NADIE COMO TÚ romance Capítulo 45

«¿El Grupo Lustre?»

Valeria hizo un parón, se dio la vuelta y vio que Vicente la estaba mirando sin ninguna expresión en la cara.

—Editor jefe —ella estaba intentando quedarse más tranquila—. Hoy me encuentro mal, ¿podrías llamar a otra?

—No —Vicente seguía serio—. Esta vez es la segunda entrevista del presidente del Grupo Lustre, le has entrevistado la última vez, le suenas más, así que es mejor que vayas tú conmigo.

Valeria frunció el ceño.

«¿Hacerle una entrevista a Aitor con Vicente?»

¡Haría eso si estuviera loca!

—Pero de verdad que no me encuentro bien, tengo miedo de que pueda afectar la entrevista. Lola ha ido a la entrevista conmigo la última vez, será lo mismo si van ellas.

—Valeria —Vicente se quedó sin paciencia, dijo enfadado—. ¿No quieres seguir trabajando?

Todo el mundo tenía una zona abierta de trabajo excepto el despacho del editor jefe, por eso todo el mundo estaba en el mismo espacio.

Cuando escucharon la conversación entre Valeria y Vicente, todos se callaron, observando el raro ambiente que tenían entre los dos.

Valeria miró fijamente enfadada a Vicente, al final cedió.

—Vale, ya sé qué hay que hacer.

—Pues no pierdas el tiempo y nos vamos ahora mismo.

Vicente dijo con una cara de póquer y se fue, Valeria le siguió enfadada.

Nada se fueron, todo el mundo empezó a cotillear.

—¿Qué está pasando? Veo que no se llevan bien Valeria y el editor Vicente. Pensaba que al editor Vicente le gustaba Valeria.

—Que tonta eres, cómo sabes que el editor Vicente no está por Valeria, si no, no la llevaría a una entrevista tan grande.

—Pero si casi se pelearon.

—Eso no fue una pelea, Valeria estaba enfadándose aposta para que el editor Vicente arreglara con ella.

Había muchas mujeres en la revista, donde hubiera mujeres había cotilleos. Valeria solo había trabajado dos años en esa revista, pero había hecho mejores noticias muy buenas que las que había trabajado tres o cuatro años. La causa principal era porque Valeria exigía mucho tiempo y esfuerzo en el trabajo.

Pero los demás no pensaban de esta manera.

Antes había gente diciendo que Valeria se había buscado a un hombre rico, cuando vio que tenía una relación curiosa con Vicente, sospecharon aún más.

Valeria no sabía que se había convertido en un cotilleo para los demás y se fue con Vicente al Grupo Lustre con una cara enfadada.

—Vicente —cuando solo estaban ella y Vicente, ella no se aguantó más y preguntó—. ¿Qué es lo que quieres?

—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? —Vicente se rio fríamente—. Si solo es un hombre rico que has buscado, ¿de qué tienes miedo? ¿Cómo puedes ser amante de otros con tan poco coraje?

A Valeria le pareció que Vicente estaba loco, no le quería decir ninguna palabra y miró hacia la ventana.

El coche finalmente llegó al Grupo Lustre, Valeria subió con Vicente, siguieron a la secretaria y llegaron al despacho.

Seguía siendo ese moderno despacho, y el hombre estaba sentado en esa silla de ruedas delante de la ventana. Parecía estar brillando por la luz del sol.

—Aitor —Vicente le saludó, se acercó con Valeria—. Siento mucho por querer hacerte una entrevista con tanta prisa, ¿te he molestado en el trabajo?

Aitor se dio la vuelta lentamente sin tener ninguna expresión en su cara.

—No pasa nada, solo es una pequeña entrevista.

Aitor estaba muy tranquilo, ni siquiera mostró nada cuando vio a Valeria.

—Vale, entonces empezamos.

Vicente sacó una sonrisa, señaló a Valeria para que se sentara en el sofá. Aitor se puso enfrente con la silla de ruedas, no había dado ninguna mirada de sobra a Valeria desde el principio hasta el final.

—Muchas gracias por la entrevista de la última vez —Vicente estaba fingiendo hacer como si fuera una entrevista común—. Nuestra revista se ha vendido muchísimo más por esa entrevista.

—De nada.

—En esta entrevista nos enfocamos en el premio del Hombre Destacado —Vicente dijo lentamente—. ¿Cómo te sentiste al obtener este premio?

—Es una afirmación para mí.

Aitor respondió brevemente.

Valeria no podía tranquilizarse al verlos hablando tan tranquilamente.

Ella conocía muy bien a Vicente, quien había venido a hacer una entrevista él mismo, y seguramente quería hacer algo.

¿No sería...?

Valeria pensó en las fotos de ayer y empezó a preocuparse.

«¿Acaso Vicente quiere enseñarle las fotos a Aitor?»

Valeria no sabía que Vicente se las había enseñado a Aitor ayer. Y la entrevista de hoy era porque Vicente estaba frustrada.

Aún estaba frustrada de que Aitor estuviera tan tranquilo, por eso cuando la revista decidió hacer otra entrevista a Aitor, él mismo llevó a Valeria personalmente.

Después de unas preguntas normales, Vicente pensó un poco y preguntó.

—Después de este premio, ¿había mucha gente hablando de su esposa en las redes sociales?

Aitor sabía que Vicente iba a empezar, levantó su barbilla.

—Sí.

—¿Entonces le puedo pedir que nos compartas más sobre tu esposa? —Vicente sacó una sonrisa cortés—. Ya sabe tío, eso les suele gustar más a las lectoras.

—¿Mi esposa? —Aitor sacó una pequeña sonrisa—. Es una mujer común y corriente.

—¿Puede contar un poco más? —Vicente siguió preguntando y miró a Valeria discretamente—. Seguramente que es una chica amable y simple, ¿la ama mucho?

Cuando Valeria escuchó las preguntas de Vicente, entendió finalmente por qué Vicente quería que ella viniera a la entrevista.

Vicente quería que Aitor dijera delante de ella cómo de sencilla era su esposa y cómo se querían, para que ella sintiera vergüenza y dejara de estar con Aitor.

Valeria de repente sintió que era gracioso.

«¿Vicente quiere que yo esté celosa de mí misma?»

No podía imaginar la cara de Vicente cuando se enterase de que ella era la mujer de Aitor.

Imaginó la escena y a Valeria le entró un poco aturdimiento.

Sería mejor que pasara más tarde.

Cuando Aitor escuchó la pregunta de Vicente, obviamente entendió lo que quería hacer.

Aitor vio a Valeria aguantándose de la risa por el reojo.

Aitor también se rio un poco.

¿Ella sentía que era muy gracioso no? Si a ella le parecía divertido, pues él jugaría con ella.

—Mi mujer de verdad es una persona sencilla y amable —Aitor habló lentamente cuando pensó en eso—. Una persona muy tímida, aunque estemos casados, tiene mucha vergüenza conmigo y es muy mona.

Valeria hizo un parón y no pudo evitar de mirar hacia Aitor y vio que este último la estaba mirando con una sonrisa muy extraña.

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