EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 20

Pasaron 6 meses

***perspectiva de Marisol***

Habían pasado 6 meses desde que salimos del hospital, y nuestras finanzas estaban de mal en peor para sacar a mi hermana del hospital tuvimos que venderle nuestra alma al diablo o Alonso que era lo mismo, nos prestó el dinero se lo pagaríamos haciendo negocios para el cómo vender droga, robos y estafas habíamos hecho de todo y por fin después de 6 meses, terminamos de pagar, se nos complicó mucho por el hecho que mi sobrino era bastante enfermizo, pero desde hace 1 mes todo está bien con él, al parecer el tratamiento había funcionado de maravilla, mi hermana Luisa no trabaja se dedicaba  100% al cuidado de mis sobrinos así lo habíamos decidido Joaquín y yo, Joaquín había sido nuestra mayor bendición nos apoyaba y cuidaba como un verdadero hermano, sin su apoyo estaríamos más perdidas que nunca.  

Cite a Joaquín en un parque cercano, para platicar acerca de nuestro nuevo movimiento, ya no soportaba la vida que llevábamos siempre con la adrenalina a flor de piel, esa no era la vida que quería para mí y Joaquín concordaba conmigo.

-Marisol aquí me tienes, cual era esa cosa importante que querías tratar conmigo.- pregunto al llegar y plantarme un beso en la mejilla.

Suspire –no soportó más Joaquín, creo que se me fueron 6 años en lugar de 6 meses, Alonso me presiona mucho hoy me pidió cambiar las botellas del bar por adulteradas no sé cuánto más podré seguir en ese bar sin que suceda algo, entre la droga y los fraudes que he estado cometiendo, estoy casi a punto de que me descubran mi jefe ya sospecha. –dijo en tono preocupada

-lo se tampoco me va muy bien, la semana pasada mi jefe casi me descubre cuando pasaba los empaques y los entregaba en la ciudad Sol, ya terminamos de pagar pero, no nos va a dejar tiene mucho que perder y por el bien de los niños no podemos seguir así, si nos descubren y acabamos en la cárcel quien se va hacer cargo de los pequeños no son mis hijos pero los quiero como tal. -suspiro y prosiguió- ayer hable con Omar lo recuerdas con el que antes vivía, me indico que van a traer un embarque de bebidas ya hice trato con tu antiguo jefe, necesito que distraigas a Alonso con lo de las botellas cambia solo pocas como siempre dile que te dé tiempo porque si no sospecharían de ti, la semana que viene salgo de la ciudad llevare un embargue grande esta vez será jugoso la recompensa. Ese será nuestro último golpe de ahí nos vamos de aquí mientras dile a Luisa que venda las pocas cosas que tenemos con lo que juntemos nos mudaremos.

-Joaquín te agradezco, sin ti estaría totalmente en el limbo, ya se lo había planteado a Luisa diciendo que me preocupaba mi padrastro y que con los niños era más peligroso que nos encontráramos- dije y lo abrase, el parecía que me leía la mente.

-perfecto es un gran motivo para cambiarnos, vaya con ustedes he experimentado de absolutamente de todo, sin ustedes mi viva sería muy aburrida.- dijo en tono de burla- pero mi pequeño Ian Joaquín se lo merece- dijo con orgullo.

-tienes razón mi pequeña Uri Marisol también- y soltamos a reinos si había ganado, mi hermana en agradecimiento a nosotros le había puesto nuestros nombres a sus hijos, ella decía que su niña era su luz desde el día que nació y con eso en mente le puso a su bebe Uri que significa “mi luz”.

-bueno vámonos a ver a esos angelitos, ironía de la vida me prometí que no tendría hijos, nunca me intereso ese tema y veme ahora daría mi vida por esos mocosos- dijo y comenzó a reír.

-yo sigo sin querer hijos, además no los necesito tengo dos- reí con él.

Nos retiramos del lugar siempre platicábamos fuera de casa para no mortificar a Luisa ella no sabía de nada a veces lo sospechaba, pero no tenía nada seguro.

Los pequeños Ian y Uri eran realmente unos hermosos bebes con ojos verdes, cabello rizado un día se le había escapado a mi hermana decir  que eran la viva imagen de su padre, intente indagar sobre el padre a lo que mi hermana simplemente ignoro el tema.

 Tenía curiosidad por saber del padre, si se enterara los querría, los reconocería pero después abandonaba la idea porque simplemente si eso pasaba  lo más probable es que no los quitaría.

Nuestros planes no se pudieron completar tan rápido como esperábamos pasaron 2 meses antes que pudiéramos lograrlo pero afortunadamente gracias a eso pudimos sacar más dinero para poder vivir por un tiempo en lo que consiguiéramos un nuevo trabajo. El pequeño Ian cada día se veía más fuerte.

***perspectiva de Julián***

Habían pasado 6 meses más sin tener noticias de la chica, mi pesadillas habían mejorado dormía más, mi amigo Esteban era el que me preocupaba en este momento él nunca se había enamorado de nadie pero esa chica Miranda lo traía hecho un dilema, algo en ella no me agradaba no sabía que era, o tal vez era el hecho de ver tan idiotizado a mi amigo.

-Esteban necesito que te concentres en la mercancía, no puede salir nada mal esas telas son muy caras, contrata unos buenos guardias no debemos cometer errores recuerda que tenemos ese compromiso con los señores Rossi- le comente a esteban, estas telas que esperábamos de Japón eran crucial para seguir negociando con los Rossi, y realmente esta sociedad era bastante jugosa.

-si ya lo tengo solucionado, no perderemos esa sociedad te lo aseguro, pero te dejo esta noche saldré con Miranda –comento y salió.

Esa noche estaba bastante cansado y no salí de la oficina en los últimos meses me pasaba más seguido  no regresaba a casa, simplemente no tenía una razón para regresar.

Esa noche soñé que Clara jugaba con unos niños como de 5 años corrían por un pradera, se veían tan contentos que me llamaban, pero por más que yo corría no podía alcanzarlos, hasta que los perdía en el horizonte, y me quedaba solo sin saber a dónde ir de repente veía a Esteban correr hacia a mí con una especie de bola de fuego detrás de él y gritaba corre, pero del otro lado había un barranco y no podía correr, él llegaba al borde y saltaba mientras lo veía caer, se me acercaba un hombre y se colocaba a lado mío y decía disfrutas la desgracia ajena  reía a lo contestaba –no- en un grito, entonces el me empujaba al vacío y ahí desperté. 

Tenía tantos sueños algunos no los recordaba pero me dejaban un sensación de ansiedad, Esteban me había contactado con un especialista pero por una u otra razón no lo había visitado.

Al siguiente día no podía sacar de mi mente dicho sueño, por alguna manera me sentía angustiado, pero logre sacar un día más  y por la noche volví a soñar lo mismo pero esta vez eran aguas negras en vez del abismo. Por la mañana decidí tomar el asunto de las telas por mi cuenta, me preocupaban demasiado.

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