Yo, una Actriz Bien Relacionada romance Capítulo 3

Ella quería que el niño la soltara, pero él se aferraba a su cuello con más fuerza. Evidentemente, el niño no quería separarse de ella. Había bebido demasiado esa noche y se sentía muy cansada. No podía quedarse por mucho tiempo.

Julieta intentó convencer al niño durante media hora con paciencia, pero él se negaba a soltarse.-

El guardaespaldas trató de hacer una llamada, pero no pudo conectar, y por un momento no supo qué hacer, nadie sabía qué hacer.

Julieta no tenía más opciones. Recordó que llevaba tarjetas de visita cuando salió a negociar durante aquel día, por lo que sacó una de su bolsillo una y la dejó en la recepción, diciendo a la recepcionista: "Señorita, si sus padres vienen a buscarlo, por favor, contácteme de inmediato".

La recepcionista estaba tan asustada por la mirada fría de Joan que no se atrevía a moverse, ni siquiera para recoger la tarjeta, parecía que la rabia de Joan se había propagado por todo el hotel.

Joan después de ser ridiculizado por un niño de su edad por no tener madre, amenazó a Hugo, el asistente ejecutivo del presidente, con un tweet buscando a su madre.

A veces, el Sr. Montoya publicaba información oficial de la empresa en Twitter, por lo que Hugo la manejaba hasta que su teléfono explotó y se enteró de lo que había sucedido en línea.

El resultado fue: Hugo tuvo su salario reducido a la mitad durante un mes.

Después de ser ridiculizado, Joan lloró, corrió y dijo que iba a buscar a su madre por sí mismo.

¿Así que esa hermosa mujer era la madre que Joan había encontrado? Todos los miraban, nadie sabía qué había sucedido.

Viendo a Julieta llevarse a Joan del hotel, el guardaespaldas la siguió de inmediato.

No mucho después de volver a casa, Julieta recibió un mensaje de texto del personal del hotel diciendo que los padres del niño vendrían a recogerlo pronto.

Ella respondió dando su dirección, luego encendió la televisión y puso un dibujo animado para verlo con Joan, él no habló, solo se sentó a su lado mirándola obedientemente, todavía se sostenía del borde de su ropa.

La casa de Julieta era pequeña, pero estaba decorada muy acogedoramente.

A Joan le encantaba este lugar, seguía a Julieta como un pequeño cachorro, agarrándose a su ropa dondequiera que ella fuera.

Viendo al pequeño detrás de ella, Julieta sentía que su corazón se estaba derritiendo: "Cariño, no puedes ser tan caprichoso la próxima vez, tus padres se preocuparán si desapareces así. Además, no puedes irte con extraños, hay muchas personas malas en este mundo, ¿entendido?".

Pero Joan solo frunció el ceño y no dijo nada.

Se oyeron golpes en la puerta, Julieta pensó que podrían ser los padres del niño y se apresuró a abrir la puerta, pero la persona que vio al abrir la puerta no era el padre del niño, sino las dos personas que menos quería ver en su vida.

Su madre adoptiva Luisa Mendoza y su hermana Inés Mendoza.

Había dejado la familia Mendoza y regresado con su padre biológico hace más de tres años, pero todavía se sentía extremadamente incómoda al ver a estas dos mujeres.

"Julieta, ¿por qué no volviste a casa y te escondiste aquí?", Luisa la miraba con desdén mientras apretaba la nariz, sus ojos estaban llenos de disgusto.

"¿Casa? Jajajaja". Julieta rio fríamente, una sonrisa burlona en su rostro: "¿No me echaron de casa cuando quedé embarazada hace más de cuatro años?".

Al escuchar las palabras de Julieta, Luisa se rio con desprecio: "Si no lo mencionas, lo habría olvidado, ¿dónde está tu hijo bastardo?".

Diciendo esto, Luisa echó un vistazo alrededor de la habitación.

Julieta se movió ligeramente para bloquear al pequeño detrás de ella, pero Luisa todavía quería entrar a la fuerza, pero Julieta se levantó y le dio una bofetada: "¡Tú eres la bastardo, toda tu familia son unos bastardos!".