NADIE COMO TÚ romance Capítulo 185

Al ver que la cara de Valeria estaba enrojecida, Julián supo que ella era una persona introvertida y tímida, así que dejó de preguntarle más.

—De todos modos, debéis “trabajar” más para no rezagarse demasiado a los pasos de Diego.

—Sí, trabajaremos muy duro, abuelo —apenas terminó, sabía que había dicho algo inadecuado.

Julián no lo creía así, solo sentía que Valeria era realmente obediente y considerada con su mayor.

Julián había preparado una gran cantidad de reconstituyente para Valeria, como pepino de mar, cuerno de terciopelo, proteínas... Eran mejores nutrientes.

—Abuelo, ¿cómo voy a comer tantos tónicos? —Valeria estaba angustiada, no sabía cómo podría soportar “tormentas” más agresivas de Aitor si los comiera todo.

Julián dijo:

—¡Llévatelos todo y cómelos todos los días! —le dijo a un sirviente—, llévelos a la habitación de Valeria y después métalos en su auto cuando se vayan.

Valeria estaba desesperada por saber que una familia rica tomara tanta importancia en exigir a tener sus descendientes.

Valeria salió del estudio y justo cuando iba a regresar a su habitación encontró con Diego en el camino.

—Hola Diego, qué coincidencia encontrarte aquí —dijo Valeria con mirada cautelosa.

Diego se acercó y dijo:

—No, te estoy esperando a propósito.

—¿A mí?

—Así es —Diego sonrió—. Te invito a mi estudio, quiero hablar contigo.

Valeria frunció el entrecejo, no quiso aceptar su invitación, pero al considerar que Diego era el hermano mayor de Aitor, tuvo que hacerle caso.

El mobiliario de su estudio era muy particular, había muchos libros comerciales con encuadernaciones refinadas. El escritorio estaba ordenado y sin rastro de polvo, encima había colocado dos pantallas de visualización, se podría deducir que Diego era una persona a la que le gustaba navegar por Internet.

Valeria sabía que Aitor había estado fingiendo ser discapacitado solo para protegerse de Diego. Aitor tuvo un accidente hace diez años, probablemente Diego fue quien lo hizo. Por lo tanto, estaba alerta en lo que le iba a decir.

Diego le dijo a Valeria con entusiasmo:

—No te quedes ahí parada, siéntate por favor.

Se sirvió un vaso de whisky con hielo y le preguntó:

—¿Quieres café, vino tinto, whisky o jugo?

Valeria dijo:

—Jugo por favor.

Diego se veía amable, y le trataba con mucho cariño. Si Aitor no le hubiera advertido a Valeria que tuviera que tener cuidado con Diego, ella podría ser engañado fácilmente.

Diego cambió repentinamente la conversación:

—¿Tú y Aitor peleasteis hoy? Parece que no hablasteis mucho.

—No —Valeria no quería explicarle lo que había pasado entre ellos—. Creo que estas equivocado.

Diego sintió que Valeria no confiaba mucho en él.

Entonces Diego cambió el tema:

—Sabes que Aitor era travieso cuando era pequeño, y a menudo rompía los muebles del abuelo y el abuelo le perseguía con un palo de madera por toda la casa. Afortunadamente, cuando Aitor fue a la escuela, sacaba muy buenas nota y el abuelo lo quería mucho. Había una vez, él y Sabela fueron secuestrados y yo estaba muy preocupado ...

—Lo siento, ya quiero irme —Valeria interrumpió sus palabras.

No quería quedarse en este lugar para escuchar más sus mentiras. Al recordar que Diego era el participante principal de ese secuestro y verle actuando frente a ella como si fuera un buen hermano mayor, realmente la hizo sentir repugnante y asco.

La boca de Diego formó una curva, luego miró a Valeria y dijo:

—Espere, Valeria, aún no he terminado de hablar.

Valeria sintió que Diego era un hombre muy complicado, parecía ocultaba el verdadero motivo de esta conversación.

Diego continuó:

—Aitor es una persona orgullosa y siempre se muestra distante con los demás. Sé que él se casó contigo solo por la presión del abuelo, imagino que no te quiero mucho y te ha maltrato, ¿cierto?

Hasta en ese momento, Valeria no pudo adivinar lo que estaba tramando, entonces preguntó:

—¿Diego, puede hablar de forma más directa por favor?

Al ver que Valeria era astuta, entonces Diego decidió ir al grano.

—Está bien, Valeria, debo admitir que eres muy lista.

Diego bebió todo el whisky que tenía en la mano. No esperaba que esta Valeria que tenía una apariencia amable y tímida, actuaba tan eficazmente, pudo capturar el punto clave por una simple conversación.

—Valeria, Aitor no este tomando en serio contigo. Solo tiene a Sabela en su corazón. Había hecho grandes cosas en ese tiempo solo para satisfacer a las demandas de ella. Por lo tanto, nunca te amará de verdad. Entonces me pregunto si estás interesada en coordinar conmigo.

—¿Qué relación tiene entre coordinar contigo y Aitor? —Valeria no entendió en absoluto—. ¿Por qué me busques a mí en vez de Aitor?

Diego sirvió otra copa de vino. Siempre era bueno para tomar, especialmente en alcohol fuerte, porque eso hacía que sus nervios del cerebro estuvieran más excitados, así podría pensar rápidamente y mantenerse despierto.

Valeria no bebió ni un sorbo de jugo.

Diego dijo:

—Valeria, mientras estés dispuesta a cooperar conmigo y ayudarme a lidiar con Aitor, te daré una buena recompensa en el futuro. Soy una persona muy generosa.

El rostro de Valeria cambió.

Realmente le sorprendió a Valeria que planeaba a perjudicar a Aitor de nuevo y creía que ella era malvada también.

¿Valeria creía que Diego debería estar loco, ¿cómo podía odiar a su propio hermano de tal manera? En este punto, se parecía mucho a Diana.

—¿Qué te parece? —Diego vio que Valeria no hablaba y creía que estaba considerando su ofrecimiento— El dinero es lo más importante para una mujer.

Valeria sintió que el hombre frente a ella era una serpiente venenosa. Le preguntó deliberadamente:

—¿Cómo vas a lidiar con él?

—Créame, hay muchas formas de lidiar con Aitor, no hay prisa —Diego pensó que le había convencido—. Entonces, ¿vas a cooperar conmigo?

¿Cooperar? Tontería, ¿quién se cree que era ella?

—Diego, no cooperaré contigo —dijo con frialdad—, y te aconsejo que no trates de provocar a Aitor, después de todo sois de la misma familia.

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