Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 46

Después del beso, Carmelo se marchó de prisa.

Justo que Doria quería cerrar el móvil, vino un sonido frío desde su espalda, -No pienso que tienes este hábito.-

-... -

Doria no quería explicarse con él, se rio y se marchó con rapidez.

Édgar iba a irse, pisó encima de algo con el pie.

Él bajó la cabeza, se escribieron unas letras sobre una marca de los productos para los bebés en la bolsa de papel.

No se vio la diferencia de la expresión de Édgar, se acochó y recogió la bolsa de papel.

Doria salió del hotel, quería llamar a Claudia y se recordó que ella estaba fotografiando. Y abrió el whatsapp, escribió unas veces, pero borró todo.

Más atrás, más estaba pesada su humor.

Claudia y Carmelo estaban juntos hacia muchos años, los dos siempre tenían una buena relación.

Carmelo tenía muy buenas condiciones, y no le faltan seguidores, pero no le importaba qué proactivas estaban otras mujeres, sólo tenía a Claudia en sus ojos.

Aquel momento, alguien se rio por ser la cola de Claudia, le acompañó a cualquier sitio que fue, pero él estaba feliz de eso.

Pero no se esperaba que sólo pasó un año en el extranjero, todo había cambiado.

Claudia estaba esperando su propuesta de matrimonio.

¿Por eso, podía desaparecer el amor?

Doria dejó el móvil sin fuerza, ella no sabía cómo se lo decía a Claudia completamente.

Después de andar unos pasos, Doria se dio cuenta de que estaban vacías sus manos, debería coger algo...

Ella bajó la cabeza de repente, vio que estaba desparecida la ropa de bebé que acababa de comprar.

Doria se paró suspensa en el mismo sitio por unos segundos, y aceptó la realidad de que la ropa fue perdida en la habitación de hotel.

Le dolía la cabeza, no era fácil de tener un mes tranquilo, por qué las desgracias vino enseguida otra vez.

Doria no tenía ánimo para volver a buscarla, tampoco tenía humor de discutir con Édgar.

Después de llegar al apartamento, ella se acostaba en la cama por mucho tiempo. Después de calmarse, bajó de la cama y empezó a diseñar la collar para Agustina.

Por la noche, la criada de la Villa de Lago llamó por teléfono, -... Señora, el señor dijo que tenía la cosa tuya. Si la todavía quieres, podrías venir a recogerla. Si no, la tirará como basura.-

Doria tenía mucha ganas de decir no.

Pero este hijo de puta la llamó a propósito, eso significaba que él tenía algún pensamiento.

Si no fue, profundizaba su sospecha por contrario.

La Villa de Lago

La criada cogió el teléfono, -Señor, la señora dijo que vendría enseguidamente.-

Édgar dijo indiferentemente, -Vete a descansar.-

La criada asintió la cabeza, se marchó después de hacer reverencias.

Édgar soltó la corbata, cogió la bolsa de paper en el sofá, subió al secundo piso.

Media hora después, Doria empujó la puerta de la Villa de Lago, estaban encendidas las luces en el primer piso, pero no había nadie.

Doria apretó los labios, sólo podía subir arriba lentamente.

Ella se paró en la puerta de habitación, tocó la puerta, -¿Gerente Édgar, estás allí?-

No había contesta.

Doria se controló su humor, dijo con voz poco alta, -Gerente Édgar, estás?-

Pasaron unos segundos, sonó una indiferente voz masculina dentro, -Pasa.-

Doria empujó la puerta, entró unos pasos con cuidado.

Édgar salió del baño con una pijama, los pelos estaban mojados.

Él le echó un vistazo a Doria, anduvo directamente al sofá y se sentó. Levantó la barda, -Tus cosas.-

Doria anduvo hacia allí con rapidez, abrazó la bolsa de papel, -Gracias, Gerente Édgar. Si no hay más cosa, me voy. Gerente Édgar, descanses y buenas noches.-

-Deteneos.-

Los pasos de Doria pararon en el mismo sitio poco a poco.

