Yo, una Actriz Bien Relacionada romance Capítulo 14

Julieta y Eva salieron del hotel después de cenar, ya era tarde. Ambas caminaban por la acera cantando, atrayendo miradas de todos lados.

Porque el talento de Julieta para cantar era no muy bueno que digamos. Su voz cantando podía describirse como un grito doloroso.

Justo cuando Julieta estaba cantando con entusiasmo, sonó un mensaje de texto en su celular, lo abrió para verlo.

Un mensaje de un número desconocido: [Julieta, mañana a las siete, es tu compromiso con el joven de la familia Ríos, ¡es hora de que pagues lo que nos debes!]

La sonrisa de Julieta se congeló instantáneamente, incluso sin un nombre firmado, sabía que era de Inés. Después de un momento de silencio, Julieta respondió: [¿Y si no voy?]

Número desconocido: [Me dijeron que tu novela favorita será adaptada a una serie, vi la lista de los protagonistas anunciada por la productora, tu nombre está en ella. Si no vas, diré a todos que quedaste embarazada siendo menor de edad, ¿crees que la productora te dejará ser la protagonista si se enteran de todo esto?]

Número desconocido: [Debo decir que casarte con la familia Ríos no está mal, es algo que muchas personas desearían. Luché por esto, además es por tu bien, deberías agradecerme]

Inés la había criado con la esperanza de usarla algún día para obtener más beneficios, ¿cómo podría permitir que se liberara de su control? Aunque esa vez podría decepcionarse.

Quienes se atrevían a ponerle una mano encima debían estar preparados para ser contraatacados. ¿Inés pensó que amenazar a Julieta con su pasado la haría obedecer?

Qué ingenua.

Eva llegó a casa, Julieta la vio entrar y luego se dirigió hacia su casa.

El cielo estaba cubierto de nubes, parecía que iba a llover pronto.

Julieta apenas llegó a la entrada del edificio cuando vio un camión de bomberos entrando, antes de que pudiera ver qué casa estaba en llamas, la vecina de al lado corrió hacia ella con su perro.

La vio y corrió hacia ella, agarrando su mano firmemente mientras lloraba y gritaba: "Gracias a Dios estás aquí, Julie, ¡no estabas en casa! Está bien si no estás herida..."

Lo que dijo después, Julieta ya no podía oír. Rodeó el edificio de enfrente, levantó la vista y vio la ventana en llamas, esa era su casa. Originalmente planeaba volver a casa para ver quién estaba jugándole trucos, pero, todas sus cosas en casa se habían quemado hasta quedar en cenizas.

Al ver que se acercaba, el casero inmediatamente comenzó a gritarle: "¡Señor policía, ella alquiló mi casa, ahora mi casa está en llamas, tiene que pagarme!".

"Soy su vecina, mi casa también se ha visto afectada por el incendio, ¡ella tiene que compensarme!".

"¡Y qué hay de mis daños psicológicos!".

Muchas personas, enojadas, se acercaron a Julieta. La vecina no pudo soportarlo y llevó a Julieta detrás de ella: "¿Qué está pasando aquí? La policía aún no ha esclarecido la causa del incendio. Quizás alguien lo provocó a propósito, ¡esta chica también es una víctima! ¿No tienen conciencia?".

Esas personas no escucharon sus palabras y continuaron reclamando a Julieta: "¿Entonces no somos dignos de lástima? Mira su ropa, tiene un aire barato, nuestra comunidad está a punto de ser demolida, seguramente se viste así para seducir a los hombres de aquí".

"¡Evidentemente no es una persona decente!".

"¡Se ve como una mujer descarada, por eso pasó esto!".

"¡Ay, yo ya me había dado cuenta de sus intenciones! ¡Cuando mi marido la ve en la calle, siempre se queda boquiabierto!".