EL CEO Y LA HUÉRFANA romance Capítulo 11

Dentro de una habitación en una hermosa sala se encontraba sentada una mujer en un sillón muy cerca de un ventanal que daba a un hermoso jardín, bebiendo una copa de whisky con hielo. Sumida en lo más profundo de sus pensamientos, tenía una vida monótona y llena de lujos que no la satisfacían.

Cuando sin darse cuenta un hombre de mediana edad se acerca a ella y le susurra al oído – hoy empezaste más temprano querida- ella voltea a verlo con la mirada llena de rabia.

-te importa acaso -lo miro y volteo la mirada nuevamente al ventanal–deja  de meterte en mis asuntos ¿que acaso yo me meto en los tuyos?- pregunto llena de frustración.

-querida son 10 de la mañana, no me gustaría que mi querida esposa se enfermara, como sabes no te lo puedo permitir hermosa - la mujer se levanta y enfurecida le contesta.

-eres un verdadero diablo, me dejaría morir para librarme de ti, pero creo que ni muerta me dejarías descansar en paz, eres el mismo satanás- expreso la mujer con los ojos llenos de lagrimas

-no querida solo soy un amable y considerado contigo, tu eres la que se comporta como una loca yo simplemente no quiero verte enferma, me preocupas- contesto de una manera muy relajada.

-deja esa fachada de hombre respetable y gentil, engañaras a otros pero yo conozco tu verdadero ser- comento y cerro lo ojos no podía perder la paciencia –dime que es lo que quieres y lárgate de una buena vez.

-querida  sabes muy bien que este no era yo, esta es tu creación ¿te gusta lo que ves?-contesto con un mirada picara.

- no seas hipócrita tu siempre fuiste así, solo que en los últimos años mostraste tu verdadera cara -contesto llena de ira.

-hay amor sabes tal vez por eso somos la pareja perfecta- dijo con una sonrisa macabra.

-bien dime que necesitas, y deja de montarme esta escena, tan solo verte me enferma-

-amor necesito me firmes unos documentos es para un negocio jugoso, te gustara esta es la propuesta, sabes lo que nos gusta a ambos es el dinero así que por favor no te demores en darme tu respuesta, sabes tiempo es dinero – le entrego una folder y salía de la casa.

La mujer se volvió de sentar en el sillón con los ojos cerrados, cada día que pasaba a lado de ese hombre era un verdadero calvario, el hombre era un perfecto manipulador la enamoro pero ella nunca le correspondió ya que ella estaba enamorada del jardinero de su casa, como su abuelo paterno no aprobaba la relación, la convenció para que aceptara casarse con Arturo Rossi.

Arturo Rossi un hombre ambicioso, que se enamora de Sara Lemus llega a ser tan la obsesión por casarse con ella que convence a su padre por medio de chantajes para casarse con ella.

El abuelo paterno de Sara le había agarrado mucho afecto a Arturo, que lo admiraba por la capacidad que tenía para los negocios y gracias a él había crecido su empresa y eso le agradaba, así que al morir dejo estipulado en su testamento que ellos no podían divorciarse para no perder el emporio que habían ganado ya que ellos eran un fracaso como pareja pero en lo negocios eran bastante competentes, ellos lo sabían por eso también no se atrevían a pensar en el divorcio a pesar de lo poco que se soportaban, si los dos eran bastante codiciosos.

   Después de relajarse procedió a verificar la propuesta de negocio que le habían puesto en la mano, Arturo era muy bueno generando dinero eso no había duda al igual que ella se ayudaban mutuamente, tenían grandes ideas y siempre se completaban.

cuando comprobó que efectivamente ese negocio seria excelente oportunidad y agregando pequeñas correcciones y  nuevas ideas. le había entregado la propuesta de manera digital y escrita, ella trabajaba así, le gustaba rayar escribir las correcciones y después dárselas a su asistente para que cambiara y quitara  lo que ella consideraba. con la respuesta en sus manos decidió llamar a su esposo.    

-Arturo ya estudie tu propuesta me parece buena ya la tienes en tu correo mi respuesta estúdiala, solo son modificaciones menores no creo que tengas ningún problema- sin esperar contestación colgó.

No soportaba  cruzar palabra con ese hombre y sabía que hablar de esa manera con él era lo más sano. Si en eventos especiales se veían como la pareja perfecta sonriendo de la mano, pero en estando a solas no se soportaban.

  Pensaba mucho en su matrimonio, si bien no se había casado con amor, pero al principio se llevaban bien, se comportaban e interactuaban como si fueran una pareja normal, ¿en que momento llegarnos a odiarnos tanto?, ¿por qué nunca pude amarlo?.

Si bien siempre fue ambicioso, Arturo si tenía sentimientos puros por Sara  cuando se casaron, él se obsesiono tanto con ella que juro la convertiría en su esposa y lo logro, pero se amargo porque a pesar de su logro ella nunca le correspondió con amor.

Ella siempre se negó a tener hijos con él, eso era otra causa de todos los pleitos que tenían entre ellos. 

Arturo por despecho tenía muchas amantes y esa era otra de la causa de su rencor a su esposa ya que ella nunca se molestó por eso, desde que lo descubrió siempre le dijo que esa era su vida, que se limitara a ser discreto porque no quería verse envuelta en escándalos, que para ella le resultaba mejor que el liberara sus bajos instintos con otras mujeres que con ella.

Sara entendía perfectamente bien de cómo se sentía el,  por eso siempre lo dejo tener las amantes que quiso sin reprocharle nada, ya que ella  no podía quitarse de la mente a su antiguo amor, aunque  se fue y nunca volvió a saber de él, no lo podía sacarlo de su corazón.

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