Édgar levantó los ojos ligeramente, -No deberías explicar me las cosas dentro?-

El cuerpo de Doria quedó rígida, permanecía inmutable diciendo las mentiras preparadas anticipadas, -Claudia están preparando para tener un niño, soy la futura madrina del niño, es... normal que compro estas cosas.-

Tenían razones y las cuadraron.

Su misma también creó lo que dijo ella.

Édgar se rio, -¿crees que soy un tanto?-

Lo escuchó, Doria parecía que su corazón estaba perdida unos ritmos.

Ella mantenía la sonrisa forzadamente, -He dicho la verdad, si no me cree, no tengo más remedio.-

Édgar no dijo nada.

Doria estaba temblando en la corazón, no estaba segura de qué nivel él estaba suspendido ni se atrevió a hablar más.

Pero vio la cara de Édgar, no parecía que la iba a tragar en viva, sin embargo que tenía algo profundo y tenebroso que no se habló.

No se sabía cuánto tiempo pasó, Édgar dijo lentamente, -¿Doria si quieres tener un niño?-

Bajo la situación de que ella sabía que él no tenía ninguna relación con Amaya claramente, y tampoco estaba embarazada Amaya. Ella insistió en divorciarse con él, incluso para irritarle, mintió que estaba embarazada.

Édgar pensó que le estaba probando Doria aquel momento.

Ella quería un niño, pero él no podía satisfacerle.

Por eso, ¿fue por este motivo que quería divorciarse con él?

Se crisparon las comisuras de Doria, la corazón que casi latió desde la garganta volvió a calmarse un poco, -No tengo esa idea.-

Él dijo con el tono leve, -¿Sí?-

Fuera como estuviera insinuando, "No discutes, he entendido claramente tu pensamiento."

Ella paró un poco y dijo, -Incluso que quiero un un niño, eso no hay nada que ver contigo. No sé qué Gerente Édgar estás pensando ahora y me hizo venir a preguntar sobre eso. Pero quiero recordarte que al principio la persona que dijiste que no iba a dejar a ninguna mujer embarazada de tu niño, incluso yo, eras tú, Gerente Édgar.-

Édgar frunció las cejas, -¿Dije eso?-

Doria, -……-

¡Qué sinvergüenza este hijo de puta!

Édgar dijo, -Si dije así, también es la verdad, tú sabes claramente que no quiero tener niño.-

Doria, -Vale.-

No era el asunto de ella.

Édgar vio que su tono estaba un poco desesperado, los labios poco apretados, dijo añadido, -Por lo menos, no quiero estos dos años, tampoco será imposible para el futuro.-

Él nunca iba a dejar a su niño ser títere por otra persona desde el día que nació. Entró en la vida planificada paso a paso.

Doria dijo amablemente, -Es mejor que Gerente Édgar hablas de este asunto privado con tu pareja futura, no hace falta que me lo dices.-

Édgar la miró desagradablemente, le parecía otra vez que esta mujer no sabía lo bueno y lo malo.

Él había dicho todo claro a ella, incluso había hecho concesiones, pero ella todavía estaba obstinada.

Resultó que Doria fue una mujer que pediría algo más una vez que consiguió algo bueno.

Doria no entendía muy bien el aliento peligroso en sus ojos, pero no quería preguntarle, solo dijo con una sonrisa, -Pues no te molesto más, Gerente Édgar, adiós...-

Édgar le interrumpió con frialdad, -Lleva todas tus cosas.-

Doria, -¿...?-

-¿Qué más cosas que tenía yo?-

-En el armario, tus cosas, lleválas.-

-Pero no son mías...-

Las ropas, los bolsos y los zapatos fueron traídos desde las tiendas directamente, ella casi no los usaba.

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