EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 3

Tratando de asimilar lo que estaba pasando, decidí hablar con Esteban, quería golpearlo hasta desfigurarlo, solo imaginando su cara sonriente después de haberme jugado tal broma, al contestar el teléfono

-esteban ¿a quién  enviaste esta vez?, mira que ahora si te pasaste de la raya no entiendo tus bromas- solté de manera enfurecida.

-Julián, de que me estás hablando yo no mande a nadie, de que broma me estás hablando mira que estoy de muy buen humor, ya que tengo una nueva conquista y esta ….. acaso la soledad ¿te está volviendo loco?- dijo esto en tono burlón.

-Esteban ayer toco una joven a mi cuarto y me sedujo, tú la enviaste, porque hoy me hizo toda una escena, supongo que montada por ti, mira que debo de decirte que actuaba muy bien esa mujer, pero en que estabas pensando para hacer tal cosa ¿Qué buscas con montarme tal acto?- al otro lado el silencio para después soltar una carcajada.

-Julián ahora sí que no tengo ni idea de lo que me hablas, ayer estuve con una linda chica que de verdad se me olvide de ti hermano, pero que bien  que te divertiste, mira que ya me sentía culpable por olvidarme de ti, de hecho pensé que ese era el motivo de tu llamada.

-Esteban que estás diciendo, mira deja de hacerte el gracioso conmigo, ayer toco a mi puerta una chica, mal vestida, que me sedujo y aunque tuve un sexo increíble con ella en la mañana, me acuso de que la viole y me monto una gran escena, mira que este coraje si no te lo voy a perdonar- dije en un tomo aún más molesto, ya que estaba perdiendo la paciencia no sabía porque me quería hacerme enojar de esa manera.

 -Julián de verdad amigo, ahora si ya me preocupaste, quien demonios te monto tal escena y con qué fin, dices que te acuso de violación, hay que llegar al fondo, si me estás diciendo la verdad no la dejes ir no sea que te meta en un lio- me dijo esto último en forma de advertencia. 

-Esteban de que hablas de verdad no fuiste tú, ¿hay dios en que trampa caí?, la chica ya se fue, salió hace más de 20 minutos, mira que no estoy para tus estúpidas bromas- dije casi perdiendo la paciencia, de verdad este hombre me estaba volviendo loco.

-Julián de verdad que no tuve nada que ver, mira voy inmediatamente a tu habitación, ahí hablaremos al respecto solo te pido y te calmes necesitamos llegar al fondo de este asunto, definitivamente algo anda mal, pero debemos actuar rápido antes de que esto se complique- Sin esperar respuesta colgó el teléfono.

  Julián estaba más aturdido que nunca, no se explicaba cómo le había pasado esto, se llevó la mano al puente de la nariz y respiro hondo varias veces, simplemente no comprendía que podía estar pasando, no lo podía asimilar, ¿Qué pretende esta mujer?, Esa era la pregunta que tenía en su mente, el al principio pensó que era una de las tantas bromas que su amigo le jugaba, puesto que no era la primera vez que lo hacía.

******Recuerdos de Julián******

Estábamos en un bar, tomando unos tragos no estaba tan borracho, pero si estaba más ebrio que de costumbre, cuando se acercaron dos chicas a la mesa la verdad a mí no me interesaban, si me gustaba echarme unos polvos, pero nada de complicaciones al respecto, odiaba tratar de enamorarlas decirles cosas lindas al oído, siempre  fui muy directo con ellas si querían acción por una noche estaba más que dispuesto, pero solo era si ellas tomaban la iniciativa, debo aclarar que tengo muchas mujeres que por mi dinero y mi aspecto (alto 1.82 mts, ojos color verde claro, cejas tupidas, moreno claro, labios carnosos y un cuerpo bien trabajado, ya que su único pasatiempo era ir al gimnasio todos los días), ellas son capaces de hacer cualquier cosa debo admitir.

a  Esteban  le agradaba salir conmigo, ya que siempre dice que yo soy  la carnada y él se queda con el premio mayor, puesto que después estar más de 1 minuto conmigo las chicas se olvidaban de mí, puesto que él tiene una gran sonrisa y una gran personalidad que hace que se enamoren de él, como dije es un hombre muy astuto, por eso nunca le faltan mujeres. Su lema era tus las atraes yo las enamoro, a mí nunca me importo y si con eso lo tenía contento, menos problemas para mí.

