Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 123

En la cena benéfica.

Cuando Édgar y Briana aparecieron juntos, un inquietante silencio cayó sobre toda la sala.

Como todos sabían, la familia Valerio hacía tiempo que no era más que un cascarón vacío, y esta cena benéfica fue organizada por la familia Valerio para ampliar la red de relaciones de Saúl.

Aunque la familia Valerio había entrado en decadencia, los contactos y la reputación que se había acumulado en el pasado seguían ahí.

Además, mucha gente quería entablar una relación con la familia Santángel, todos sabían que aunque la familia Santángel estaba aparentemente bajo el control del señor Saúl, en realidad el poder estaba en manos de Édgar.

Pero después de anunciar el futuro matrimonio entre la familia Santángel y la familia Valerio, las cosas se habían cambiado.

Nadie sabía en qué estaba pensando Édgar, en este momento crítico, se fue a la otra ciudad para montar un hotel resort, como si entregara directamente el Grupo Santángel a Saúl que tanto deseaba.

Aunque la situación se había cambiado, no había que subestimar el poder y la habilidad de Édgar. Todos los invitados que estaban presentes aquí no solo venían a participar en la cena benéfica, sino que venían a descubrir la situación real.

Pero lo que nunca podrían haber imaginado era que Édgar aparecía acompañado de la hija de la familia Collazo.

De esta manera, la situación era evidente.

Después de todo, el Grupo Valerio era un cascarón vacío, a pesar de que tenía una amplia red de relaciones, era incomparable con el Grupo Collazo que poseía muchos recursos económicos.

Tras un periodo de silencio, todos volvieron a discutir en voz baja.

Cada una de estas personas tenía sus propias ideas, y la única en la sala que se sentía feliz por Briana era probablemente Iris.

Y aunque el rostro de Santino volvió hosco al ver esta escena, no podía decir nada.

Cuando Briana y Édgar se acercaron a saludar a Santino, éste sólo asintió levemente con la cabeza. Hacía tiempo que se había acostumbrado a los modales indiferentes y arrogantes de Édgar, y no le importaban esas falsas cortesías.

Santino dijo, -Es un honor que el gerente Édgar haya venido a la cena benéfica organizada por el Grupo Valerio.

Édgar dijo con indiferencia, -Señor Santino, vamos directamente al grano, debería saber por qué estoy aquí.

Santino que ya había pasado por muchas experiencias, no se quedó perplejo por la pregunta y le respondió rápidamente, -Gerente Édgar, ¿de qué está hablando? Hoy es una cena benéfica y todo el mundo ha venido aquí para hacer actos de caridad, así que no se me ocurren otras razones de por qué ha venido usted.

Édgar esbozó una sonrisa burlona y no dijo nada.

En el momento justo, Briana dijo sonriendo, -Usted tiene razón, claro que todos estamos aquí esta noche para la subasta benéfica.

En ese momento, llegaron otras personas y se acercaron a saludar.

Briana añadió, -Ya no le molestamos más, atiéndales.-

Después de marcharse, Édgar la tomó del brazo de Briana, cogió una copa de champán y dijo a la ligera, -Buena actuación.

Briana no dijo nada al respecto, pero cogió una copa de champán, la brindó con la suya y le susurró al oído, -La actuación no ha hecho más que empezar, mira a tu alrededor, todas las miradas están dirigidas hacia nosotros, esto demuestra que nuestro plan está funcionando esta noche.

Édgar ladeó la cabeza, con una sonrisa fría.

Tan pronto como Briana terminó su frase, Iris se acercó sujetándose el abultado vientre y gritó, -Briana.

-Iris.

Iris miró a Édgar con los labios fruncidos, luego retiró la mirada y empezó a hablar con Briana sonriendo.

Iris no sabía qué era lo que la familia Santángel y la familia Valerio estaban tramando, simplemente estaba pensando en su amiga.

A Iris no le gustaba Édgar, pero no podía negar su habilidad y su intocable posición en el Grupo Santángel.

Además, era el hombre al que amaba Briana tantos años.

Iris dijo, -Briana, a mí me gusta mucho el collar de la editorial de Joyería SG, pero…

Briana sabía exactamente por qué Iris estaba dudando, la razón era que Iris no tenía tanto dinero en sus manos.

Briana dijo sonriendo, -Iris, si te gusta, te lo regalo.

-No, no hace falta, solo quería comentarte esto. Además la cena benéfica la organiza la familia Valerio, así que no puedo robarles el protagonismo. Solo te comentaba que el collar era muy bonito. Si también te gusta, lo puedes comprar.

En ese momento, las luces se atenuaron y el presentador subió al escenario para iniciar la subasta benéfica.

***

Debajo del hotel, Doria lanzó un estornudo por el frío y buscaba un pañuelo en su bolso y encontró el joyero.

Fue entonces cuando recordó lo que había olvidado.

Aunque ella no podía ir a la cena benéfica, debía entregárselo a la cliente, ya que se lo había prometido.

Doria se abrigó y se dirigió al hotel.

Al salir del ascensor, Doria preguntó a un camarero, -Hola, ¿podrías llamar a la señorita Briana? Tengo que entregarle algo.

El camarero miró la puerta detrás de él, sabiendo que todos los que estaban presentes esta noche eran ricos, así que no se atrevió a retrasar su petición, -Claro, espere.

A mitad de la subasta, el camarero se acercó a Briana en la sala poca iluminada y se lo comentó.

Mientras Briana escuchaba, miró de reojo al hombre que estaba a su lado, Édgar estaba mirando el escenario sin prestarle atención.

Briana después de decir una frase al oído del camarero, se dirigió a Édgar y dijo en voz baja, -Édgar, hay alguien fuera que me busca, salgo un momento.

Édgar no volvió la cabeza y asintió.

Fuera de la sala.

Doria no tuvo que esperar mucho y vio a Briana acercarse.

-Señorita Briana.

Briana sonrió y caminó hacia ella, -Ya que estás aquí, ¿por qué no entras?

Doria dijo, -Señorita Briana, lo siento, he tenido algo que hacer.

A continuación, Doria sacó el joyero de su bolso, -Siento haberle hecho esperar.

Briana lo cogió y le dijo, -No pasa nada.

Doria dijo, -Entonces, Señorita Briana, me…

-Ya toca la subasta de las joyas de la editorial de Joyería SG, he oído que hay una obra tuya en la subasta, ¿no quieres entrar a ver?

Doria se quedó callada, dijo con una débil sonrisa, -No hace falta.

Se dio la vuelta y dio unos pasos cuando escuchó el sonido de unos tacones detrás de ella.

Al segundo siguiente, sonó la voz de Aitana, -Briana, te estaba buscando, ¿por qué estás fuera?-

Briana le sonrió, -He salido a recoger tu regalo de boda.

Al oír esas palabras, los pasos de Doria se detuvieron de repente.

La hermana menor a la que se refería Briana, ¿era Aitana?

Aitana se puso delante de Briana, -¿Qué es?

-Un collar diseñado por la diseñadora de la editorial de Joyería SG -Briana abrió la caja y continuó, -¿Te gusta? Fue diseñado por Doria, la diseñadora de “Primer Amor”, me acuerdo que te gustaba mucho…

Mientras Briana hablaba, Aitana vio a la figura que no estaba muy lejos y la reconoció, que era Doria.

Sin esperar a que Briana terminara sus palabras, le quitó el joyero y se lo tiró a los pies de Doria, gritó, -¡Doria! ¡Por qué eres tan descarada! ¡Qué haces tú aquí!

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