Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 6

11:30 am

Después de andar con Chris por todo el edificio estrechar un millón de manos, y agradecer quizás un millón de veces por la bienvenida, finalmente estábamos de vuelta en la oficina, aunque yo le llamaría refugio, este bendito lugar parece un refugio en vez de una oficina.

Entramos y Chris me mostró cual sería mi espacio y me hizo saber que podría decorarlo si quería como yo quisiera, siempre y cuando delimitara los límites, porque allí aunque no parecía haberlos, existían. Sophi llego al cabo de un rato botando humo por las orejas, estaba furiosa gritando y maldiciendo

—Aaaafff lo odio, es un maldito imbécil, frio y sin corazón que es lo que le pasa al muy idiota, que cree que puede venir y hablarme como si fuera mi padre, es más ni porque sea mi primo tiene derecho de tratarme así —despotrico andando de un lado al otro—, se supone que trabajamos juntos y debe mantenerse alejado de mi a menos que necesite algo de trabajo, pero claro no —extendió las silabas de estas dos últimas palabras con exasperación— el muy idiota tiene que llegar a cualquier lugar a estropearme el momento —Sophi lucia como una niña malcriada teniendo un berrinche.

Todos la mirábamos en plan de venga, cuenta ¿qué paso? cuando finalmente se calmó nos miró a todo y dijo.

—¿Que? todo lo que dije es la verdad al muy idiota le queda como anillo al dedo el sobrenombre ese de capitán de hielo, si mi papa pasa por aquí díganle que me he largado, que si quiere que el trabajo esté listo que vaya tras de su sobrino y lo arregle con él, nos vemos —se giró y salió echando humo por todos lados.

Ante mi cara de espanto todos comenzaron a reír y Chris que se sentaba junto a mí me explico riendo.

—Sophi es súper temperamental cuando se trata de él, siempre se están peleando como perros y gatos, aunque a veces no sabes exactamente quien hace el papel de quien, porque ambos se molestan, simplemente no pueden evitarlo —siguió riendo y regreso su atención al ordenador donde estaba respondiendo unos mails.

Al cabo de unos cinco minutos, Jake entro en la sala con el entrecejo fruncido.

—Se fue, ¿verdad? —me gire y asentí con la cabeza ya que ninguno parecía con ganas de responderle

— Genial como si no tuviéramos suficiente con el problema del Zafiro —se giró y se detuvo antes de salir comento— chicos reunión en 20 minutos en el submarino, Cristina por favor trae todo lo que esté listo del evento de apertura, tenemos que poner al día a Asier —se giró y me guiño un ojo con una media sonrisa en la cara y se fue.

Le di un ligero toque en el codo a Chris que se quitó los audífonos y me miro expectante y le pregunte

—¿El submarino? —con cara de no entender nada, miro a sus compañeros que estaban absortos en sus labores y me dijo.

—¿Qué submarino linda? —Puse los ojos en blanco y le pregunte algo cansada por su falta de atención.

—Jake acaba de venir y decir que tenemos reunión en 20 minutos en el submarino, ¿qué submarino? —complete.

La cara de alarma de Chris fue épica se levantó arrojo los audífonos al escritorio y corrió a los archivadores que estaban al fondo y que por cierto no había notado su existencia abrió unos gaveteros que se perdían dentro de la pared como si estuvieran empotrados dentro de ella, busco por unos minutos y luego con cara de alivio regreso a su silla, y me miro más tranquilo suspiro y me explico.

—El submarino es la habitación donde solemos reunirnos para hacer tormentas de ideas, discutir informes, proyectos, básicamente es el agujero que tiene el capitán de hielo en tierra firme o como dice Sophi sus dominios en tierra firme, esta abajo en el Sótano —aguardo unos segundos y una media sonrisa se dibujó en su rostro y continuo— bueno no es exactamente en el sótano, el submarino está a unos cuantos metros dentro del océano, allí es donde nos reuniremos, ya lo veras —me guiño un ojo, volvió a regalarme esa media sonrisa y sin mayor explicación se colocó sus audífonos y luego les gritos a los chicos.

—En 20 en el submarino, ¡empieza la aventura! —todos rieron divertidos por su exclamación pero ninguno dijo más nada.

Veinte minutos después descendíamos en el ascensor hasta el sótano, al abrirse las puertas un largo pasillo nos recibió, sus paredes pintadas de blanco y olas azules seguían hasta perderse en la distancia, había puertas de los lados con placas sobre ellas con nombres de personas y lo que se hacía detrás de ellas.

Continuamos caminando por unos minutos, los chicos iban charlando animadamente y yo simplemente curioseando todo a mi alrededor, cada vez quedaba más enamorada del lugar, era realmente estupendo, finalmente llegamos al final del pasillo, este se dividía en dos un pasillo hacia la izquierda y otro a la derecha, Chris me señalo el de la izquierda y me dijo en tono burlón

—Los aposentos del Capitán —nosotros giramos a la derecha Cristina introdujo un código en una pequeña pantalla y me dijo.

—Luego te daremos los códigos de acceso tranquila, hay lugares en los que podemos y no podemos entrar cada uno del personal, te explicare de que va todo después cuando las aguas se calmen un poco.

Entramos y enseguida automáticamente unas luces se encendieron y quede maravillada, a donde miraba había peces, peces de verdad nadando en el océano, el submarino era una habitación construida debajo del agua y era sencillamente mágico y monumental, la sala era muchísimo más grande que el apartamento donde vivíamos Dani y yo.

Habían más puff en una esquina junto a un tv y un par más de consolas de vídeo juegos, otro Blu-ray y habían un montón de cosas divertidas en esta sala, un tablero de Baloncesto y en el suelo regadas pequeñas pelotas del mismo deporte que supuse que serían de plástico o goma espuma.

Al final de la sala estaba una mesa en forma de ola y justo al final una nevera, una cocina y un microondas, sobre estos habían gabinetes que supuse que estaban repletos de comida. Esto era mejor aún que nuestra oficina y simplemente lo ame, no paraba de sonreír y solo logre exclamar.

—¡Wow esto es realmente increíble! —y me adentre en la sala los chicos ya habían entrado y arreglaban papeles sobre la mesa de muy buen humor.

Yo seguía maravillada absorta en los muchísimos peces que se encontraban fuera nadando tranquilamente, tan absorta estaba que no note, que los chicos habían dejado de hablar y bromear entre ellos, su silencio incomodo me incómodo y me gire hacia ellos, todos miraban en dirección a la puerta.

Hice lo mismo que el resto y mi gente, el alma se me escapo del cuerpo, sentí que las piernas me fallaban y que perdía todo el color de mi cara, no sin antes por supuesto ese enigmático y extraño suceso que me envolvía siempre que Andrew estaba cerca de mí, el mundo fue en cámara súper lenta, sus ojos estaban fijos en mí, con la expresión más fría e intimidante que nunca antes nadie me había dedicado.

Quise hacerme pequeña unirme en ese océano y perderme entre ese millar de peces por la vergüenza, finalmente Andrew se movió de la puerta para dejar pasar a un Jake apresurado que venía diciendo.

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