-hola chicos porque tan solos- nos indicaron las chicas al acercarse pero para variar las miradas eran para mí, eso era lo más común.

-ya no más, puesto que acaban de llegar- contesto Esteban con una gran sonrisa, parándose de su asiento y acercándoles unas sillas para que se sentaran. A lo que ellas accedieron, después de su típica y tan ensayada rutina de presentaciones, les invito una copa.

-bueno, ya que ahora ya nos conocemos que les parece si las invitamos a bailar- dijo mi amigo esteban a lo cual le lance una mirada asesina, solo pensé “bailar yo” ni de broma. Tal vez por lo pasado de copas o por algún motivo accedí.

Tome a la mujer que tenía a mi lado de una maneja muy brusca así era yo, y la lleve a la pista de baile, la última vez que había bailado era con mi  novia Clara (novia muerta), la verdad no se ni porque lo hice, pero baile con ella toda la noche ni yo mismo me conocía, ese no era yo.

Nos pasamos una velada muy amena, no supe nada más de mí, hasta el día siguiente. Donde desperté con la chica con la que estuve bailando anoche, no sabía cómo habíamos llegado a la habitación de mi casa, ya que no recordaba nada de lo ocurrido solo que baile y me divertí, ese era mi último recuerdo de la noche anterior, era extraño en mí, nunca bebí a ese grado pero aquella noche se cumplía un año más de  la muerte de mi novia.

Cuando desperté encontré un letrero que me saco  como relámpago de la cama. Decía **MUCHAS FELICIDADES A LOS RECIÉN CASADOS****  con muchos pétalos de rosas esparcidos por la habitación, mi primer pensamiento fue ¿qué es esto?, y  desperté de un gran grito a la chica durmiendo a lado mío.

-¿qué significa esto?- la chica despertó con una gran sonrisa en la boca.

-mi amor como amaneciste- a lo que conteste nada contento.

-nada de mi amor yo no soy de esos, así que por favor te puedes vestir y retirar de mi casa, y no volverme a buscar no me gustan los compromisos, no hay segundas veces conmigo- dije esto de manera más fría posible.

La chica me frunció el ceño  y se levantó de la cama totalmente desnuda, y se acercó a mí, moviendo sus caderas de una manera muy seductora y mordiendo su labio inferior me dijo- imposible cariño ya fírmanos el acta de matrimonio y eso me hace también la dueña de esta propiedad, así que no puedes correrme- dándome un pequeño y fugas beso en la boca.

Yo la tome del brazo muy molesto porque la verdad no recordaba nada pero casarme imposible ni que estuviéramos en las vegas para que esto sea cierto. Así que con eso en mente le rodee las manos en el cuello y la empecé a apretar, ella solo se limitó a abrir lo más que pudo sus ojos ya que yo estaba fuera de si, no entendía nada pero no dejaría que esta mujer me jugara una broma tan absurda, cuando la empecé a ver que se ponía roja que no podía respirar la solté, enloquecí se apodero la ira de mi y me perdí en ella. Por un instante no pensé en nada solo ahorcar a la chica, ahí comencé a darme cuenta que tal vez debería controlar más mis impulsos.

Tan pronto la solté le grite –sal ahora mismo de aquí-, ella intentaba respirar no podía, ni hablar por la falta de aire, pero como no se movía la volví a tomar del brazo, ella con el miedo en sus ojos alcanzo a gritar –AYUDA- para después desmallarse sobre el piso, al caer se oyó un ruido muy seco que me despertó de mi transe de ira, si soy un idiota, pero tampoco soy un demonio.

A lo que la tome entre mis brazos y la lleve a la cama para después llamar a Lola (mi empleada de servicio), en ese momento se abrió la puerta, para  ese momento yo ya me había puesto mi bata de descansó, y entro Esteban diciendo como amaneció mi recién casado.

-qué tipo de broma es esta, Esteban como que casado, ese mismo me dijo esta mujer que casi mato –

-pero qué demonios te pasa como reaccionas así, solo fue una broma ¿estás loco?, como dejaste a esta pobre mujer así, nunca pensé que fueras tan agresivo.

***Fin del recuerdo***                                      

Me saco de mis recuerdos cuando llamaron a la puerta de mi cuarto.

