Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 144

"¿No puedes pensar en ti mismo? ¡Lo tuyo es mil veces más grave que lo de Doria!" pensó Vicente por dentro.

Édgar siguió diciendo, -Si no le ayudo, a lo mejor sufrirá mucho.

-Señor…

Édgar dijo, -Desde la última cena benéfica, hasta hoy, parece que aquel tipo quiere que Doria se joda. Si ella se va de la editorial por esto, será bueno para todos.

Vicente pensó un ratito, entendió lo que pensaba Édgar, -¿Quieres decir que puede que haya un soplón en la editorial?

Édgar se apoyaba en la silla y dijo con cara fría, -Ella ha ofendido a mucha gente con unas palabras, investiga desde el más sospechoso.

-Sí -dijo Vicente, cuando estaba a punto de irse, preguntó otra vez-, ¿y las otras cosas?

-No te preocupes por las otras, cuando ella logre lo que quiere, va a solucionarlas ella misma.

Al escuchar esto, Vicente se sorprendió, -¿Sabes quién lo hizo?

Édgar miró hacia arriba, no se le vio ninguna emoción en la cara.

Vicente dijo en seguida, -Ahora mismo voy a tratar de la investigación.

Después de que Vicente salió, reinaba un silencio en la oficina.

Édgar se levantó y se puso delante del ventanal con dos manos en el bolsillo, viendo la calle animada, nadie supo qué estaba pensando él.

Tras un rato, sonó el móvil en la mesa.

Édgar volvió la cabeza y echó una ojeada. Fue Doria quien le llamó

Él no se movió.

Cuando acabó el timbre, la pantalla se volvió oscura.

Édgar hizo la vista gorda, tardó unos minutos en coger el móvil y llamarle de vuelta.

Unos segundos después, se oyó la voz suave de Doria, -Gerente Édgar, ¿estás ocupado?

Édgar respondió fríamente, -Sí.

Parecía que él no quería decir ni una palabra más.

-Pues sigue con lo tuyo, no te molesto ahora.

Mientras que Doria estaba a punto de decir, se oyó la voz descontenta de Édgar, -Dime.

Ella dijo en voz baja, -Antes Roxana me llamó, ella está preocupada por ti.

-¿De qué se preocupa ella? ¿De que vaya a suicidarme?

Doria la llamó con buena intención, pero no esperaba que le tratara con esa mala actitud, ella se puso un poco molestosa, -¿Tienes que hablarme de esta manera?

Édgar levantó la cabeza, justo vio la sombra alrededor del ventanal y recordó algo.

Dijo después de un rato, -Disculpe.

Doria se quedó sin palabras.

Édgar dijo con tranquilidad, -Estoy bien, no te preocupes.

-Pues si estás bien, llámale a Roxana.

-Lo sé.

Doria respondió, -Cuelgo yo, no te molesto.

Sin embargo, Édgar le llamó su nombre de repente, -Doria.

Al escuchar esto, Doria se quedó estupefacta y pensó por dentro: "¿qué quiere decir él?"

-Te doy la última oportunidad -dijo Édgar lentamente-, ¿si quieres volver a casarte conmigo?

Doria cayó en un silencio un buen rato, -¿Por qué me hablas de esto de pronto?

Édgar dijo, -Ya, no hace falta buscar tantas excusas, ahora no tienes oportunidad.

Luego, él colgó implacablemente.

En un momento Doria se quedó aturdida.

Ella miró hacia fuera, de inmediato le dio ganas de llorar.

¡Qué intentó hacer ese maldito hombre, de vez en cuando le enojaba!

En este momento, alguien llamó a la puerta.

Doria se animó y se levantó para abrir la puerta.

Al ver que la prestación de todos cambió, Alba se sentía muy ansiosa.

Alba sabía que la situación de ahora era mucho más grave de lo que imaginaba antes, y muy probablemente le iba a implicar.

Justo cuando Alba no sabía qué hacer, sonó su móvil, fue un número desconocido, ella puso en contacto al instante, -¿Es José?

En el otro lado, José dijo después de unos segundos, -Alba, me habrán localizado, a lo mejor es la última vez que te ayudo.

Alba dijo en seguida, -José, ¿dónde estás?

-Alba, tranquila, he dicho que pase lo que pase, voy a asumirlo todo y no te voy a implicar.

Aunque dijo así, Alba no pudo tranquilizarse, -Pero…

-Alba, vive en paz, no escondas en un rincón oscuro como yo.

Luego, se oyó los ruidos de pasos en el teléfono, de repente, Alba oyó un chapoteo.

Él dejó el móvil en el agua.

Por fin Alba se alivió, de esta manera, aunque ellos quisieran investigar, no irían a encontrarla.

Alba dudó un buen rato con el móvil apretado en la mano, luego marcó un número de teléfono.

Cuando le cogieron, ella habló bajo, -Señorita Briana, hola.

Briana rio y dijo, -Hola, Alba, ¿qué pasa?

-Sobre esa noticia en el internet, ¿quiero saber si va a afectar el Grupo Santángel?

-¿Para qué me lo preguntas?

Alba se apresuró a explicar, -No mal entiendas, es porque…

Alba estaba tan nerviosa que no sabía cómo explicárselo, tras un rato dijo, -El Grupo Santángel me ha ayudado a estudiar en Paris, incluso después de regresar al país, me sigue ayudando, al fin y al cabo, me ha ayudado mucho, ahora se ha metido en un escándalo así, por eso quiero saber la situación.

-Es así -dijo Briana con voz tierna-, la verdad es que no conozco mucho de la situación, ¿qué te parece que te respondo después de consultar a los otros?

-Bueno, muchas gracias.

-No digas eso, solo que esto ocurrió inesperadamente, el precio de la acción del grupo también ha reducido mucho.

Al escuchar esto, Alba se puso muy nerviosa, pero ella no se atrevió a hablar más teniendo miedo de que los otros supieran su secreto, y dijo manera forzada, -Señorita Briana, muchas gracias, háblame cuando me necesites.

Briana dijo, -Muchas gracias.

Después de colgar, Alba volvió a ver las noticias en el móvil. Las opiniones públicas habían disminuido, parecía que el Grupo Santángel ya había tomado medidas para solucionarlo.

Pero ella todavía no podía tranquilizarse.

Una vez que terminaron lo del internet, irían a investigar a ella.

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