Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 130

Después de salir de la oficina de David, Doria fue llevado por Claudia al salón de té.

Claudia dijo, -Me enteré de lo que sucedió anoche. David declaró que lo investigaría. ¿Qué más se puede investigar? ¿Cómo pudo ser tan casual? Lo hizo Alba cien por cien. Si no, ¡retiraré la cabeza para que ella juegue como la pelota!

Doria rio a la ligera, -No estés tan emocionada. Aunque sabemos que ella lo hizo, no hay evidencia. Si hiciese una contraacusación falsa, no valdría la pena.

-¿Acaso abandonamos?

-Por supuesto no.

La razón por la que Doria estaba tan segura de que Alba lo hizo fue porque una vez la vio arrojar el collar personalizado de Briana a la basura. Luego esta dijo que lo había perdido.

Alba habría notado ese detalle. Si no se hubiese presentado Abraham anoche, habría sido estigmatizada y dejada de lado. Sería difícil para que la editorial de Joyería SG se protegiese, que tampoco tendría energía para la investigación por ella debido a varios rumores, e incluso se haría escrupulosa y deslindaría claramente con ella en el negocio.

De esa manera, a pesar de que Doria sabía que fue el problema de Alba, nadie la creería en ese momento, sino que solo pensaría que estaba tratando de purificarse para calumniar a esta.

Excepto de verla tirar el collar a la basura, no tenía otras pruebas que respaldasen su declaración.

Se podía decir que sería una victoria en peligro para ella una vez que el plan fuese exitoso, aunque Alba se arriesgó.

Las palabras que acababa de decir en la oficina de David fueron suficientes para que Alba no se atreviese a actuar precipitadamente.

Claudia la regañó apasionadamente a Alba por un tiempo, y luego le dijo, -Pero tengo mucha curiosidad. ¿Quién la está ayudando al fin y al cabo? Pudo ser tan prudente y poderoso.

Doria movió la cabeza.

Claudia dijo de nuevo, -¿Por qué no vas a Abraham para ver la vigilancia? Solo cuando encontremos a la persona que la ayudó, tendremos evidencia.

-Olvídalo. Ya está. Déjalo pasar.

Había causado suficientes problemas a Abraham.

Claudia sabía lo que estaba pensando. Después de hizo un suspiro, cambió de tema. Miró su barriga y le dijo con seriedad, -Querido bebé, tu tarea futura es proteger a tu madre y evitar que los malos la intimiden. ¡Especialmente tu padre carajo!

Hablando, levantó la cabeza para ver a Doria, -¿Cuánto tiempo queda para dar a luz?

-14 semanas.

Después de calcular el tiempo, a Claudia se le iluminaron los ojos, -¡Solo quedan más o menos tres meses!

Doria asintió. Los días se acercaban cada vez más.

Pero la ansiedad se le hizo cada vez más fuerte.

Doria dijo, -Claudia, quiero huir.

Claudia no reaccionó durante un rato, -¿Huir? ¿Adónde?

-No tengo idea -Doria avistó por la ventana-. Siempre siento si continúo quedándome aquí, no estoy seguro de que mi hijo pueda nacer sin problemas. Me preocupa por qué hacer si la familia Santángel lo descubre.

Claudia frunció el ceño contestando, -De todos modos, Édgar es el padre. ¿Realmente no le importa?

-Insistí dar a luz al principio. Para él, no le importa en absoluto. No va a hacer nada.

-Tan cruel ese hijo de puta. ¿No teme las represalias?

Doria recuperó la mirada y le dijo con firmeza, -Así que debo huir e ir a un lugar que no pueden encontrar Édgar y la familia Santángel.

La oportunidad ya había aparecido ante la vista. Debió preparar todo con anticipación para ser infalible.

***

En la familia Santángel.

Agustina estaba tomando la merienda en el jardín. Aitana se le acercó y susurró, -Tía Agustina.

La miró y dejó la taza de té, -¿Qué pasa?

Aitana se mordió el labio, -Debes haberse enterado de lo que pasó anoche.

Agustina sonrió levemente. Lo que sucedió en la cena benéfica se extendió por toda la Ciudad Sur anoche, y Saúl Santángel también estaba muy enojado por eso.

-Sí. Dime lo que quieras.

Aitana iba abrir la boca, pero observó a los sirvientes a su alrededor con preocupación.

Agustina dijo con indiferencia, -Retiraos.

Los sirvientes le respondieron y se fueron uno tras otro.

Aitana murmuró diciendo, -Agustina, quiero que Doria desaparezca para siempre. ¿Qué debo hacer?

-¿Solo quieres que desaparezca el niño en su vientre, o los dos juntos?

Aitana apretó los dientes, -¡Juntos!

Agustina sonrió, -Aitana, le pasa un accidente tan grande sin ningún motivo hará que la gente sospeche inevitablemente. Tú...

-Por eso he venido a buscarte. Creo que tendrás métodos. Si no la hubiese protegido mi primo, lo habría hecho yo misma.

-¿No tienes miedo de que tu primo sepa la verdad después y te pida que pagues?

Al escuchar eso, Aitana estaban un poco nerviosa, sin saber qué quería decir Agustina.

Tenía idea de que a su tía no le gustaba Doria tanto como a ella, así que fue a suplicarle.

Agustina volvió a decirle, -Bueno, Aitana. Puedo ayudarte, pero tengo una condición.

-¿Qué?

-Ve y dile a tu tío que Doria está embarazada.

A Aitana se le horrorizó la expresión instantáneamente, -No. Me dijo mi primo que mientras se lo cuente, no me dejará ir.

La tez de Agustina volvió a ser fría, -Ya que le tienes tanto miedo, entonces no puedo ayudarte.

-Pero Agustina...

-Aitana, siempre que no lo admitas, ¿quién sabrá que fuiste tú que lo dijiste? No importa cuán inescrupuloso sea Édgar, nunca podrá hacerte nada delante de mí y de tu tío.

Aitana vaciló un rato y le dijo, -Según mi tío, él debe dejar que Doria dé a luz al bebé. ¿No ayudamos todavía a Doria si dejamos que lo haga?

Agustina dijo, -Tu tío quiere que dé a luz, pero Édgar no quiere tener hijos. ¿Cuál crees que será el resultado final de esto?

Sin esperar a que Aitana lo meditase, Agustina continuó, -Puede que no sea necesario que lo hagas. Doria y el niño en su vientre desaparecerán silenciosamente en este mundo.

Se añadió un poco más de temor en la expresión de Aitana, -¿Mi primo lo hará?

Agustina sonrió con desdén, -Uno como él puede hacer cualquier cosa para tomar el poder en sus propias manos.

Al oírlo, Aitana se mordió el labio sin hablar más, pero tenía una decisión por dentro.

Dado que el primo mantuvo al niño en el vientre de Doria hasta ese momento, significó que sería probable que el niño fuese suyo. Si eso tuviese razón, aún haría que desapareciese el niño. Ella realmente...

No se atrevía a apostar con sí misma.

Aitana sintió que no debería publicar esta cosa, fuese lo que fuese, pero había que hacer a su tío saberlo todo.

Después de pensar un rato, encontró a la mejor candidata.

Regresó a la habitación y marcó el número de móvil de Iris Valerio.

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