-Julián, desde aquel día que casi matas a la chica, deje de hacerte bromas de ese estilo, así que cuéntame que paso porque esto debe ser una trampa para perjudicarte.- Dijo Esteban entrando a la habitación.

-Esteban yo pensé que eran tus estúpidas bromas de echo por eso trate de contener mi ira, pero no entiendo con qué motivo harían esto, no lo entiendo, con qué fin. – estaba al borde de la desesperación, me acusaba de violación ¿quién pondría hacerme daño?, y ¿con que fin?.

-mira Julián hay que tranquilizarnos y quiero que me cuentes todo lo que paso debemos prepararnos, me dices que te acusa de violación, hay que tener la mente fría para poder afrontar esto sin problema. Dijo sentándose en un sillón que se encontraba cerca de la cama, mientras yo me sentaba sobre la cama.

Empecé relatando – me encontraba tomando unos tragos aquí en mi habitación como sabes ayer se cumplía un año más de la muerte de Clara, tocaron al puerta, al abrir encontré a una mujer  con su blusa desabotonada que se me lanzó a los brazos y me empezó a besar, la verdad pensé que era una mujer que me habías enviado tu así que no dije nada y me deje llevar por la situación no pensé en nada- hice una pausa y me lleve la mano para peinar mi cabello, siempre hacia eso para pensar.

- si debo admitir que la sentí extraña pero, siempre me mandas chicas, así que no lo pensé en el momento, al despertar  su cara de espanto me despertó, me maldijo, diciendo que era un violador que ella nunca se vendería, como ya aprendí a controlarme desde la última vez afortunadamente no la golpeé, ya que si no este seria un problema más, sin más salió de la habitación.

-¿te araño o tomo algún mechón de tu cabello?- Pregunto esteban es estado de alerta.

-si efectivamente me mordió y me araño mi espalda ¿Por qué?- hice una merca de desaprobación eso que tenía que ver.

Me respondió haciendo un suspiro – mira creo que empiezo a entender, con esa prueba en sus manos puede alegar cualquier cosa, porque lleva una muestra de tu ADN, pero ahora mismo vamos a ir con el gerente de este lugar se debe de ver algo en las cámaras debemos prepararnos para cualquier cosa, para poder hacer frente a esto- hizo una pausa- bien vístete y hay que relajarnos, otra cosa más, creo que es estúpido de mi parte hacerte esta pregunta, pero como abogado la tengo que hacer ¿te cuidaste?- esa pregunta, fue tan profunda que no la vi venir no lo había pensado, me sentí como un verdadero estúpido, con unos tragos encima y con aquella mujer que desbordaba sensualidad, que fue tan rápido todo lo que paso que me olvide por completo de esa parte, ahí estaba mi respuesta a todo, estaba más que claro la intención de aquella chica, era quedar embarazada para después  chantajearme con eso, ¿Cómo pude caer en un truco tan viejo?, me sentí con tana vergüenza, pánico e ira.

-No- solté sin más y me senté en el piso con la vergüenza escrita en mi rostro, junte mi brazos hacia mi cara, me había metido en una muy grande lo sabía.

-entiendo, mira ya no pienses más la cosas, ya no las podemos cambiar, creo  que sabes lo que eso significa y por donde nos van a atacar,  como no hay abogado más astuto que yo, saldremos de esta limpios ya lo veras- dijo parándose de su asiento  y camino hacia la puerta -iré a hablar con el gerente ahora cálmate y me alcanzas vale.

Como fui tan irresponsable a mis casi 30 años de vida y cometí el error más grande de mi vida, como si fuera un adolescente. Solo podía consolarme que la persona que estuviera atrás de esto solo quisiera dinero de promedio y no quisiera dañar mi reputación, acusándome de violador.

Por una estúpida noche de placer, ahora me estaba consumiendo en la más grande de las angustias, que pretenden actuando de esta manera, me mandaron a esa chica para que la embarazara, no lo permitiría, no me voy a dejar extorsionar con un hijo, toda la vida pagaría por un error así –NO- grite tan fuerte como pude, me estaba volviendo loco, no quiero hijos o por lo menos no así.

Una estúpida noche no cambiara mi vida de eso me asegurare, a cualquier costa. Con eso en mente me fui a dar una ducha necesitaba una larga ducha para poder controlar mis emociones.

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