio con una pequeña botella en la mano.

Volteando a ver a la chica en el asiento del pasajero, ella preguntó.

"Estás segura?

La chica dentro del auto asintió.

La chica cerró la puerta para después caminar con seguridad impresionante hacía la camioneta donde está el conductor de Bruce.

Tocando la ventanilla del conductor con sus dedos, la chica espera que la ventanilla descienda para rociarle un poco de líquido al conductor quien no comprende nada.

"Gracias."

Fue lo que escuchó el hombre antes de ver alejarse a la chica quien regresa al auto para entrar en el.

"Es cuestión de solo uno o dos minutos."

Comenta la chica cuando entra.

"Te extrañé demasiado estos años."

"Es bueno verte tan bien."

"Supiste que..."

La chica sentada frente volante del auto coloca sus lentes oscuros antes de hacer descender la ventanilla del auto.

Dániel se acerca a ella para escuchar la dirección donde debe llevar la camioneta de Bruce.

El conductor está profundamente dormido ya.

"Yo también te extrañé demasiado."

"Me alegra ver qué ambos estén bien, pero tú sabes que no podemos ser como antes."

Explica la chica.

"Lo comprendo, yo también he querido darle una lección a él por lo tonto que fue."

Indica la chica sentada en el asiento del pasajero.

"Ahora podemos hacerlo juntas."

"Lorelay es un bello nombre."

"Elizabeth es un hermoso nombre tambien."

El auto junto con la camioneta arrancan para perderse en el horizonte rumbo a un lugar bastante familiar.

***By Liliana Situ***

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